Matrimonio de conveniencia: el lagarto y la orijama
La orijama, una planta end¨¦mica canaria, necesita que el lagarto engulla sus semillas para mantener su poblaci¨®n. C¨ªent¨ªficos investigan qu¨¦ pasa cuando estos reptiles son escasos o se extinguen
Esta es la historia de un matrimonio de conveniencia que lleva milenios funcionando, pero al que la humanidad se lo ha puesto muy dif¨ªcil. Los consortes, especies end¨¦micas de las islas Canarias, son una planta arbustiva llamada orijama y los lagartos del g¨¦nero Gallotia. Los t¨¦rminos de su relaci¨®n est¨¢n claros: la orijama -su nombre cient¨ªfico es Neochamaelea pulverulenta- da sus frutos a los lagartos, y estos, al digerirlos, dispersan las semillas.
Los problemas empezaron cuando los primeros 'canarios', que llegaron a las islas hace unos 2000 a?os, se com¨ªan los lagartos; en el siglo XV irrumpieron los conquistadores, con gatos y ratas. El resultado es que hoy muchas especies de Gallotia est¨¢n extintas o amenazadas. ?C¨®mo lleva su falta la orijama? Un grupo de investigadores de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (CSIC) estudia la situaci¨®n usando desde marcadores moleculares a min¨²sculas radio-mochilas para lagartos. Su trabajo arrojar¨¢ luz sobre c¨®mo coevolucionan estas especies.
Se equipa a los animales con min¨²sculas radio-mochilas para conocer lo que recorren
A Alfredo Valido, que ide¨® el proyecto, y a su colega Pedro Jordano les fascinan los lagartos Gallotia y sus relaciones con las plantas. No s¨®lo por su aspecto llamativo y el gran tama?o de algunas especies del g¨¦nero- la mayor, a¨²n superviviente, Gallotia stehlini, alcanza los 50 cent¨ªmetros-, sino porque son una versi¨®n canaria de los pinzones de Darwin en las Gal¨¢pagos. En cada isla evolucionaron especies diferentes de lagartos. Las de mayor tama?o, como Gallotia goliath, que seg¨²n indican los f¨®siles med¨ªa un metro y medio, se extinguieron. La mayor¨ªa de las especies gigantes restantes est¨¢n amenazadas -de hecho especies gigantes de El Hierro (G. simonyi), Tenerife (G. intermedia) y La Gomera (G. gomerana) se cre¨ªan del todo extintas, pero se han redescubierto algunos ejemplares en 1975, 1996 y 1999, respectivamente.
El caso es que los Gallotia de gran tama?o son los ¨²nicos dispersores de semillas de orijama; la planta depende de ellos para mantenerse en Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Las especies de Gallotia que a¨²n tienen buena salud son relativamente peque?as y no muy eficaces, ya que no comen los frutos de mayor tama?o.
Valido y Jordano llevan un a?o investigando c¨®mo se las arregla la planta con menos reptiles. Empezaron por estudiar la diversidad gen¨¦tica de las poblaciones actuales de orijama en distintas zonas e islas. Las semillas podr¨ªan ser dispersadas por la lluvia, por ejemplo, y tal vez sea esto lo que las est¨¦ manteniendo. Pero, de darse, esa dispersi¨®n no ser¨ªa tan eficaz, porque no las llevan a tanta distancia como los animales. A la larga la poblaci¨®n perder¨ªa riqueza gen¨¦tica y se volver¨ªa m¨¢s vulnerable.
Ahora comparar¨¢n la diversidad gen¨¦tica y la regeneraci¨®n natural de la planta en ¨¢reas con y sin lagartos. Se dice bastante m¨¢s r¨¢pido de lo que se hace: hay que delimitar las ¨¢reas, recopilar las semillas y hacer an¨¢lisis de ADN de forma que sea posible identificar la huella gen¨¦tica de cada una de las plantas, para luego comparar. En una hect¨¢rea puede haber un millar de plantas.
Los resultados servir¨¢n para saber d¨®nde habr¨ªa que tomar medidas de conservaci¨®n con m¨¢s urgencia. La situaci¨®n variar¨¢ entre islas en funci¨®n del estado de sus lagartos: "En Gran Canaria, donde est¨¢ el gigante stelhini, la dispersi¨®n de semillas es ¨®ptima; en Tenerife, donde la planta depende del peque?o gallotia tras la extinci¨®n de goliath, es sub¨®ptima; y en La Gomera, donde s¨®lo queda el muy peque?o caesaris, es pr¨¢cticamente inexistente", explican.
Adem¨¢s, para saber hasta d¨®nde llevan las semillas los animales, les colocar¨¢n unas diminutas mochilas con radiotransmisores deunos 0,35 gramos de peso. As¨ª conocer¨¢n su radio de acci¨®n. "Sabemos que las islas son ecosistemas fr¨¢giles, proclives a alta extinci¨®n de especies, pero con estudios como este entenderemos mejor cu¨¢les son las consecuencias de la extinci¨®n de interacciones ecol¨®gicas de las que tan estrechamente dependen estos fascinantes endemismos", dicen los investigadores.
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