Un pastor baptista de Kentucky veta la entrada en su iglesia a una pareja interracial
La mujer quiso presentar a su novio ante los feligreses de su parroquia
En junio, Stella Harville, de 24 a?os, regres¨® a casa para ense?arle a su prometido el lugar en el que creci¨® y, sin esperarlo, se encontr¨® rechazada por su parroquia por una cuesti¨®n racista. Stella estudia ingenier¨ªa ¨®ptica en una universidad de Indiana, pero de vez en cuando regresa a la peque?a localidad en la que naci¨® y se cri¨®, en el Condado de Pike, una zona rural al este de Kentucky, en los Apalaches. En esta ocasi¨®n trajo a su novio, Ticha Chikuni, de 29 a?os, nacido en Zimbabue y empleado por el Georgetown College de Kentucky.
El problema que Stella no supo anticipar es que ella es blanca y su novio es negro. Pens¨® que ser¨ªa una buena idea presentar a Ticha a los dem¨¢s feligreses de su iglesia, The Gulnare Freewill Baptist Church, de afiliaci¨®n Baptista de Libre Albedr¨ªo, una denominaci¨®n que hace especial ¨¦nfasis en el evangelismo y que no perdona la apostas¨ªa o la p¨¦rdida de la fe. Stella decidi¨® hacer una entrada triunfante, con una canci¨®n. Ella toc¨® el piano y Ticha cant¨® I Surrender All, un conmovedor tema cristiano.
El resultado fue el contrario al esperado: el veterano pastor, Melvin Thompson, le dijo a Stella que la parroquia no aceptaba los matrimonios interraciales y que no volvieran a presentarse all¨ª. Para ella, y para sus padres, veteranos feligreses en la misma iglesia, fue un duro golpe. A los dos meses, el pastor Thompson, ya anciano, dej¨® su puesto, pero se neg¨® a dejar el asunto inacabado. El mes pasado, ante las reiteradas protestas de la familia Harville, se dirigi¨® a la congregaci¨®n para pedir que se votara una resoluci¨®n sobre parejas de distintas razas.
Esa resoluci¨®n establec¨ªa que los matrimonios interraciales "no se aceptar¨¢n como miembros ni tomar¨¢n parte activa en los actos lit¨²rgicos", a excepci¨®n de los funerales. El diario local The Herald-Leader public¨® entonces fragmentos de ese texto, en el que se a?ad¨ªa que la prohibici¨®n no obedece a asuntos "relativos a la salvaci¨®n de nadie, sino que busca promover una mayor unidad entre los miembros de la iglesia". Unidad en la discriminaci¨®n, parece. La propuesta se someti¨® a votaci¨®n el pasado domingo. Solo seis personas votaron en contra. Nueve lo hicieron a favor. El resto se abstuvo. El racismo prevaleci¨® dentro de una peque?a iglesia, aparentemente perdida de la mano de dios, en pleno siglo XXI.
Han pasado solo 44 a?os desde que el Tribunal Supremo de EE UU ilegalizara las leyes que prohib¨ªan los matrimonios interraciales, un vestigio de la onerosa ¨¦poca del racismo y la esclavitud. Pero parece que ese casi medio siglo no haya transcurrido en aquella zona remota de Kentucky, donde es dif¨ªcil encontrar habitantes afroamericanos. Pronto, medios locales y nacionales se hicieron eco de la humillaci¨®n a la que se someti¨® a Stella y a Ticha. Ante la presi¨®n, el nuevo pastor, Stacy Stepp, ha dicho a los medios locales que est¨¢ seguro de que la prohibici¨®n se revocar¨¢ muy pronto.
La agrupaci¨®n que congrega a las iglesias de la misma rama que la de Kentucky, conocida como la Asociaci¨®n Nacional de Baptistas de Libre Albedr¨ªo, ha emitido un comunicado condenando la prohibici¨®n. "Hist¨®ricamente, hemos defendido los derechos y la dignidad de todas las personas, independientemente de su raza. Nuestra denominaci¨®n tuvo un papel muy activo en el movimiento de la abolici¨®n de la esclavitud, lo que da fe de ese hecho", ha dicho. "Muchas parejas interraciales son parte de iglesias Baptistas del Libre Albedr¨ªo. Son amadas, aceptadas y respetadas por todas sus congregaciones. Es algo injusto e incorrecto caracterizar a nuestra denominaci¨®n como racista".
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