La OMS reclasifica la emisi¨®n de los m¨®viles como "posible carcinog¨¦nico"
La organizaci¨®n no establece l¨ªmites peligrosos o seguros para el uso de los aparatos
Es la peor situaci¨®n posible: clasificar el uso de los m¨®viles como "posible carcinog¨¦nico". Esa es la conclusi¨®n a la que la Agencia Internacional para la Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer (IARC) ha llegado tras una semana en Par¨ªs. Lo complicado es la incertidumbre que genera: ni lo afirma tajantemente ni lo descarta, y los expertos no fijan un tiempo m¨¢ximo de uso, ni m¨ªnimo, para que sea peligroso, ni hacen recomendaciones espec¨ªficas sobre ello. De hecho, a la vez que defienden el cambio de la clasificaci¨®n (una escala de cinco niveles, en la que la nueva es un nivel 2b, justo el intermedio) afirman que "no est¨¢ claramente establecido que de hecho aumente el c¨¢ncer". O, como tambi¨¦n lo definen, "que hay reducida evidencia de carcinogenicidad en humanos, pero suficente en animales de experimentaci¨®n".
Por eso, ellos se limitan a constatar que en algunos ensayos, en particular el Interphone, que se ha llevado a cabo en Centroeuropa, hay un aumento de gliomas (un tipo de tumor cerebral muy poco frecuente) que se "puede atribuir" al uso de estos aparatos, y que "hay que seguir investigando".
Es la primera vez que un grupo de expertos de la OMS toma una decisi¨®n sobre estas emisiones. Hasta ahora, lo m¨¢s que se les hab¨ªa podido arrancar era que no hab¨ªa estudios concluyentes. Y, a ra¨ªz de las declaraciones que hicieron los representantes del organismo despu¨¦s, la situaci¨®n no ha variado mucho. "Es posible que variemos la clasificaci¨®n en cuanto haya nuevas evidencias", dijo uno de los expertos.
Tan confusa es la situaci¨®n que los expertos, con el director del IARC, Christopher Wild, en cabeza, en la teleconferencia posterior al anuncio se limitaron a decir que "debe ser el consumidor el que decida" qu¨¦ uso hace del m¨®vil a partir de ahora.
"Nosotros no hacemos recomendaciones; solo revisamos informes cient¨ªficos", afirmaron. De hecho, a pesar de su vinculaci¨®n con la OMS, dejaron en manos de esta organizaci¨®n que haga recomendaciones al respecto.
La conclusi¨®n ha tenido muy en cuenta estudios con animales, pero ni siquiera son capaces de proponer un mecanismo por el que estas emisiones, que se califican como no ionizantes, es decir, que no son capaces de alterar el ADN o de romper ¨¢tomos o mol¨¦culas, tienen este posible efecto cancer¨ªgeno. Los expertos solo admiten que se ha detectado "una d¨¦bil pero cierta evidencia de genotoxicidad", es decir, da?o en el genoma o en su expresi¨®n, aunque no se sepa c¨®mo se ha producido.
Adem¨¢s, los propios representantes del IARC admiten que "es posible" que las conclusiones no sean v¨¢lidas ahora, ya que como han revisado estudios de experimentos antiguos (dentro de lo que es antig¨¹edad en este campo, es decir, como mucho de 10 o 15 a?os) los efectos que se midieran ya no existan (o sean peores, se les olvid¨® decir), porque las nuevas tecnolog¨ªas de los m¨®viles pueden tener efectos diferentes. En lo que s¨ª fueron m¨¢s contundentes fue en admitir que aunque no suelen hacer p¨²blicos los resultados de las votaciones, "no hubo una gran oposici¨®n al informe". Tambi¨¦n en negar que las conclusiones del informe hayan podido estar mediatizadas por la presencia de expertos vinculados a las empresas de telecomunicaci¨®n. "Buscamos a los mejores, y les hicimos aclarar sus posibles conflictos de inter¨¦s antes de pedirles su opini¨®n", dijeron.
Del riesgo quedan excluidas las antenas en los tejados, ya que sus emisiones "son varias magnitudes inferiores", dijeron.
En la nueva clasificaci¨®n, las radiaciones de los m¨®viles est¨¢n en un grupo donde tambi¨¦n est¨¢n el caf¨¦, el cloroformo, muchos colorantes, el cobalto, el di¨¦sel de uso marino, la exposici¨®n a humos en el trabajo de los bomberos, el VIH o algunos virus del papiloma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.