San Prudencio de sofocos

El m¨¢s sofocante que se recuerda, incluso m¨¢s que el de 2003, que ha quedado en la memoria por las multiples lipotimias que caus¨® el calor. La de ayer fue la celebraci¨®n de San Prudencio con las temperaturas m¨¢s elevadas desde que existen registros, hasta alcanzar los 28? en un d¨ªa agobiante que se resolvi¨® en brisa en lugar de la tormenta que apuntaba la predicci¨®n meteorol¨®gica. Ese viento leve supuso un alivio para las miles de personas que disfrutaron de la popular romer¨ªa en las campas de Armentia, en Vitoria, junto a la bas¨ªlica consagrada al patr¨®n de ?lava.

Desde la ma?ana, la indumentaria de los peregrinos que se sumaron a la principal fiesta de la provincia respond¨ªa a la previsi¨®n de calor: sandalias, pantalones cortos, camisetas y gafas de sol. M¨¢s de un despistado se acerc¨® hasta Armentia, a media hora del centro de Vitoria, con paraguas, al que sac¨® su beneficio al usarlo como sombrilla. Pasado el mediod¨ªa, la sombra de ¨¢rboles y casas de este pueblo al que se han sumado numerosas urbanizaciones de alto nivel se convirtieron en el lugar m¨¢s preciado.

La sombra de ¨¢rboles y casas se convirti¨® en el lugar m¨¢s buscado por los asistentes

Xabier Agirre volvi¨® a bailar el 'aurresku' en honor del patr¨®n de la provincia

Antes, a las once, el obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, celebr¨® una misa en honor del santo, seguida por el aurresku bailado por el diputado general, Xabier Agirre, quien ha recuperado esa tradici¨®n. Como en las dos ocasiones anteriores durante su mandato, Agirre cumpli¨® con nota. Al acto asistieron diputados, junteros, los concejales y el alcalde de Vitoria y las dos consejeras del Gobierno nacidas en ?lava: Pilar Unzalu y Blanca Urgell.

El lehendakari acudi¨® la v¨ªspera a la retreta de San Prudencio, celebraci¨®n en la que una marcha de corte militar interpretada por trompeteros y atabaleros anima la noche cada cuarto de hora. Patxi L¨®pez se mostr¨® sorprendido por esta tradici¨®n que desconoc¨ªa, en un acto en el que no hubo, como el a?o pasado, ni un botell¨ªn de agua para los asistentes por razones de austeridad. Todos los mensajes de estas fiestas, desde el del obispo al del diputado general, han estado marcados por la crisis econ¨®mica.

Pero un d¨ªa es un d¨ªa, y en Armentia, al d¨ªa siguiente, lo que sobraban eran viandas y bebidas para todos los gustos y paladares. Los puestos ofrec¨ªan las tradicionales rosquillas de an¨ªs a precios para todos los bolsillos, a partir de dos euros el paquete, pero tambi¨¦n embutidos de distintas regiones de Espa?a, todos de elaboraci¨®n casera, quesos, tartas y pasteles y hasta vino sin alcohol.

El talo con chorizo, que se vend¨ªa a cuatro euros, mantiene su vigencia. Y no faltaron dos cl¨¢sicos en las ferias alavesas: la sidra Gurutzeta, un vaso a un euro, y el jam¨®n de Mendiola, que, como confirm¨® el vendedor, "no conoce la crisis".

Las exhibiciones de deporte rural vasco, las actuaciones de dantzaris y las voces de la Federaci¨®n Alavesa de Coros completaron el cartel festivo de la ma?ana. Y, ya a las seis de la tarde, en un horario inusual para los tiempos que corren, lleg¨® el fin de fiesta con la verbena amenizada por el grupo Egan.