Elogio de 'Science' a las iniciativas cient¨ªficas, especialmente en Catalu?a
Los nuevos institutos altamente competitivos, frente a los graves defectos del sistema
Los nuevos institutos de investigaci¨®n altamente competitivos y el ¨¦xito del sistema, flexible y orientado a la ciencia de alta calidad, de algunas comunidades aut¨®nomas, especialmente Catalu?a, son los ejes de avance que destaca un largo an¨¢lisis de la revista estadounidense Science sobre el sistema espa?ol de I+D. El incremento de la inversi¨®n en ciencia en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas y el correspondiente crecimiento de la propia comunidad cient¨ªfica tambi¨¦n son argumentos para el optimismo. En el aspecto cr¨ªtico, Science menciona la reciente reducci¨®n presupuestaria, la excesiva fragmentaci¨®n de los programas de investigaci¨®n, con baja financiaci¨®n cada uno, una "universidad saturada con funcionarios orientados a la docencia en lugar de a la investigaci¨®n original" y, en general, el r¨ªgido sistema funcionarial de los cient¨ªficos.
Miguel Beato: "La mentalidad funcionarial es a¨²n ahora el mayor obst¨¢culo para la ciencia espa?ola"
Andreu Mas-Colell: "Hay un l¨ªmite a lo que Espa?a puede lograr si el sistema no se abre"
"Con el apoyo del Gobierno de Catalu?a, uno de las 17 comunidades aut¨®nomas de ese pa¨ªs excepcionalmente descentralizado, el Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mina (CRG) , opera bajo un nuevo marco que permite la independencia del liderazgo del centro y define claros par¨¢metros de ¨¦xito medibles (n¨²mero de art¨ªculos de alto impacto publicados, por ejemplo) para evaluar a los investigadores, a diferencia de la mayor¨ªa de las universidades, donde los cient¨ªficos trabajan 'en condiciones primitivas', seg¨²n palabras de Miguel Beato, director de dicho centro", destaca el an¨¢lisis de Science.
El CRG y algunos otros institutos de similares caracter¨ªsticas, como el Centro Nacional de Investigaci¨®n Oncol¨®gicas (CNIO), o el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), ambos en Madrid, son los ejemplos que destaca, como novedades positivas en el sistema espa?ol de ciencia, el an¨¢lisis firmado por Alaina G.Levine. Tambi¨¦n se se?alan las buenas perspectivas del Centro de Investigaci¨®n Cooperativa en Biociencias (Biogune) , del Pa¨ªs Vasco. La creciente financiaci¨®n de algunas comunidades aut¨®nomas para estas nuevas instituciones, las aportaciones de fundaciones privadas, su capacidad de captar recursos privados, la agilidad en la contrataci¨®n de investigadores, muchos de ellos extranjeros, son claves destacadas de los recientes avances de la ciencia espa?ola con los nuevos centros de alto nivel.
Levine cita a Andreu Mas-Collel, responsable de universidades e investigaci¨®n en Catalu?a entre 2000 y 2003, y su "idea de crear una nueva forma de estimular la innovaci¨®n cient¨ªfica en Espa?a , como deshacerse de la cultura del funcionario que supone una plaga en el pa¨ªs". Beato est¨¢ de acuerdo: "La mentalidad funcionarial es a¨²n ahora el mayor obst¨¢culo para la ciencia espa?ola. No hay reconocimiento de un buen trabajo bien hecho".
Science dedica buena parte del an¨¢lisis sobre Espa?a a los cient¨ªficos extranjeros que se han incorporado a trabajar en su sistema de ciencia, a los est¨ªmulos que han considerado (como el dinamismo del sistema en sus centros) y las dificultades de los centros tradicionales. Es el caso del austr¨ªaco Erwin Wagner, director de Biolog¨ªa Celular del C¨¢ncer en el CNIO: "La gente est¨¢ aqu¨ª muy motivada. Es algo nuevo y el personal entusiasmado".
Science recuerda que la inversi¨®n de Espa?a en I+D es actualmente del 1,35% del PIB, frente a un 0,6% hace 20 a?os, lo que supone un crecimiento muy notable, teniendo en cuenta el estancamiento de la inversi¨®n europea. Mas-Colell advierte en el art¨ªculo que el sistema espa?ol de i+D "es fr¨¢gil" y que el pa¨ªs no se puede permitir retroceder durante el per¨ªodo de crisis financiera. "Es imperativo que la pol¨ªtica cient¨ªfica sea selectiva y centre los recursos en instituciones que ya han mostrado que puede competir internacionalmente", dice este economista catal¨¢n. Los lideres deben resistir la tentaci¨®n de reducir el apoyo financiero a estos bienes estrat¨¦gicos nacionales y la soluci¨®n est¨¢ en un sistema publico/privado enfocado en la excelencia.
El secretario de Estado de Investigaci¨®n Felipe P¨¦triz, destaca en el an¨¢lisis de Science que hay una divisi¨®n cultural entre las instituciones p¨²blicas de investigaci¨®n y las universidades, por un lado, y el sector privado por otro, y es esencial mejorar las relaciones entre estos dos agentes de I+D. Primero el sistema debe generar oportunidades para que los investigadores enfoquen su esfuerzo en resolver problemas que surgen, y segundo hay que incentivar canales para que el mundo empresarial financie proyectos de investigaci¨®n en los que est¨¢ interesado. El objetivo para P¨¦triz es movilizar 6.000 millones de euros adicionales en actividades de investigaci¨®n en el sector privado.
El an¨¢lisis de Science hace referencia al anteproyecto de Ley de la Ciencia, la Tecnolog¨ªa y la Innovaci¨®n, que, seg¨²n la ministra Cristina Garmendia puede proporcional "un nuevo modelo" de I+D. Entre otros puntos, se?ala el an¨¢lisis, la ley establece una nueva agencia espa?ola de investigaci¨®n e incentiva las actividades empresariales a nivel de las comunidades aut¨®noma y del Estado. Petriz destaca la Estrategia Nacional de Innovaci¨®n, en la que "las iniciativas estatales para el desarrollo de la innovaci¨®n se coordinar¨¢n con las pol¨ªticas de innovaci¨®n adoptadas por las comunidades aut¨®nomas".
Las perspectivas son optimistas: "La metamorfosis de Espa?a en un l¨ªder cient¨ªfico internacional es posible". Pero hay condiciones. El an¨¢lisis de Levine concluye citando a Mas-Colell: "La clave para dar el siguiente paso positivo en la reforma del sistema espa?ol de investigaci¨®n es que sea m¨¢s abierto de lo que es ahora". En el panorama actual es relativamente peque?o el n¨²mero de institutos y centros de investigaci¨®n que contratan l¨ªderes cient¨ªficos de todo el mundo, destaca el economista catal¨¢n. La mayor parte del sistema acad¨¦mico es muy tradicional, muy cerrado y resulta dif¨ªcil para los no espa?oles entrar en ¨¦l. "Hay un l¨ªmite a lo que Espa?a puede lograr si el sistema no se abre", concluye Mas-Colell.
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