El IVA parad¨®jico
Son muchos quienes auguran que, a corto plazo, el Sistema Nacional de Salud y la atenci¨®n a la dependencia se resentir¨¢n de las derivadas del actual ciclo econ¨®mico. La disminuci¨®n de los ingresos por recaudaci¨®n fiscal de las comunidades aut¨®nomas y los l¨ªmites a su endeudamiento, dicen que pasar¨¢n factura. Si tenemos en cuenta que las grandes partidas del gasto son las inversiones, el gasto corriente y los gastos financieros, habr¨¢ que ver c¨®mo hacer frente a la situaci¨®n en este y en los pr¨®ximos a?os.
La atenci¨®n sanitaria como todos bien sabemos precisa de profesionales a quienes retribuimos y que aspiran siempre a mejorar su situaci¨®n. La atenci¨®n a sus expectativas ser¨¢ limitada. El gasto en recursos humanos es la mayor partida del gasto corriente. Pero precisamos tambi¨¦n de medicamentos (4% de IVA); material sanitario (8% de IVA a partir de julio); y comprar bienes de todo tipo, contratar suministros de energ¨ªa y agua; hacer obras; o comprar todo tipo de servicios (18% de IVA a partir de julio). Los servicios de salud est¨¢n exentos de IVA, lo cual convierte en sujetos finales de este impuesto a las entidades y empresas prestatarias de los servicios, p¨²blicos o privados. Al no poder aplicar el IVA a las facturas que se emiten, les resulta imposible recuperar el impuesto que pagan por las compras de los medicamentos, bienes y servicios antes referidos. Adem¨¢s, cualquier incremento de este impuesto les supone un grave perjuicio en sus econom¨ªas.
Inversiones y gasto corriente conllevan un IVA que, en situaci¨®n de d¨¦ficit, genera gasto financiero a cada comunidad aut¨®noma. Parece razonable pensar que el Estado deber¨ªa eliminar el IVA para los proveedores p¨²blicos pues de facto el mismo debe financiarlo.
Vemos c¨®mo se toman medidas para aplicar el IVA superreducido del 4% para la rehabilitaci¨®n de viviendas y estimular esa actividad. En este caso, la reducci¨®n aparece como estimuladora de una actividad y lo que se pierde reduciendo el tipo a aplicarse se gana presuntamente con el aumento del n¨²mero de obras. En el caso de nuestro Sistema Nacional de Salud y ante la necesidad de recortar inversiones y no incrementar el gasto corriente aunque aumenten las demandas, el endeudamiento destinado a financiar los costes del IVA de las prestaciones sanitarias se podr¨ªa destinar en la actual coyuntura a mejor fin. Tambi¨¦n el sector privado se ver¨¢ afectado. Act¨²a indirectamente como copagador del sistema p¨²blico al librar a ¨¦ste de presi¨®n asistencial y de gasto directo. Sin que por ello sus usuarios dejen de contribuir solidariamente en la forma progresiva de nuestro IRPF. El coste actual del IVA y su incremento a partir del pr¨®ximo mes de julio va a suponer una repercusi¨®n en los precios de los servicios a las aseguradoras y de ¨¦stas en las primas a sus asegurados. Esperemos que no lo haga significativamente en el n¨²mero de p¨®lizas y no traslade m¨¢s presi¨®n a la p¨²blica.
En la situaci¨®n actual, la ¨²nica preocupaci¨®n debe ser sostener un modelo nacional de salud como el que disponemos. Todo argumento que inspirado en pensamientos liberales o estatalistas lo ponga en peligro queda invalidado per se. Podr¨ªamos posibilitar con menor coste (el 14% menos) inversiones en equipamientos u obras necesarios con la participaci¨®n del sector privado y un IVA superreducido del 4% ?Por qu¨¦ s¨®lo la rehabilitaci¨®n de viviendas? ?y la de equipamientos sanitarios y de atenci¨®n a la dependencia?. La construcci¨®n de los nuevos equipamientos necesarios o sustituci¨®n de los m¨¢s antiguos y mejora de otros tambi¨¦n palia la crisis del sector de la construcci¨®n. Seguramente m¨¢s. Si lo valoramos a nivel local, estimula la cadena obra-empleo-impuestos directos-cotizaciones a la Seguridad Social-menos prestaciones por desempleo/subsidio-consumo-impuestos indirectos-cohesi¨®n social. Qu¨¦ decir tiene que los incrementos de la demanda y el incremento del gasto con m¨¢s personal y consumo tendr¨¢n mejor soluci¨®n si el IVA fuera superreducido y no le afectara el incremento. Menci¨®n especial merecer¨ªa el impacto en la tesorer¨ªa y la mejora en los plazos de pago a proveedores. Las comunidades aut¨®nomas ya tienen su gasto y d¨¦ficit presupuestados. Proponemos esta medida como de financiaci¨®n extraordinaria en la actual situaci¨®n y a revisar en el futuro para mantener la respuesta a la demanda p¨²blica y ayudar a la demanda privada. Es del todo necesaria a corto plazo para minimizar efectos sobre las listas de espera, calidad de los servicios, gesti¨®n de plantillas, entre otras posibles repercusiones de la insuficiencia financiera.
Otro aspecto de la repercusi¨®n del incremento del IVA lo encontramos en los servicios de atenci¨®n a la dependencia. En este caso, no exentos. La carga fiscal de estos servicios supone para las familias un 1% de desembolso m¨¢s y a la administraci¨®n p¨²blica cuando financia los servicios disponer de un 1% menos pues se ha incrementado a s¨ª misma el gasto. La tendencia al subsidio en lugar de a la prestaci¨®n de servicios puede acentuarse. Por otro lado, el aumento de los ingresos por la subida del IVA no equilibra con el aumento del gasto con el incremento de los tipos a aplicar en la compra de bienes, suministros y servicios.
?D¨®nde puede radicar la dificultad para no incrementar el IVA o aplicar el IVA superreducido? En que el 100% del gasto en IVA que tienen los servicios es financiado por las comunidades aut¨®nomas, mientras que s¨®lo recuperan la mitad, de acuerdo con la vigente financiaci¨®n auton¨®mica. El 50% restante va a la Hacienda P¨²blica del Estado. Ello supone un conflicto de intereses dif¨ªcil de resolver sin acuerdo pol¨ªtico.
Pero podemos mantener la situaci¨®n, no modificar la actual forma de impactar el IVA en el gasto de los servicios si ese 50% destinado a la Hacienda P¨²blica del Estado y procedente de la actividad sanitaria y de atenci¨®n a la dependencia sirviera para dotar de verdad un fondo de cohesi¨®n sanitaria que de una vez por todas cubra el coste real de los desplazados y la atenci¨®n a los extranjeros, otros gastos que soportan las comunidades aut¨®nomas. No ser¨ªa la mejor de las soluciones pero ah¨ª est¨¢. Dir¨¢n que el IVA no es finalista, siendo as¨ª nos atrever¨ªamos a decir que lo ¨²nico finalista son las pol¨ªticas presupuestarias.
Boi Ruiz es presidente de la Uni¨®n Catalana de Hospitales
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