Los que perdieron
?Qu¨¦ se siente cuando hay una debacle como la que ha afectado al PSOE? ?Qu¨¦ piensan sus militantes y dirigentes? ?C¨®mo se recuperan de las heridas?
Dec¨ªa Kipling: "Si conoces el triunfo y la derrota / y tratas de igual a los dos impostores...".
Son palabras; la realidad es m¨¢s dura. Ahora hay miles de socialistas espa?oles, por ejemplo, que buscan las razones de la p¨¦rdida m¨¢s grave de su historia en la actual democracia. Nunca hab¨ªan perdido tanto; jam¨¢s las palabras debacle, desastre, cat¨¢strofe, hab¨ªan sido asociadas con tanta naturalidad a sus siglas.
Aunque unos (110 en las elecciones generales) hayan ganado, hubo miles que perdieron en toda Espa?a. Perdi¨® el partido. ?C¨®mo se han sentido los perdedores?
Mal, se han sentido mal. Ni Kipling sirve de consuelo, son palabras. Es una derrota contundente, y va al coraz¨®n del partido, pero sobre todo va al coraz¨®n de las personas. Tampoco, como dice la diputada orensana Laura Seara, sirve que sea mal de muchos, pues, en efecto, "este es un consuelo de tontos".
La noche del 22-M, cuando las elecciones del pasado mayo, la cara de la derrota (que comenz¨® ah¨ª, en las municipales y auton¨®micas) la dio Elena Valenciano, que organiz¨® esa campa?a y reincidi¨® luego en la de las generales, con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba como candidato.
La noche del 22-M, la cara de la derrota la dio Elena Valenciano
Aquella mujer joven parec¨ªa al borde de un abismo. Cuando el desastre del 20-N estaba m¨¢s rehecha. ?Acaso ten¨ªa m¨¢s asumida esta derrota? "Es que la verdadera derrota fue la de mayo. La p¨¦rdida de los Gobiernos auton¨®micos y locales era el peor castigo para el PSOE". Y su cara reflej¨® el estado del alma. "El golpe fue dur¨ªsimo y yo sab¨ªa que anticipaba el resultado de las generales". Por eso se le ve¨ªa el 20-N como aliviada. "Es un sentimiento dual y contradictorio. Uno es: me voy y abandono; y el otro es: ahora, m¨¢s a fondo, con m¨¢s motivos. Nos han ganado, pero no estamos vencidos. Si rechazas la autocompasi¨®n, te llenas de moral".
Pero la tristeza est¨¢ ah¨ª. Eduardo Madina, el segundo jefe parlamentario, recurre a la poes¨ªa, tambi¨¦n. El sentimiento es "tristeza. Una sensaci¨®n extra?a de un enorme trabajo hecho sin fruto. Sudores sin fruto, que dir¨ªa Lorca". Pero, ?y ganas de irse, de que te trague la tierra? ?C¨®mo se siente el derrotado? "Se siente en una atm¨®sfera de derrota electoral, que pasa por uno mismo en tanto que pasa por todos. En contra de lo aparente, la derrota tambi¨¦n puede servir para reforzar los lazos de v¨ªnculo interno". El poema de Kipling. ?Se relativizan de veras la victoria y la derrota? "Simplemente pienso que vendr¨¢n tiempos mejores si sabemos hacerlo bien".
Mercedes Gallizo, que ya no ser¨¢, como en los ¨²ltimos siete a?os, directora general de Instituciones Penitenciarias, ha sentido "un dolor difuso, en el que confluyen varias cosas: pesar por no haber podido hacer cosas que se deb¨ªan hacer y que quiz¨¢ no se hagan ya. Una sensaci¨®n amarga por abandonar a algunos presos y a sus familias". Y sinti¨® tambi¨¦n, en lo que llama "la alegor¨ªa de la derrota", "una sensaci¨®n de vac¨ªo que me costar¨¢ llenar porque he vivido quiz¨¢ demasiado intensa y apasionadamente estos a?os, en los que he convertido el trabajo que hac¨ªa en parte esencial de mi vida".
?Se aprende m¨¢s de una derrota que de una victoria? "Las derrotas nos ense?an que no basta con poner buena voluntad en las cosas que haces, hay que tener una inteligencia estrat¨¦gica, que no siempre tenemos... Lo que pasa es que en esta coyuntura endiablada en la que estamos quiz¨¢ deb¨ªamos haber hecho algunas reflexiones de fondo que no hicimos, en lugar de dejarnos llevar por la ola que todo lo arrasa. Pero reconozco que era dif¨ªcil", piensa Gallizo.
A Madina le pregunt¨¦ qu¨¦ tal estaba el estado de su alma (no de su alma pol¨ªtica). "Bien. Mi sensaci¨®n es de haber dado todo lo que ten¨ªa en estos a?os de diputado y en esta ¨²ltima campa?a electoral. Eso me tranquiliza, s¨¦ que hice todo lo que pod¨ªa en mi campo de responsabilidad. Eso tranquiliza mi alma". Ram¨®n J¨¢uregui, ministro de la Presidencia, que lleva desde el Gobierno el traspaso de responsabilidades con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, dice de esa noche de la gran derrota: "Dorm¨ª bien; me sab¨ªa las expectativas, as¨ª que dorm¨ª bien".
Eduardo Madina: "Tristeza. Una sensaci¨®n extra?a de un enorme trabajo hecho sin fruto".
?Y qu¨¦ reflexiones se hizo? "El resultado electoral iba a dar un castigo a la gesti¨®n de la crisis. Creo que ha habido cierta incomprensi¨®n general; pero no culpo a nadie, me culpo a m¨ª mismo, no supimos trasladar la gravedad de la crisis...". Y ahora lo que le preocupa es "si la izquierda sabr¨¢ abordar en Europa su reciclaje, o va a dejar que la gente crea que la derecha es la que puede resolver lo que pasa".
Como en un famoso dicho que divulg¨® el poeta Mario Benedetti, J¨¢uregui considera que "a la sociedad, y a la izquierda", le cambiaron las preguntas cuando cre¨ªa saberse las respuestas. ?Y qu¨¦ se hace, en concreto, con la derrota? "En mi caso, es una oportunidad para reflexionar, para recuperar un ritmo de vida m¨¢s natural, restablecer la conexi¨®n con la familia". ?C¨®mo ha sufrido otras derrotas? "Para m¨ª, una derrota es hasta un malentendido. Trato de aclararlo, y por eso trato de aclarar las derrotas".
?Qu¨¦ es perder? Manuel Cruz, fil¨®sofo: "El lenguaje de las victorias y las derrotas evoca, inequ¨ªvocamente, el lenguaje b¨¦lico o, en su defecto, el deportivo... En la l¨®gica de la guerra, la derrota no se contempla. Tanto es as¨ª que tradicionalmente al vencedor que perec¨ªa en la batalla y, por tanto, no pod¨ªa disfrutar de los resultados de su victoria, se le recompensaba con la gloria". Pero la poes¨ªa (Kipling, Wilde, Bishop, tantos...) alerta a favor del consuelo, una oportunidad de aprender... "Probablemente, para consolar a tantos derrotados como en la historia han sido se ha ido elaborando una est¨¦tica que contrapesa la obscenidad de la victoria. Me refiero a la est¨¦tica del perdedor, que tanta fortuna ha hecho en la historia de la literatura y, sobre todo, del cine".
?Y c¨®mo se queda el pol¨ªtico derrotado? Dice Cruz: "En la medida en que el pol¨ªtico se cree un ser especial (y en la medida en que act¨²e como tal, se convierte realmente en un ser especial), un cuestionamiento tan radical de su identidad como es una derrota implica un cuestionamiento de todo ¨¦l por entero... F¨ªjate que nosotros podemos decir de un pol¨ªtico que est¨¢ muerto pol¨ªticamente dando a entender con tan siniestra expresi¨®n que, en efecto, su imagen p¨²blica (su ser) ha sufrido un da?o irreversible, fatal".
No se sienten as¨ª, o no lo dicen con palabras a¨²n. Justo Zambrana, que ha sido hasta ahora subsecretario de Interior y tiene un largo curr¨ªculo que culmina con ese puesto y con la publicaci¨®n de un libro, El ciudadano conforme, reflexiona sobre el momento de la derrota: "Tambi¨¦n en los sentimientos hay descuento. Cuando las cosas se esperan, el golpe inmediato es menor". Como Elena Valenciano, dice que "fue casi peor la noche del 22 de mayo". "Para quienes venimos de muchos a?os en el partido, la p¨¦rdida de los referentes territoriales es peor que la p¨¦rdida del Gobierno de la naci¨®n". ?Y qu¨¦ se pierde, adem¨¢s? "La actividad pol¨ªtica es muy invasiva de la persona. No en vano la pol¨ªtica vino a sustituir las necesidades humanas que antes hab¨ªa cubierto la religi¨®n. Lo que pierdes es tu capacidad de proyecci¨®n vital, algo muy constituyente de tu propio yo".
J¨¢uregui: "No culpo a nadie, me culpo a m¨ª mismo. No supimos trasladar la gravedad de la crisis..."
Pero ah¨ª queda una herida despu¨¦s de una p¨¦rdida. "Con el nivel de implicaci¨®n que he dicho, las p¨¦rdidas siempre se somatizan y por consiguiente duelen. Se duerme poco y se pasa mal. La salvaci¨®n viene siempre por las ganas de reaccionar. Es la eterna capacidad de reorganizaci¨®n de la vida".
Lo dice Kipling: "Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida...". "Las desilusiones", apunta Zambrana, "las generan las personas, nunca los hechos. Las desilusiones vienen por otras cosas y por otros caminos. Aqu¨ª habr¨ªa que hablar m¨¢s de preocupaci¨®n o de angustia. A ellas les sucede la depresi¨®n, que es mortecina, o un cabreo activo, que anuncia m¨¢s vida".
Jorge Tiz¨®n, psiquiatra, catedr¨¢tico, autor de D¨ªas de duelo, lo entiende as¨ª: "Perder siempre, y perder algo que uno quiere mucho, desencadena siempre procesos de duelo. Siempre. El problema que tienen los pol¨ªticos es que casi nunca pueden hacer el duelo. En parte, por lo alterada o corrompida que est¨¢ la democracia actual, y en parte, por lo complicado que es hacerlo desde su condici¨®n pol¨ªtica".
Esa aceleraci¨®n continua del ser pol¨ªtico les impide seguir, cree el psiquiatra, "vivir las fases de duelo. No pueden dejarse llevar por el duelo cuando llega el momento del impacto. Y lo tuvieron, a pesar de que en el PSOE lo esperaban. Pero el siguiente momento, que es el de la rabia, la ira, la culpa, la desesperaci¨®n y otra vez la euforia ('?de esto vamos a salir!'), no lo pueden expresar porque la pol¨ªtica est¨¢ falseada".
Algo de eso hay en la reflexi¨®n de Rafael Rom¨¢n, que aspir¨® a alcalde de C¨¢diz, y tiene una larga trayectoria pol¨ªtica, desde el antifranquismo. "Una derrota de la magnitud de la del 20-N te deja como si hubieras malgastado una parte de tu vida. Observas que las ideas por las que has luchado van en retroceso en la ciudadan¨ªa a la que te has dirigido durante muchos a?os. La gente te ha vuelto la espalda y te queda un vac¨ªo enorme". Y no solo eso. "Es una derrota muy compartida, pero es una derrota vital, incluso en el caso de que t¨² no seas el protagonista de la misma. La considero una derrota propia. Y me echo en cara algunos de mis silencios".
Rom¨¢n considera que "la derrota es m¨¢s humana que la victoria. De las derrotas se aprende. Te hacen crecer. De las victorias no se aprende nada. Cuando ganas, te tienes que defender de la multitud de arribistas que corren en ayuda del vencedor. Son los mismos que salen huyendo en la derrota".
Manuel Cruz, fil¨®sofo: "Dado que el pol¨ªtico se cree un ser especial, la derrota implica un cuestionamiento de todo ¨¦l por entero"
S¨ª, hay duelo, dice Rom¨¢n. "Y unas enormes ganas de volver a empezar". Laura Seara, secretaria de Igualdad de su partido, lo dice enseguida: "La sensaci¨®n que me dej¨® la derrota la he borrado. Un d¨ªa de duelo, y borrada. Perder siempre es duro, incluso en situaciones previsibles como la que vivimos en el PSOE, porque ante la crisis tomamos decisiones dif¨ªciles de explicar y que encima no resultaron lo eficaces que se esperaba. Pero, hecha la autocr¨ªtica, hay que mirar hacia delante, reafirmarse en lo que una piensa y seguir peleando por ello".
El duelo justo, y se impone lo que dec¨ªa Kierkegaard: uno est¨¢ condenado a vivir hacia delante y revisar hacia atr¨¢s. Lo dice Mar¨ªa Gonz¨¢lez, cabeza de lista por Murcia y secretaria de Innovaci¨®n del PSOE: "Perder ser¨ªa no empezar a trabajar desde el mismo d¨ªa 21 de noviembre para recuperar la confianza de la ciudadan¨ªa". Pero perder es perder. "Pero es cierto que las derrotas generan oportunidades... M¨¢s que un consuelo, yo veo una oportunidad para la mejora, la autocr¨ªtica y la reflexi¨®n". Ella lo hace. "Ante las dificultades siempre me levanto y sigo con m¨¢s fuerza". Pero es muy frustrante. Una vocaci¨®n que te asoma al abismo de derrotas como esta. ?Vale la pena, Mar¨ªa? "?Por supuesto, porque es una pasi¨®n, lo haces con vocaci¨®n, por convencimiento...! Me afili¨¦ a las Juventudes Socialistas con 15 a?os, tras la derrota de Felipe Gonz¨¢lez [en 1996], con la ilusi¨®n de aportar a futuras victorias que vinieron".
Las ganas vuelven despu¨¦s del duelo. Dice Jorge Tiz¨®n: "Los pol¨ªticos est¨¢n obligados a decir '?lo superaremos!' A¨²n no lo han hecho en el PSOE porque la debacle ha sido muy gorda... Pero en alg¨²n momento, muchos de los que han perdido sentir¨¢n que han perdido tambi¨¦n parte de su identidad. Tienen que hacer el duelo para poder crecer".
?Y qu¨¦ cara se le queda al perdedor, profesor Tiz¨®n? "Yo vi la cara de Zapatero. Como somos mediterr¨¢neos, no podemos disimular del todo las caras. No hemos tenido la dura cultura de los guerreros de las praderas norteamericanas... A Zapatero lo he visto en algunos momentos realmente triste, le he visto un cambio de actitud corporal importante. Esa rigidez es tristeza. Y eso se ha visto en muchos pol¨ªticos que han perdido. Cuando no hay esa rigidez, se ve altaner¨ªa, distancia. Pero en este caso he visto rigidez". ?Y no ser¨¢ cierto, entonces, que perder no importa tanto? "?Y un cuerno. Importante es perder hasta un partido amistoso!".
Rafael Rom¨¢n: "Una derrota de la magnitud de la del 20-N te deja como si hubieras malgastado una parte de tu vida"
Dice Luisa Seara: "Tal vez perdiendo se aprenda a no olvidar". Y Madina: "No, en mi caso no hay derrotas dulces. Todas ellas son amargas". Gallizo: "Coyunturalmente es m¨¢s enriquecedor el fracaso que el ¨¦xito cuando no compartes el rumbo que toman las cosas". Zambrana: "Perder solo tiene sentido si supone reorganizarse para volver a ganar". Rom¨¢n: "Ninguno de los corredores podemos bajarnos de la bicicleta, pero gente de refresco debe coger la cabecera. El jefe de filas tiene que ser otro".
?Qu¨¦ pens¨® Elena Valenciano despu¨¦s de reconocer la derrota, en aquella comparecencia p¨²blica que parec¨ªa un punto final? "Tras la tensi¨®n de la rueda de prensa es cuando te haces consciente de lo que significa lo que t¨² misma has dicho y es entonces cuando te duele a ti".
A todos les vendr¨¢ bien el poema de Elizabeth Bishop: "El arte de perder no es muy dif¨ªcil; / tantas cosas contienen el germen / de la p¨¦rdida, perderlas no es un desastre (...) / aunque pueda parecer (?escr¨ªbelo!) un desastre".
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