Condenado a dos a?os y medio de c¨¢rcel el due?o de un local de jazz de Granada por el ruido
La Audiencia inhabilita al due?o para trabajar en la hosteler¨ªa y cierra el 'pub' por delito contra el medio ambiente
La Audiencia Provincial de Granada ha condenado a un total de dos a?os y seis meses de prisi¨®n al propietario del club de jazz El Secadero, en Alhend¨ªn (Granada), por los ruidos ocasionados por el local desde que se abriera en 1994 que han provocado problemas de insomnio, ansiedad o irritabilidad a los vecinos de la urbanizaci¨®n colindante.
El tribunal, que lo considera autor de un delito contra el medio ambiente, lo inhabilita adem¨¢s para el ejercicio de actividades relacionadas con pub y espect¨¢culos l¨²dico-musicales, al pago de una multa de 4.560 euros e indemnizaciones de un total de 27.000 euros a los perjudicados por los ruidos. Asimismo, se ordena la clausura definitiva de El Secadero, que durante catorce a?os ha programado conciertos en vivo de jazz, cantautores o m¨²sica cl¨¢sica durante los fines de semana, servido de local de ensayo a las bandas granadinas y para la orgaizaci¨®n de talleres para mayores y ni?os.
En el fallo de la Secci¨®n Segunda, al que ha tenido acceso Europa Press, los magistrados consideran probado que Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Rodr¨ªguez abri¨® El Secadero, en el t¨¦rmino municipal de Alhend¨ªn, en un antiguo edificio con patio que hab¨ªa sido secadero de tabaco como pub de m¨²sica y con la intenci¨®n de realizar actuaciones en directo.
Una vez instalado el negocio, la explotaci¨®n y gesti¨®n la llev¨® a cabo S¨¢nchez Rodr¨ªguez desde 1994 hasta 2008, primero en nombre de una comunidad de bienes de la que formaba parte y despu¨¦s, desde que en 1997 se inscribiera en el Registro de Asociaciones, en nombre de 'Secadero Club de Jazz y Otras M¨²sicas', entidad que presid¨ªa. Desde el inicio de la actividad en 1994, los grupos musicales han ofrecido actuaciones en vivo en El Secadero, que abr¨ªa todos los d¨ªas salvo en invierno, cuando cerraba solo los lunes.
Las actuaciones en verano ten¨ªan lugar al aire libre, en el patio, mientras que en invierno se desarrollaban en el interior del establecimiento. Los espect¨¢culos comenzaban desde la medianoche y se prolongaban todos los fines de semana "hasta altas horas de la madrugada", a lo que se suma que muchos de los grupos que actuaban los fines de semana ensayaban durante la semana. Cuando no ten¨ªa actuaciones en vivo, consta en la sentencia, el pub ten¨ªa en funcionamiento los equipos de m¨²sica, con altavoces en el patio y en el interior que carec¨ªan de "limitador de sonido", seg¨²n el tribunal, que adem¨¢s se?ala que el local carec¨ªa tambi¨¦n "de cualquier tipo de insonorizaci¨®n".
Por ello, tanto los conciertos como los equipos musicales del establecimiento generaban un "alto ruido", que rebasaba el m¨¢ximo permitido por la normativa aplicable y que produc¨ªa, en consecuencia, "una contaminaci¨®n ac¨²stica constante, que se repet¨ªa noche tras noche y generaba una posibilidad de grave perjuicio para la salud de los vecinos que viven en las proximidades", concretamente en viviendas que se sit¨²an la urbanizaci¨®n 'Los ?lamos', algunas a poco m¨¢s de un metro, otras a unos cinco y el resto en un radio de entre 20 y 50 metros.
Insomnio y cambios de h¨¢bitos
A consecuencia de la exposici¨®n continuada a los "elevados" ruidos generados por El Secadero, los vecinos, sostiene la Secci¨®n Segunda, padecieron problemas de insomnio, irritabilidad y afectaci¨®n en el rendimiento de su trabajo, y se vieron obligados a cambiar sus h¨¢bitos de sue?o o la disposici¨®n de los dormitorios en sus casas. Algunos se vieron especialmente afectados, y se tuvieron que someter a tratamiento m¨¦dico, tomar antidepresivos o ansiol¨ªticos al tener diagnosticados s¨ªndromes ansioso-depresivos. Por ello, decidieron presentar "numerosos" escritos de queja y denuncia ante las instituciones desde 1994 en adelante.
Por otra parte se se?ala en la sentencia que el Ayuntamiento de Alhend¨ªn nunca hab¨ªa autorizado la actividad que desarrollaba El Secadero, cuyo propietario pidi¨® licencia para una "terraza de verano con m¨²sica ambiente y cocina", asegurando que s¨®lo iba a disponer de m¨²sica "para amenizar el interior" y "evitando posibles molestias a los vecinos".
El t¨¦cnico municipal inform¨® desfavorablemente la licencia de actividad "ante la falta de concreci¨®n de medidas de aislamiento ac¨²stico". No obstante, la falta de resoluci¨®n expresa en plazo del expediente llev¨® a que, a pesar de que el Ayuntamiento hab¨ªa decretado la clausura del local por clandestinidad, esa orden fuera declarada nula, al considerar los tribunales que exist¨ªa licencia "por silencio administrativo". En cualquier caso, el acusado s¨®lo ten¨ªa autorizaci¨®n "para la ficticia terraza con m¨²sica ambiental", y esa nulidad no le permit¨ªa el incumplimiento de los l¨ªmites legales de ruido, sostiene el tribunal.
Tras varias inspecciones, el 13 de junio de 2008, agentes del Seprona de la Guardia Civil y de t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, tras comprobar que segu¨ªa sin existir en el local ninguna medida de insonorizaci¨®n, hicieron una medici¨®n de los niveles de ruido, que alcanzaron los 52,6 decibelios, cuando el l¨ªmite se sit¨²a en 43,9. Por ello, el Juzgado de Instrucci¨®n 2 de Santa Fe acord¨® el 19 de junio de 2008 la clausura del Secadero, que permanece desde entonces cerrado.
Por ello, los magistrados entienden que el perjuicio a los vecinos fue de una gravedad suficiente" para considerar los hechos probados como un delito y no como una "mera infracci¨®n administrativa". De hecho, aluden los jueces al Tribunal de Derechos Humanos y a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que ponen de manifiesto las "graves consecuencias que la exposici¨®n elevada de ruidos tienen sobre la salud de las personas".
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