Los hombres prehist¨®ricos se hac¨ªan colchones de paja para dormir hace 77.000 a?os
El hallazgo, en un yacimiento arqueol¨®gico de Sud¨¢frica, muestra que los prehist¨®ricos utilizaban plantas con efecto insecticida y quemaban peri¨®dicamente los jergones seguramente para desinfectarlos
Los hombres prehist¨®ricos eran capaces de dotarse de unas m¨ªnimas condiciones de comodidad e higiene, a la vista del hallazgo, en un refugio en Sud¨¢frica, de unas colchonetas hechas hierbas, juncos y hojas que se han datado en 77.000 a?os de antig¨¹edad (a modo de refrencia: las pinturas de Altamira tienen en torno a 15.000 a?os). Algunas plantas, adem¨¢s, parecen elegidas entre especies conocidas en la medicina tradicional por contener compuestos de efecto insecticida y larvicida, por ejemplo repelentes de mosquitos. Adem¨¢s, los restos indican que las colchonetas fueron quemadas peri¨®dicamente, tal vez con fines higi¨¦nicos: luchar contra plagas y destruir la basura. Son vestigios muy significativos del comportamiento cultural complejo de la humanidad anat¨®micamente moderna antes de la ¨²ltima ola migratoria desde ?frica de estos antepasados nuestros directos. Las colchonetas coinciden temporalmente en los yacimientos surafricanos con otros indicios de pr¨¢cticas avanzadas, como la utilizaci¨®n de cuentas de concha, las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a los instrumentos de piedra, la preparaci¨®n de trampas para animales y la fabricaci¨®n de arcos y flechas.
Los colchones descubiertos ahora son, con mucho, los m¨¢s antiguos que se han encontrado, con 50.000 a?os m¨¢s que los que se conoc¨ªan hasta ahora.
Al menos 15 capas diferenciadas de colchonetas de material vegetal apelmazado han encontrado los cient¨ªficos en el refugio de Sibudu, situado en un acantilado sobre un r¨ªo, 40 kil¨®metros al norte de Durban y a 15 de la costa del oc¨¦ano ?ndico. La localizaci¨®n del refugio es importante porque muchas de las plantas utilizadas en la preparaci¨®n de los jergones crecen exclusivamente en entornos acu¨¢ticos, lo que descarta que se trate de plantas crecidas in situ y aplastadas. Los humanos prehist¨®ricos subieron las hojas, hierbas y juncos hasta su refugio y se prepararon colchonetas para dormir y para vivir m¨¢s c¨®modamente, afirman los cient¨ªficos que investigan el yacimiento arqueol¨®gico, liderados por Lyn Wadley (Universidad de Witwatersrand, en Johannesburg). Presentan los ¨²ltimos descubrimientos en la revista Science.
Los colchones est¨¢n apelmazados, superpuestos unos a otros (hasta 15 capas de varios cent¨ªmetros de grosor cada una se han identificado) en un grueso sedimento que se extiende entre uno y tres metros cuadrados. Los cient¨ªficos han hecho an¨¢lisis de dataci¨®n y afirman que corresponden a una ocupaci¨®n del refugio en cuesti¨®n durante 40.000 a?os (de hace 77.000 a?os hasta hace 38.000). La selecci¨®n de las especies utilizadas para hacerlos, "sugiere que los habitantes primitivos de Sibudu conoc¨ªan las plantas del entorno de su refugio y eran conscientes de sus usos medicinales", se?ala Wadley. "Las hierbas medicinales aportar¨ªan ventajas para la salud humana y la utilizaci¨®n de plantas contra los mosquitos a?ade una nueva dimensi¨®n a nuestro conocimiento del comportamiento humano hace 77.000 a?os". Los cient¨ªficos han reconocido, por ejemplo, restos de Cryptocarya woodii, especie arom¨¢tica cuyas hojas aplastadas emiten compuestos qu¨ªmicos repelentes contra los mosquitos, que siguen presentes en las pr¨¢cticas tradicionales africanas con el mismo uso.
"Aquellos habitantes del pasado har¨ªan la recolecci¨®n de juncos en las orillas del r¨ªo uThongathi, justo bajo Sibudu, y las extender¨ªan luego en el suelo del refugio haciendo jergones que servir¨ªan no s¨®lo para dormir, sino que tambi¨¦n proporcionar¨ªan una superficie confortable para la vida diaria y para trabajar", a?ade Wadley. Las pr¨¢cticas dom¨¦sticas parece que no se acaban ah¨ª, sino hab¨ªa un mantenimiento de las colchonetas, ya que los restos indican que eran quemadas peri¨®dicamente in situ, seguramente para eliminar plagas y preparar una nueva capa de hierbas y hojas frescas.
Al estudiar el yacimiento, los cient¨ªficos se dieron cuenta de que la ocupaci¨®n del refugio de Sibudu se intensific¨® hace unos 58.000 a?os, con mayor densidad de capas de jergones, m¨¢s restos de fogatas, m¨¢s dep¨®sitos de restos y m¨¢s piezas de artefactos de piedra en el yacimiento. Wadley y sus colegas argumentan que ese incremento de ocupaci¨®n corresponde al cambio demogr¨¢fico en ese continente en aquella ¨¦poca. Hace unos 50.000 a?os los humanos modernos, nuestra especie, empezaron a salir de ?frica y acabar¨ªan reemplazando a las formas arcaicas de Homo sapiens en Eurasia, incluidos los neandertales.
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