La clave est¨¢ en el coraz¨®n del pez cebra
Dos investigaciones exploran la capacidad de recuperaci¨®n y regeneraci¨®n del m¨²sculo card¨ªaco
Cualquier mam¨ªfero ya quisiera para s¨ª la capacidad de regeneraci¨®n del coraz¨®n que tienen algunos peces ¨®seos como el min¨²sculo pez cebra, cuyos adultos apenas llegan a los seis cent¨ªmetros de longitud: al seccionarles un pedacito de miocardio, nadar¨¢n con dificultad, pero al cabo de un mes habr¨¢n vuelto a la normalidad. La pregunta del mill¨®n es: ?Por qu¨¦ los humanos no son capaces de reponer las c¨¦lulas muertas tras sufrir un infarto? Se ha intentado con t¨¦cnicas como las c¨¦lulas madre, pero los resultados de dos estudios publicados en la revista Nature sugieren otros caminos de investigaci¨®n y terap¨¦uticos para en un futuro conseguir el mismo ¨¦xito que este pececillo. Se sab¨ªa que este animal pod¨ªa regenerar su coraz¨®n herido, pero no estaba nada claro el proceso. Los estudios publicados sugieren que los responsables son un tipo de cardiomicitos, las c¨¦lulas musculares card¨ªacas del propio animal que proporcionan las fuerzas para contraer el coraz¨®n.
En el trabajo dirigido por Kenneth D. Poss, profesor de biolog¨ªa celular en la Universidad de Duke, en EE UU, se muestra que buena parte de la regeneraci¨®n la realizan un tipo particular de cardiomiocitos. Estas c¨¦lulas, que expresan el gen cardiog¨¦nesis gata4, entran en la zona da?ada donde proliferan y ayudan a reconstruir el m¨²sculo card¨ªaco.
Por otro lado, el estudio digirido por Juan Carlos Izpis¨²a Belmonte, investigador del Instituto Salk para Estudios Biol¨®gicos en California y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), muestra c¨®mo estas c¨¦lulas se desdiferencian y proliferan con el fin de reparar y regenerar el m¨²sculo card¨ªaco. Estos estudios sugieren que al menos, en el pez cebra, "la madre Naturaleza otras formas distintas a las c¨¦lulas madre pluripotenciales para regenerar tejidos y ¨®rganos", advierte Izpis¨²a.
Los resultados del grupo de Izpis¨²a sugieren que "quiz¨¢s la regeneraci¨®n en mam¨ªferos no es una utop¨ªa y que un conocimiento m¨¢s profundo de los mecanismos moleculares que inducen la proliferaci¨®n de los cardiomiocitos podr¨ªa ayudarnos a entender la falta de regeneraci¨®n en humanos, y eventualmente, a tratar de modificar ese proceso".
El coraz¨®n humano es incapaz de regenerarse por s¨ª mismo como lo hace el pez cebra. Al sufrir un ataque al coraz¨®n, el tejido muscular card¨ªaco es sustituido por tejido cicatricial, que es incapaz de contraerse. Pero antes de producirse la insuficiencia card¨ªaca en los mam¨ªferos, las c¨¦lulas musculares card¨ªacas lesionadas entran en un estado de autopreservaci¨®n conocido como hibernaci¨®n, en el que dejan de contraerse y se esfuerzan por sobrevivir. Estos investigadores suponen que los cardiomiocitos en hibernaci¨®n de los mam¨ªferos podr¨ªan ser c¨¦lulas que est¨¢n intentando reproducirse. Chris Jopling, autora principal del estudio y estudiante de postdoctorado con Izpis¨²a en el CMRB, considera que la hibernaci¨®n del coraz¨®n humano es significativa. "Tal vez lo ¨²nico que necesiten sea un peque?o empuj¨®n en la buena direcci¨®n", dice. "Quisi¨¦ramos saber en ¨²ltima instancia en qu¨¦ medida la terapia regeneradora del coraz¨®n podr¨ªa ayudar a la gente que ha vivido con cicatrices durante mucho tiempo", explica por su parte Poss.
Mediante t¨¦cnicas de ingenier¨ªa gen¨¦tica, el equipo de Izpis¨²a convirti¨® los cardiomiocitos del pez cebra en transg¨¦nicos, insert¨¢ndoles un gen trazador fosforescente; luego seccion¨® el 20% de cada ventr¨ªculo y a esper¨® dos semanas a que el coraz¨®n se regenerase. Finalmente, comprobaron que los responsables de la reparaci¨®n del tejido muscular da?ado no eran c¨¦lulas madre card¨ªacas, sino los cardiomiocitos. Estas c¨¦lulas ya desarrolladas que quedaban tras la herida regresaron a un estado m¨¢s joven, comenzaron a dividirse para reemplazar las c¨¦lulas perdidas y volvieron a madurar por segunda vez, convirti¨¦ndose en tejido muscular card¨ªaco nuevo.
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