La ciencia y la universidad reivindican el pensamiento cr¨ªtico
M¨¢s de 900 cient¨ªficos y universitarios de 45 universidades p¨²blicas espa?olas y de los Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n suscriben un manifiesto en defensa del pensamiento cr¨ªtico
Recientemente se ha ido creando en las universidades p¨²blicas y en los centros p¨²blicos de investigaci¨®n (OPIs), un sordo pero creciente malestar. Un malestar latente debido en parte a los recientes acontecimientos econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales de nuestro pa¨ªs y la forma en que las autoridades los han gestionado, pero tambi¨¦n, y sobre todo, al efecto de las campa?as de acoso y derribo que algunas corporaciones financieras y la amalgama ideol¨®gica liberal-conservadora vienen orquestando contra la universidad p¨²blica y contra los intelectuales y cient¨ªficos que se han manifestado con esp¨ªritu cr¨ªtico en los debates sobre nuestro modelo pol¨ªtico, econ¨®mico, institucional o judicial.
Una de las paradojas, casi esperp¨¦ntica, a que ha dado lugar esta campa?a medi¨¢tica, es que actualmente se viene presentado como alternativa a la gobernanza en la universidad p¨²blica un tipo de gesti¨®n, antidemocr¨¢tico y sujeto a la dictadura del mercado que, como todo el mundo sabe, est¨¢ en la base de la crisis que padecemos.
Tambi¨¦n ha contribuido al aumento de este malestar difuso el recorte de los presupuestos dedicados a las universidades p¨²blicas y la reducci¨®n de las partidas presupuestarias dedicadas a financiar la investigaci¨®n cient¨ªfica, que han castigado particularmente al sector p¨²blico.
Al malestar creado por "el mal gobierno" se une ahora, en nuestro caso, una creciente preocupaci¨®n por las actuaciones de la derecha pol¨ªtica y, en particular, la ofensiva contra los que, desde la ciencia, la pol¨ªtica o la cultura, han manifestado p¨²blicamente posiciones cr¨ªticas ante la decepcionante respuesta pol¨ªtica y judicial al clamor de las v¨ªctimas del franquismo, la lentitud e inoperancia de la justicia y la persecuci¨®n al juez que se atrevi¨® a dar voz a las reivindicaciones de las v¨ªctimas.
Un caso especialmente grave ha sido la campa?a de acoso y desprestigio del Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, precisamente por haber autorizado un acto de reivindicaci¨®n de la memoria hist¨®rica y en defensa de Garz¨®n. El hecho de que esta nueva campa?a haya sido liderada por la propia presidenta de la Comunidad de Madrid explica, sin m¨¢s, que en algunos casos el malestar y la preocupaci¨®n se est¨¦n convirtiendo en animadversi¨®n.
Ante estos acontecimientos, el pr¨®ximo 9 de junio en el CSIC, integrantes del mundo cient¨ªfico y universitario queremos reivindicar de nuevo nuestro derecho y nuestra obligaci¨®n de ser cr¨ªticos. Precisamente en el CSIC, heredero de la Junta para la Ampliaci¨®n de Estudios e Investigaciones Cient¨ªficas (JAE), instituci¨®n p¨²blica en la que en las primeras d¨¦cadas del siglo XX floreci¨® la prometedora generaci¨®n de cient¨ªficos y pensadores que emprendieron la tarea de incorporar a Espa?a a la ciencia y el pensamiento moderno. Empe?o brutalmente truncado por la guerra civil y la dictadura.
Creemos que ha llegado el momento de manifestar en p¨²blico el malestar latente y de hacer frente al miedo ante la situaci¨®n que se est¨¢ creando en el pa¨ªs. Tenemos suficientes razones para pensar as¨ª. Entendemos que la generaci¨®n de conocimiento y la capacidad de cr¨ªtica son misiones sustanciales de la universidad y son tambi¨¦n parte del esp¨ªritu cient¨ªfico cuando ¨¦ste se quiere a la vez c¨ªvico y ciudadano. Reivindicamos, pues, el pensamiento cr¨ªtico. Y pensamos que reivindicar aqu¨ª y ahora el pensamiento cr¨ªtico, como cient¨ªficos y como intelectuales, incluye asumir la responsabilidad de nuestro trabajo, responsabilidad que ha de ser tanto mayor cuanto m¨¢s se goza de ese privilegio que es contribuir a la producci¨®n y generaci¨®n de conocimiento. No s¨®lo eso: creemos que el tiempo del silencio ha concluido. Que las comunidades cient¨ªficas, art¨ªsticas y acad¨¦micas deben impulsar la movilizaci¨®n democr¨¢tica para la gran transici¨®n de s¨²bditos resignados a ciudadanos plenos y participativos.
Como integrantes de la comunidad cient¨ªfica, como cient¨ªficos de la naturaleza y de la sociedad, como humanistas amigos de la ciencia y como defensores de una cultura que quiere romper con los compartimentos estancos y con las Torres de Babel; y como miembros, adem¨¢s, de una Universidad que en Espa?a se ha distinguido tantas veces por su capacidad para afrontar la barbarie y el despotismo, creemos que es nuestro deber estar presentes en los debates p¨²blicos, en particular en los centros de estudio e investigaci¨®n, aportando, en la medida de nuestras posibilidades, conciencia cr¨ªtica al an¨¢lisis de los procesos sociales y pol¨ªticos.
Queremos intervenir en el debate p¨²blico por solidaridad con otros, que lo merecen, por razones morales y por razones pol¨ªticas. Es nuestra responsabilidad pero tambi¨¦n nuestro derecho porque en estas cuestiones se dirimen principios y valores fundamentales para la convivencia y el futuro de nuestro pa¨ªs. Para ello, los firmantes hemos convocado un acto en la sede central del CSIC el pr¨®ximo 9 de junio a las 18.30 horas.
Federico Mayor Zaragoza (Universidad Aut¨®noma de Madrid, UAM), Francisco Fern¨¢ndez Buey (Universidad Pompeu Fabra), Jes¨²s ?vila (Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, CSIC), Jorge Riechmann (UAM), Bernardo Herrad¨®n (CSIC), Julio Ar¨®stegui (Universidad Complutense de Madrid), Emilio Criado (CSIC) y Alicia Dur¨¢n (CSIC) y 900 firmas m¨¢s de cient¨ªficos y universitarios.
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