Hacia la excelencia universitaria o el vestido nuevo del emperador
Las palabras tienen un significado que puede pervertirse con el uso inadecuado. Una palabra puede perder su sentido original y pasar a ser un t¨¦rmino que esconde la incompetencia de los que lo utilizan. Como en aquel cuento infantil en que todos se admiran entusiasmados ante la belleza del vestido del emperador hasta que un ni?o, con su inocencia, descubre que va desnudo, la realidad puede disfrazarse a trav¨¦s del abuso del lenguaje.
En el ¨¢mbito universitario vivimos unos tiempos en que t¨¦rminos de profundo significado est¨¢n dejando de tener sentido. Parecen ser una coartada que oculta la falta de ideas, estrategias y liderazgo. El concepto rey es el de "excelencia", ya no el de "calidad", y esto mismo es significativo. Mientras universidades y ministerios pregonan el objetivo de "la excelencia" con su corolario de "evaluaciones", "ranking" y "competencia" en el mercado de la educaci¨®n superior, la realidad de su implementaci¨®n es un desprop¨®sito de burocracia, ineficiencia, incompetencia y desincentivaci¨®n.
Hace apenas dos meses, los profesores coordinadores de programas de doctorado de la Universidad espa?ola, dedicaron varias semanas a cumplimentar una farragosa solicitud denominada pomposamente "menci¨®n hacia la excelencia". Durante este periodo, nos hemos visto obligados a introducir una gran cantidad de informaci¨®n redundante, ya disponible en bases de datos de la administraci¨®n, o claramente irrelevante. De este proceso, nos queda la sensaci¨®n de que la herramienta se convierte en un fin en s¨ª mismo. A d¨ªa de hoy, muchos todav¨ªa no entendemos cu¨¢l es la utilidad de esta "menci¨®n hacia la excelencia", qu¨¦ se pretende con ella o cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias de su aplicaci¨®n a los doctorados universitarios actuales. Este es solo un ejemplo puntual, que nos incita a pensar que la Universidad necesita una reflexi¨®n profunda sobre su situaci¨®n y objetivos. Creemos que esta reflexi¨®n debe ir encaminada a reestablecer un modelo en que el profesorado universitario se dedique fundamentalmente a las tareas que tiene encomendadas y para las cuales se ha formado a lo largo de a?os de estudio y dedicaci¨®n, con esfuerzo propio y del erario p¨²blico. Estas tareas son: la docencia y la investigaci¨®n. Un buen equilibrio de este binomio ha sido hist¨®ricamente clave para conseguir una universidad de calidad. Sin investigaci¨®n universitaria, la docencia pierde actualidad, se anquilosa y la formaci¨®n de los estudiantes se deteriora notablemente. Por otra parte, sin una buena calidad docente, los egresados universitarios dif¨ªcilmente podr¨¢n emprender una carrera cient¨ªfica.
Somos conscientes de que la actual situaci¨®n econ¨®mica dificulta cualquier iniciativa que pretenda inyectar recursos en el binomio docencia-investigaci¨®n, pero mucho puede hacerse sin incrementar la inversi¨®n. Parte de los problemas que aquejan a la universidad son debidos a la inestabilidad de los marcos legales, a una burocratizaci¨®n excesiva y a la incapacidad de los gestores universitarios para marcar unas prioridades claras y actuar en consecuencia. Sorprende, por ejemplo, la avidez por enmendar los mecanismos de control de la calidad que se establecieron no hace m¨¢s de tres a?os. As¨ª, durante el per¨ªodo evaluado (2004-2009), los programas de doctorado han estado sujetos a tres normativas distintas. Todas estas modificaciones continuas de los reglamentos y las normativas a menudo se acumulan sin dejar el tiempo necesario para poder evaluar la adecuaci¨®n o no del marco anterior. Con cada cambio de Gobierno, aparece una nueva normativa, con su corolario de periodos transitorios y superposici¨®n de criterios. Es cierto que vivimos en un mundo en constante transformaci¨®n, pero ser¨ªa deseable que, al menos en el ¨¢mbito universitario, se alcanzasen acuerdos estables que eviten esfuerzos innecesarios y que permitan una programaci¨®n a medio y largo plazo de la actividad universitaria. La constante inestabilidad legal del sistema va en detrimento de su calidad.
Hoy en d¨ªa, la Universidad precisa de un marco legal estable con unos objetivos claros y alejados de la burocratizaci¨®n excesiva e innecesaria, que mantenga el equilibrio imprescindible entre docencia e investigaci¨®n y que, con responsabilidad y exigencia, aspire a alcanzar una elevada calidad media de la que pueda sobresalir la excelencia. Es necesario tambi¨¦n sentar las bases para una recuperaci¨®n de la confianza y el respeto hacia la labor y dedicaci¨®n del profesorado universitario, sometido a evaluaciones repetidas por todos los organismos p¨²blicos estatales y auton¨®micos.
En consecuencia, creemos que es prioritario arbitrar un sistema que permita identificar "la excelencia", a partir de "la calidad", con el m¨ªnimo grado de interferencia en las tareas propias del quehacer universitario. Todo ello deber¨ªa repercutir positivamente en un progreso estable del sistema universitario y, en ¨²ltima instancia, de la sociedad en su conjunto.
Adem¨¢s de Josefa Badia, coordinadora de doctorado en Biotecnologia, y Francisco Mestres (Gen¨¦tica), firman este art¨ªculo los siguientes coordinadores de doctorado de la Universidad de Barcelona: Pedro Romea (Qu¨ªmica Org¨¤nica),Josep Vives (Matem¨¢ticas),Susana Narotzky(Antropolog¨ªa Social), Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez(Nutrici¨®n y metabolismo), Arturo Rodr¨ªguez(Sociolog¨ªa), Pedro del Moral(Biodiversidad), Maria Izquierdo (Alimentaci¨®n y Nutrici¨®n), Antoni Vil¨¤ (Producci¨®n art¨ªstica),Antoni Remesar (EspacioP¨²blico y Regeneraci¨®n Urbana),Josep M. Mart¨ª (Dise?o), Albert Escuer (Qu¨ªmica Inorg¨¢nica Molecular),Mar¨ªa Teresa Galceran (Qu¨ªmica Anal¨ªtica del Medio Ambiente yla Poluci¨®n), Elvira G¨®mez (Electroqu¨ªmica: Ciencia y Tecnolog¨ªa),N¨²ria Llorca (Cienciay Tecnolog¨ªa de los Materiales),Rosa Pinto (Microbiolog¨ªa avanzada y Biotecnolog¨ªa), Jos¨¦ Guti¨¦rrez (Psicolog¨ªa cl¨ªnica y de la salud), C¨¦sar Coll (Psicolog¨ªa de la Educaci¨®n), Alberto Maydeu (Personalitad y Comportamiento), Vicen? Quera (Primatolog¨ªa), Teresa Vadri (Derecho yCiencia Pol¨ªtica), Anna For¨¦s (Educaci¨®ny sociedad), Carles Mart¨ªn-Closas (Ciencies de la Tierra), Ricardo P¨¦rez Tom¨¢s (Ciencias odontologicas), Irene Castell¨®n (Ciencia Cognitiva yLenguaje),Marisa Sotelo (Filolog¨ªa Hisp¨¢nica), Miquel Forcada (Historia de la Ciencia), Roger Gilabert (Ling¨¹¨ªstica aplicada), Liliana Tolchinsky (Ling¨¹¨ªstica te¨®rica, computacional y aplicada), Llu¨ªs Cifuentes (Llengua i Literatura Catalanes), Arturo Rodr¨ªguez (Sociolog¨ªa), Miquel Canals (Ciencies del Mar), Joan Perera (Did¨¢ctica de la Lengua y la Literatura), Enric Pol (Cienciesy tecnolog¨ªas delmedio ambiente), Amilcar Labarta (Nanociencias) y N¨²ria Bosch (Econom¨ªa).
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