Cuando respirar enferma
?Empeora las alergias? ?Aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares? Verdades y mentiras sobre c¨®mo afecta la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica a nuestra salud
El aire que respiramos nos puede enfermar o, en casos extremos, llevar a una muerte prematura. Diversos estudios cient¨ªficos han demostrado que reducir las emisiones contaminantes mejora dr¨¢sticamente la calidad de vida de la poblaci¨®n.
Hace unas semanas salt¨® la alarma social en varias ciudades espa?olas que sufrieron jornadas con altos niveles de contaminaci¨®n en el aire. No es para menos. Existen centenares de investigaciones epidemiol¨®gicas que eval¨²an los efectos adversos de la poluci¨®n en la salud humana. Respirar aire nocivo puede provocar un aumento en el n¨²mero de defunciones, de ingresos hospitalarios y de visitas a urgencias, especialmente por causas respiratorias y cardiovasculares.
Las part¨ªculas en suspensi¨®n PM0,1 llegan hasta la sangre
Un 15% del asma infantil podr¨ªa deberse al tr¨¢fico urbano
Hay una fuerte correlaci¨®n entre la diabetes adulta y la contaminaci¨®n
La contaminaci¨®n tambi¨¦n puede desencadenar un aumento de enfermedades cr¨®nicas que originan otras enfermedades y que acortan la vida de las personas que las padecen.
Los m¨¢s afectados por las emisiones artificiales son los ni?os, ancianos, mujeres embarazadas y personas que ya padecen enfermedades respiratorias (asma, EPOC) o cardiovasculares, y seg¨²n datos m¨¢s recientes, parece ser que tambi¨¦n los diab¨¦ticos, afirma Elena Boldo, investigadora del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.
Existe una relaci¨®n inversamente proporcional entre la gravedad de las consecuencias de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y la cantidad de poblaci¨®n de riesgo afectada. A medida que los efectos son menos graves, el porcentaje de poblaci¨®n afectada es mayor. Se sabe que los efectos debidos a la exposici¨®n cr¨®nica (efectos a largo plazo) pueden ser considerablemente m¨¢s importantes en t¨¦rminos de reducci¨®n de la esperanza de vida y morbilidad cr¨®nica, dice Ferran Ballester, profesor de la Universidad de Valencia e investigador en el Centro Superior de Investigaciones en Salud P¨²blica, de la Generalitat Valenciana, y en el CIBER en Epidemiolog¨ªa y Salud P¨²blica, del Instituto de Salud Carlos III.
Un d¨ªa aislado con altos niveles de contaminaci¨®n va a ocasionar principalmente efectos agudos, a corto plazo: mortalidad cardiovascular, un infarto, la reagudizaci¨®n de una enfermedad obstructiva pulmonar o la reducci¨®n de la funci¨®n pulmonar. Los resultados de estudios epidemiol¨®gicos indican que no existir¨ªa un umbral por debajo del cual no se pueda hablar de ausencia de efectos.
Cuando respiramos, introducimos en nuestro organismo m¨¢s de 10.000 litros de aire diarios y, con este, un c¨®ctel variable de gases, vapores y part¨ªculas en suspensi¨®n. Estas part¨ªculas producen inflamaci¨®n local respiratoria y a la vez son mediadoras en la inflamaci¨®n sist¨¦mica que se transmite a otros lugares del cuerpo. Tambi¨¦n aumentan los mecanismos del estr¨¦s oxidativo, un mecanismo celular de inflamaci¨®n, como explica Cristina Mart¨ªnez, coordinadora del ¨¢rea de medio ambiente de la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica (SEPAR) y especialista del hospital Central de Asturias.
Las part¨ªculas de di¨¢metro aerodin¨¢mico de 10 micr¨®metros (PM10) suelen llegar m¨¢s all¨¢ de la garganta y provocar s¨ªntomas de rinitis, tos, aumento de expectoraci¨®n y flemas, a?ade Mart¨ªnez. Las part¨ªculas finas, PM2,5, son m¨¢s t¨®xicas, pues su origen principal es antropog¨¦nico, procedente de los humos de los veh¨ªculos di¨¦sel. Pueden permanecer suspendidas en el aire semanas y llegar hasta los pulmones. Las part¨ªculas ultrafinas, con un di¨¢metro inferior a 0,1 micr¨®metros, pueden pasar del alv¨¦olo pulmonar a la sangre y alcanzar a otros ¨®rganos. Los niveles de part¨ªculas est¨¢n muy influenciados en Espa?a por la baja precipitaci¨®n y vientos de ventilaci¨®n respecto a pa¨ªses del norte de Europa.
Entre los gases da?inos destacan los di¨®xidos de nitr¨®geno, los compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles y los ¨®xidos de carbono. Tambi¨¦n se encuentran part¨ªculas de origen natural, como los aerosoles marinos, la erosi¨®n, la intrusi¨®n de polvo africano y de otras actividades humanas (canteras, obras, construcci¨®n, etc¨¦tera). Un contaminante secundario es el ozono troposf¨¦rico, una sustancia oxidante y que puede tener mayores concentraciones en los alrededores de las grandes ciudades que en su interior.
Algunos estudios experimentales indican que al mezclarse las part¨ªculas suspendidas y los gases con p¨®lenes y ¨¢caros aumentan la capacidad de estos ¨²ltimos de provocar alergias. Adem¨¢s, el paciente al¨¦rgico empeorar¨¢ si adem¨¢s del polen respira aire de mala calidad.
Mientras que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) estima en dos millones las muertes prematuras que cada a?o son atribuibles a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, en Espa?a se calcula que esta causa 16.000 muertes prematuras y que, reduciendo los niveles de part¨ªculas finas a 20 microgramos por metro c¨²bico, se evitar¨ªan m¨¢s de 11.000 fallecimientos.
Barcelona es, de entre varias ciudades europeas analizadas por el estudio de la Comisi¨®n Europea Aphekom (no ha incluido Madrid), una de las que tienen mayor ¨ªndice de contaminaci¨®n del aire. Seg¨²n los resultados del trabajo que se acaba de presentar y que en Espa?a ha coordinado la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona, la poluci¨®n contin¨²a causando da?os en la salud p¨²blica en Europa.
En las poblaciones estudiadas, reducir la media anual de PM2,5 hasta los criterios marcados por la OMS a 10 microgramos por metro c¨²bico aumentar¨ªa la esperanza de vida desde los 2,2 meses en M¨¢laga hasta los 13,7 meses en Barcelona. Tambi¨¦n aliviar¨ªa la econom¨ªa sanitaria (reducci¨®n del gasto sanitario, absentismo laboral, morbilidad, etc¨¦tera), algo que ya se consigui¨® con las regulaciones de la Uni¨®n Europea en la d¨¦cada de los a?os noventa para disminuir los niveles de di¨®xido de azufre.
El estudio europeo tambi¨¦n demuestra que vivir cerca del tr¨¢fico de carreteras aumenta sensiblemente el riesgo de enfermedades cr¨®nicas. En las 10 ciudades estudiadas, un 15% del asma infantil podr¨ªa deberse al tr¨¢fico urbano. "Por t¨¦rmino medio, un 30% de la poblaci¨®n de esas ciudades vive a menos de 75 metros de una carretera sobre la cual circulan m¨¢s de 10.000 veh¨ªculos diarios", destac¨® Nino K¨¹nzli, investigador del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental (CREAL).
De hecho, investigadores del CREAL publicaron en 2009 un trabajo que demuestra que si en Barcelona se redujera el nivel actual de part¨ªculas PM10 de 50 microgramos por metro c¨²bico a 40, se evitar¨ªan 1.200 muertes anuales, 390 ingresos por enfermedades respiratorias, 2.010 ingresos por enfermedades cardiovasculares y enfermar¨ªan 1.900 personas menos de bronquitis.
En Espa?a, el proyecto EMECAM-EMECAS estudi¨® la relaci¨®n a corto plazo de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en la poblaci¨®n de 16 ciudades espa?olas. El tipo de efectos y su magnitud depende del contaminante de que se trate y de los niveles que alcance. A incrementos diarios de 10 microgramos por metro c¨²bico en los niveles de PM10 le sigue un aumento en el n¨²mero de defunciones diarias de alrededor del 0,6% en los estudios europeos; en Espa?a se ha descrito un incremento del 1,5% en el n¨²mero de ingresos por causas cardiacas para dicho incremento de PM10, afirma Ferran Ballester. La directiva europea sobre calidad del aire establece que los niveles diarios de PM10 no deber¨ªan superar los 50 microgramos por metro c¨²bico.
Un reciente estudio publicado en The Lancet ha revisado las evidencias epidemiol¨®gicas sobre los desencadenantes de infarto de miocardio. El trabajo pone de manifiesto que a nivel individual, la exposici¨®n a algunos factores de riesgo como la coca¨ªna puede incrementar el riesgo de infarto en la persona hasta 23 veces; el riesgo individual asociado a exposici¨®n a contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es mucho m¨¢s bajo (un incremento del 2% al 5%, seg¨²n donde se viva).
Sin embargo, si consideramos el porcentaje de gente que est¨¢ expuesta a cada uno de estos riesgos (0,02% de la poblaci¨®n, a la coca¨ªna; el 100%, a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica), el porcentaje de infartos que pueden ser atribuidos ser¨ªa de alrededor del 1% para la coca¨ªna y de entre 2% y el 5% para la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, se?ala Ferran Ballester.
"El efecto de la exposici¨®n aguda a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica como desencadenante de infarto de miocardio ser¨ªa, en las ciudades m¨¢s contaminadas, similar a otros riesgos bien conocidos, como beber alcohol o caf¨¦, o las situaciones de irritaci¨®n o emocionales negativas", a?ade Ballester.
En comparaci¨®n con los adultos, los ni?os peque?os son m¨¢s vulnerables a los t¨®xicos ambientales debido a su inmadurez fisiol¨®gica (las v¨ªas a¨¦reas y los alv¨¦olos est¨¢n en pleno desarrollo) y de los mecanismos de defensa. Pero tambi¨¦n porque suelen estar m¨¢s tiempo expuestos a las emisiones nocivas. Como comienzan a inhalar aire contaminado en edades tempranas, los posibles efectos en su salud van a tener m¨¢s tiempo de vida para manifestarse y ver¨¢n reducida en mayor medida su longevidad.
Recientemente, tambi¨¦n se ha encontrado una fuerte correlaci¨®n entre la diabetes adulta y la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica por part¨ªculas finas (PM2,5), incluso en entornos con niveles inferiores de contaminaci¨®n a los fijados por la Agencia de Protecci¨®n Ambiental de Estados Unidos (EPA), seg¨²n revela un estudio epidemiol¨®gico nacional realizado por el Children's Hospital en Boston y publicado en la revista cient¨ªfica Diabetes Care.
Por cada 10 microgramos por metro c¨²bico de aumento de las PM2,5, la prevalencia de diabetes aumentaba en t¨¦rminos absolutos alrededor del 1,15%. Falta descubrir los mecanismos por los que se produce ese efecto.
Otro segundo trabajo del centro alem¨¢n de la diabetes en D¨¹sseldorf (Alemania) indicaba que las mujeres que viv¨ªan pr¨®ximas a v¨ªas con alto nivel de tr¨¢fico ten¨ªan el 15% m¨¢s riesgo de sufrir diabetes que las que viv¨ªan alejadas de esos focos de poluci¨®n ambiental.
![En Espa?a se producen cada a?o 16.000 muertes prematuras debido a la contaminaci¨®n; en el mundo, dos millones, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BIOJ466JPMM4EQVOPRKYN2OSPI.jpg?auth=5a94ed177c42869a876f13eb29fa69e2eebd43a6756b3d89bafa8b700a68b6eb&width=414)
?Mejor en bici?
Circular en bicicleta o caminar ayuda a aliviar los niveles de contaminaci¨®n del aire de las ciudades, pero ?es seguro para la salud? En general, durante media hora, un ciclista llega a inhalar dos veces m¨¢s dosis de contaminantes que si circula a bordo de un veh¨ªculo en medio del tr¨¢fico rodado, seg¨²n c¨¢lculos que hacen los investigadores. Pero, al igual que correr o caminar, proporciona protecci¨®n frente a numerosas enfermedades, explica Audrey de Nazelle, del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental (CREAL) de Barcelona. Esta investigadora trabaja en un estudio experimental en el que se registrar¨¢n las medidas de ozono y di¨®xidos de carbono ambientales mientras realizan o no actividades f¨ªsicas en distintas zonas de la capital catalana, as¨ª como marcadores de salud de los sujetos que participen en el estudio.
Dentro de la barriga
Vivir cerca de v¨ªas muy transitadas afecta a los fetos humanos. Expuestos a mayores niveles de di¨®xido de nitr¨®geno procedente del tr¨¢fico, los cient¨ªficos han observado que pesan 80 gramos menos de media entre las semanas 20 y 32 del embarazo. Son los resultados del primer estudio que eval¨²a el crecimiento fetal con ecograf¨ªas, realizado por el CREAL en Sabadell (Barcelona). "Todav¨ªa no hay consenso sobre por qu¨¦ ocurre esto. La contaminaci¨®n del aire podr¨ªa afectar a la implantaci¨®n de la placenta y al transporte de nutrientes y de ox¨ªgeno de la madre al feto", se?ala Inma Aguilera, responsable del trabajo publicado en Enviromental Health Perspectives (2010).
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