Caricaturas entre rejas

Una sala pintada en gris y tres austeras l¨¢mparas conforman el espacio de la muestra Retratos desde la prisi¨®n, que se inaugur¨® ayer y permanecer¨¢ hasta el pr¨®ximo 12 de marzo en el centro Koldo Mitxelena de San Sebasti¨¢n.

La exposici¨®n suma caricaturas, retratos y dibujos de los ilustradores Pedro Antequera Azpiri (Madrid, 1892-1975) y David ?lvarez Flores (Madrid, 1900-1940) realizados en las c¨¢rceles franquistas durante la posguerra, cuya memoria quiere ahora rescatarse.

Para la diputada guipuzcoana de Cultura, Miren Aramburu, el gran valor de la exposici¨®n, adem¨¢s del art¨ªstico, "es la utilizaci¨®n del arte como veh¨ªculo para hacer frente a situaciones dram¨¢ticas, como una dictadura con la que sufri¨® mucha gente".

Los dos artistas retrataron a compa?eros de c¨¢rcel, entre ellos a Buero Vallejo

La exposici¨®n ha recuperado unas 60 obras realizadas por ambos autores

La muestra presenta cerca de 60 obras realizadas por estos dos artistas de vidas paralelas: madrile?os ambos, durante los a?os veinte y treinta desarrollaron gran parte de sus carreras profesionales en Guip¨²zcoa y en 1934 se instalaron en su ciudad natal. En la capital les sorprendi¨® el estallido de la Guerra Civil y cada uno luch¨® por sus ideales republicanos de distinta forma: Antequera realizaba caricaturas de corte pol¨ªtico, mientras que ?lvarez, quien morir¨ªa fusilado, se alist¨® en las Milicias Vascas Antifascistas.

Al comisario de la exposici¨®n, Mikel Lertxundi, le sorprende el ¨¢nimo con el que los dos encararon sus a?os en prisi¨®n tras la contienda y que adem¨¢s, las autoridades les permitieran pintar y exhibir sus trabajos en la c¨¢rcel del Conde de Toreno, en Madrid, donde coincidieron con pintores, m¨²sicos, arquitectos, escritores y profesores. Dos de ellos, el dramaturgo Antonio Buero Vallejo y el arquitecto Vicente Eced, autor del edificio El Capitolio de la Gran V¨ªa madrile?a, les sirvieron de inspiraci¨®n en un ejercicio de catarsis contra el sufrimiento entre rejas. De las caricaturas se desprenden las filias y las fobias entre el retratista y los retratados.

Una docena de dibujos de Antequera realizados a l¨¢piz en un papel tosco contrastan con el colorido y la calidad del resto. La raz¨®n es que al autor, quien pas¨® por las c¨¢rceles de Cu¨¦llar, en Segovia, y Las Comendadoras y Yeser¨ªas, en Madrid, hasta que fue puesto en libertad en 1943, su esposa no le pod¨ªa hacer llegar cuartillas y pinceles. Hab¨ªa que agudizar el ingenio con otros materiales.

"Es una exposici¨®n que invita a la reflexi¨®n; hay que ponerse en contexto. Muchos de ellos esperaban condena, algunos de fusilamiento, pero dibujaban con mimo", explica Lertxundi. Indagando en la vida de Antequera, el comisario de la antol¨®gica descubri¨® que David ?lvarez estuvo con ¨¦l en la c¨¢rcel. Los dos hijos de ?lvarez agradecieron ayer emocionados la posibilidad de que la obra de su padre escape del olvido.