Un juez de Lleida anula dos matrimonios de conveniencia

La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 7 de Lleida ha declarado nulos "por falta de consentimiento" dos matrimonios entre dos inmigrantes magreb¨ªes sin papeles y dos vecinas de Lleida de etnia gitana. Las bodas se celebraron a principios del a?o pasado en Alcoletge, localidad de unos 2.200 habitantes situada a unos 5 kil¨®metros de Lleida.

La Fiscal¨ªa de Lleida, tras una compleja investigaci¨®n, abri¨® diligencias hace un a?o al sospechar de la existencia en la provincia de una red que presuntamente se dedica a organizar matrimonios de conveniencia entre ciudadanos de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y extracomunitarios. Las ceremonias irregulares se celebraban en juzgados de paz de pueblos peque?os de las proximidades de Lleida. La finalidad de estas bodas era regularizar en Espa?a a inmigrantes indocumentados. A cambio, las mujeres con las que se casaban obten¨ªan una compensaci¨®n econ¨®mica.

La Fiscal¨ªa solicit¨® la anulaci¨®n de unos veinte matrimonios organizados por esta banda. Los dos primeros casos se juzgaron el pasado 12 de marzo y la juez ha decidido que no son v¨¢lidos, por lo que los inmigrantes que obtuvieron papeles gracias a este fraude vuelven a encontrarse en situaci¨®n irregular en el pa¨ªs. La magistrada considera que las uniones fueron simuladas, ya que en realidad falt¨® el consentimiento de contraer un verdadero matrimonio con los deberes y derechos que el C¨®digo Civil impone, "buscando otras finalidades como la regularizaci¨®n de la situaci¨®n del esposo". Las sentencias se?alan la falta de convivencia, de colaboraci¨®n familiar y de desconocimiento de extremos esenciales para declarar la nulidad de los matrimonios.

Durante una de las vistas, la pareja intent¨® demostrar que se cas¨® por amor despu¨¦s de conocerse en una discoteca y de nueve meses de noviazgo. El hombre explic¨® que despu¨¦s de la ceremonia llev¨® a su esposa a Par¨ªs para presentarle a su familia y que al regresar del viaje se separaron tras residir juntos una semana. La mujer declar¨® que durante su estancia en Francia ¨¦l la oblig¨® a ponerse el velo y que como no estaba de acuerdo solicit¨® el divorcio. Los contrayentes nunca llegaron a estar empadronados en el mismo domicilio, no tuvieron una cuenta bancaria en com¨²n, no hubo convite despu¨¦s de la boda y no existe ninguna fotograf¨ªa del evento, lo cual refuerza la teor¨ªa de que no hubo convivencia.

En el segundo caso, un joven marroqu¨ª se cas¨® a primeros de 2009 con una mujer espa?ola y, seg¨²n el fiscal, desde entonces han vivido en domicilios diferentes. La investigaci¨®n se inici¨® al comprobarse que algunos contrayentes ejerc¨ªan como testimonios de bodas que se hab¨ªan celebrado el d¨ªa anterior a la suya.