El varano del verano
Agentes rurales capturan en Barcelona un lagarto africano capaz de darte un buen mordisco
El final de verano est¨¢ resultando una ¨¦poca de lo m¨¢s interesante en cuanto a la proliferaci¨®n de fauna extravagante suelta. Apenas apagados los (alarmados) ecos de la captura por los Mossos d'Esquadra de una pit¨®n de un metro y medio en la cocina de un barrio de la Trinitat barcelonesa el pasado domingo, efectivos del cuerpo de Agentes Rurales han atrapado hoy un bonito ejemplar de varano de la sabana en una parcela de la calle Emprius de Matadepera (Barcelona), que no es, desde luego, su h¨¢bitat natural. A falta de conocer las circunstancias exactas que han motivado que una pit¨®n y un lagarto africano merodeen por estas tierras como si estuvieran en casa podr¨ªa pensarse que algunos propietarios de animales ex¨®ticos no hacen distinci¨®n, llegado el verano y las vacaciones, entre abandonar al perro o al reptil. Como si los cocodrilos no lloraran.
En fin, los varanos son una familia de grandes lagartos carn¨ªvoros -los anglosajones los conocen como monitores- entre los que se cuentan criaturas tan fascinantes pero definitivamente a evitar como los dragones de Komodo, capaces de zamparse un venado e incluso (se han dado casos) a un hombre adulto despistado, con zapatos y todo. Afortunadamente, los varanos suelen estar en lugares distantes, la isla indonesia de Komodo, por ejemplo, a la que no llegas sin una gran decisi¨®n y gast¨¢ndote una pasta, el Nilo, los manglares de Santa Isabel, el Yemen o Bengala. Y digo suelen porque es moda en nuestro pa¨ªs adquirir algunas especies de varanos m¨¢s manejables (?) como mascotas.
Para esa finalidad uno de los preferidos es, efectivamente, el varano de la sabana (varanus exanthematicus), un bicho subsahariano robusto de fuertes patas, largas garras y dientes afilados, con una bonita lengua b¨ªfida azulada y algo chato. Puede emitir silbidos, lo que no resulta nada tranquilizador si encuentras uno por la calle. Los machos (para distinguirlos s¨®lo tienes que meterles mano y palparles los hemipenes, si te atreves) pueden llegar a medir un metro veinte de longitud y pesar cinco kilos y medio. Viven unos diez a?os. Les gusta ba?arse, especialmente en verano, como a todos, aunque suelen defecar en el agua (como algunos). Los terrarios reducidos les agobian y dado que su concepto de terrario reducido es muy el¨¢stico (viven en zonas des¨¦rticas) tienen tendencia a fugarse. Esta es una caracter¨ªstica a destacar como lo es el que, como todos los varanos, no son nada simp¨¢ticos, ni que te curres su amistad. Como consecuencia, suelen morder si los molestas y de nuevo su concepto de molestia suele ser muy laxo. En cautividad se les alimenta con presas vivas o reci¨¦n muertas, normalmente roedores. Tienen tendencia a la obesidad (como todos) y eso les acorta la vida. Tambi¨¦n se las acorta, de manera menos agradable para ellos, el comercio de su piel.
A los varanos de sabana les gusta cavar y eso explica que el de Matadepera se hubiera hecho una madriguera en un agujero bajo el pavimento del jard¨ªn de una casa. All¨ª fue observado por los comprensivamente alarmados propietarios que avisaron a la polic¨ªa. El varano viv¨ªa de lo m¨¢s ricamente saliendo s¨®lo de su escondite para tomar el sol. El animal fue capturado por los agentes rurales con el uso de una jaula trampa. Se especula con que haya escapado de alguna casa vecina o fuera abandonado. Seg¨²n los agentes, el animal parece estar adaptado a vivir en cautividad ya que no muestra agresividad en la jaula ni delante de la presencia de personas. Pero es mejor no fiarse.
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