Lo que se esconde tras los recortes en la educaci¨®n p¨²blica
La autora asegura que el tijeretazo en la ense?anza responde "a la idea de que la iniciativa privada es mejor que la p¨²blica"
Resulta una novedad que la educaci¨®n haya entrado en el debate p¨²blico. Llev¨¢bamos a?os sin discutir sustancialmente sobre ella. Los recortes que actualmente se est¨¢n produciendo en la educaci¨®n p¨²blica en algunas comunidades aut¨®nomas gobernadas por el PP, as¨ª como los movimientos de protesta que han suscitado, devuelven a la educaci¨®n al primer plano del foro p¨²blico (de hecho, es significativo c¨®mo la educaci¨®n ha aumentado en el ranking de preocupaciones ciudadanas, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del CIS). Aprovechemos esta oportunidad para discutir a fondo sobre la educaci¨®n que tenemos y sobre la que queremos. Tratemos de arrojar un poco de luz en un debate que no se suele caracterizar por su claridad. Para ello es importante plantearse qu¨¦ se esconde tras esos recortes. Argumento en este art¨ªculo que dichos recortes responden a un planteamiento de tipo ideol¨®gico sobre la educaci¨®n y satisfacen las demandas de unos intereses muy concretos. Tambi¨¦n expongo qu¨¦ consecuencias se pueden derivar de que se impongan dicha ideolog¨ªa e intereses en el conjunto del pa¨ªs.
Nueve de cada 10 colegios religiosos est¨¢n concertados
En primer lugar, el planteamiento ideol¨®gico. Los recortes no pueden entenderse como un ejercicio puramente contable, para disminuir el d¨¦ficit, sino que responden a una determinada visi¨®n de la educaci¨®n en la que la iniciativa privada es preferida a la iniciativa p¨²blica. Tomemos el caso de la Comunidad de Madrid, que ejemplifica muy bien lo que estamos tratando. Las declaraciones de la consejera de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid, Luc¨ªa Figar, el verano pasado en Italia en el congreso organizado por el grupo ultraconservador Comuni¨®n y liberaci¨®n revelan de forma muy precisa el planteamiento del PP en dicha comunidad. En ese foro, la consejera critica la, desde su punto de vista, excesiva intervenci¨®n del Estado en la educaci¨®n espa?ola y ensalza las virtudes de la iniciativa privada en este campo. Declara c¨®mo el Gobierno regional madrile?o ha incluido este a?o la deducci¨®n por gastos educativos en el impuesto sobre la renta de los madrile?os, y c¨®mo el principal objetivo de su consejer¨ªa es mejorar la educaci¨®n concertada, es decir, la educaci¨®n privada que obtiene fondos p¨²blicos. Se?ala c¨®mo ha sido prioritario para esta comunidad aumentar los conciertos, incluso a centros que, utilizando sus propias palabras, "ten¨ªan algunas dificultades dentro del programa de centros concertados". El programa electoral del PP madrile?o de 2011 da un paso m¨¢s y plantea un nuevo decreto de conciertos educativos que, entre otras cosas, fomente la autonom¨ªa de estos centros.
Las anteriores declaraciones vienen a confirmar lo que se aprecia en los datos del Ministerio de Educaci¨®n, puesto que la Comunidad de Madrid es una de las comunidades espa?olas con mayor porcentaje de alumnos de educaci¨®n no universitaria escolarizados en centros privados, un 43%. Adem¨¢s, esta comunidad es l¨ªder indiscutible en educaci¨®n privada sin concertar, que en esta regi¨®n asciende al 18%, a gran distancia de otras comunidades. Tambi¨¦n se observa que Madrid, con diferencia, es la comunidad que menos porcentaje de su PIB dedica a gasto p¨²blico en educaci¨®n, tan s¨®lo un 2,9%, cuando la media espa?ola es del 5%. A lo que hay que a?adir que, en esta comunidad, el porcentaje de dinero p¨²blico dedicado a conciertos educativos a la educaci¨®n privada supera la media nacional. Es decir, en Madrid, en comparaci¨®n con otras autonom¨ªas, la educaci¨®n privada tiene mucho m¨¢s peso, el gasto p¨²blico en educaci¨®n es m¨¢s exiguo y una parte mayor del mismo se dedica a conciertos privados.
La generalizaci¨®n del modelo de Madrid atentar¨ªa contra la igualdad de oportunidades
En segundo lugar, los intereses. Este planteamiento ideol¨®gico de la educaci¨®n, no solo refleja una determinada visi¨®n educativa, sino que responde a intereses muy concretos, los de la Iglesia. M¨¢s de la mitad de los colegios privados espa?oles pertenecen a la Iglesia. La Iglesia se beneficia enormemente de los conciertos educativos. Nueve de cada 10 colegios religiosos est¨¢n concertados (solo 6 de cada 10 colegios laicos). Una pol¨ªtica educativa cuyo objetivo primordial sea favorecer a la educaci¨®n privada y mejorar la educaci¨®n concertada beneficia, y mucho, a la Iglesia. La relaci¨®n de la Iglesia con la educaci¨®n no es un fen¨®meno nuevo en este pa¨ªs. Como tampoco lo es la relaci¨®n entre el PP (y su antecesor AP) y la iglesia en esta materia; estos partidos estuvieron siempre del lado de los intereses de la Iglesia. Hace medio siglo, el panorama educativo espa?ol era muy distinto al actual. La educaci¨®n p¨²blica ten¨ªa un car¨¢cter subsidiario de la iniciativa privada, principalmente en manos de la Iglesia. A lo largo de los a?os, la educaci¨®n p¨²blica fue ganando terreno, hasta llegar a ser mayoritaria como lo es hoy. Sin embargo, la Iglesia se ha resistido siempre a perder el inmenso poder que supone controlar la educaci¨®n de las generaciones m¨¢s j¨®venes. En su momento presion¨® para recibir subvenciones del Estado, aunque siempre trat¨® de escaparse al control de las autoridades p¨²blicas. El art¨ªculo 27 de nuestra Constituci¨®n, o la LODE de 1985, son buenos ejemplos de la tensi¨®n entre la Iglesia y el Estado en educaci¨®n. En todo caso, como resultado del lobby religioso, Espa?a es, seg¨²n datos de la OCDE, uno de los pa¨ªses con porcentajes de educaci¨®n privada y concertada m¨¢s altos (la educaci¨®n privada supone un 28% del total, correspondiendo a la concertada un 20%).
Por ¨²ltimo, las consecuencias. La generalizaci¨®n del modelo educativo de Esperanza Aguirre al resto del pa¨ªs supondr¨¢ una presencia cada vez mayor de la educaci¨®n privada en nuestro sistema educativo. Implicar¨¢ tambi¨¦n que la Iglesia vaya poco a poco recuperando poder sobre la educaci¨®n de nuestros hijos. Estos cambios tendr¨ªan, sin duda, consecuencias negativas en nuestro sistema educativo, puesto que atentar¨ªan contra la igualdad de oportunidades educativas. La educaci¨®n privada, incluida la concertada, es m¨¢s cara para las familias y acoge, por este y otros motivos, a un alumnado de un nivel socioecon¨®mico, como media, superior al de los centros p¨²blicos. Resulta especialmente sangrante c¨®mo los colegios concertados no est¨¢n respetando el esp¨ªritu de nuestras leyes; a pesar de que la legislaci¨®n vigente trata de que la educaci¨®n concertada no resulte m¨¢s cara que la p¨²blica para las familias, seg¨²n el INE, llevar a un hijo a la educaci¨®n concertada puede suponer unos 800 euros m¨¢s al a?o que llevarlo a la p¨²blica. Por tanto, apostar por la educaci¨®n privada y por los conciertos, as¨ª como dar m¨¢s autonom¨ªa a los centros concertados, supondr¨ªa polarizar socialmente la educaci¨®n. Por un lado, existir¨ªa un fuerte sector de educaci¨®n privada y concertada, que acoger¨ªa a los hijos de las familias m¨¢s acomodadas. En el otro extremo, una educaci¨®n p¨²blica residual, deteriorada, que ser¨ªa el refugio de las familias sin recursos o con determinados problemas de los que los centros privados no querr¨ªan hacerse cargo. En definitiva, los recortes en la educaci¨®n p¨²blica no pretenden solo sanear las cuentas; responden a la idea de que la iniciativa privada es mejor que la p¨²blica, tratan de devolver el control de la educaci¨®n a la Iglesia y pretenden polarizar socialmente la educaci¨®n. En este pa¨ªs ya hemos vivido esa situaci¨®n y optamos por otro modelo educativo, m¨¢s justo desde el punto de vista social. Podr¨ªamos tratar de mejorarlo, empezando por controlar mejor a los centros privados concertados, en vez de dar pasos hacia atr¨¢s.
Mar¨ªa Fern¨¢ndez Mellizo-Soto es profesora de sociolog¨ªa de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid.
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