Manuel Jal¨®n, inventor de la popular fregona
El empresario ha muerto en Zaragoza a los 86 a?os Emprededor nato, pose¨ªa tambi¨¦n otras patentes como la jeringuilla desechable
Manuel Jal¨®n Corominas (Logro?o, 1925) puede pasar a la historia como muchas cosas, pero sin duda una de las que m¨¢s orgulloso se sentir¨ªa es por haber sido un empresario humanista. Una humanidad caracterizada, entre otras cosas, por una coqueter¨ªa que le imped¨ªa rebelar su edad casi desde sus a?os mozos. Zaragozano de adopci¨®n pese a su origen riojano, con dos guerras a sus espaldas ¨Cla civil espa?ola y la ¡°segunda¡± mundial¨C que le marcaron notablemente, se embarc¨® en el Ej¨¦rcito del aire, lo que no s¨®lo le permiti¨® titularse como ingeniero aeron¨¢utico, sino ser uno de los primeros t¨¦cnicos espa?oles que a principios de los cincuenta se desplaz¨® a Estados Unidos para traerse desde all¨ª los primeros ¡°aviones a reacci¨®n¡± que utilizar¨ªa el ej¨¦rcito espa?ol.
Pero no s¨®lo se trajo los reactores. Como buen observador, se empap¨® de las formas de vida de una sociedad que terminar¨ªan imponi¨¦ndose en el mundo entero durante las d¨¦cadas siguientes.
Emprendedor nato, fue un adelantado a lo que a?os m¨¢s tarde se impondr¨ªa tambi¨¦n como f¨®rmulas magistrales de creaci¨®n y gesti¨®n empresarial. En aquella ¨¦poca no exist¨ªa Silicon Valley, pero como un adelantado ma?o a las aventuras de Steve Jobs o Bill Gates; en un taller del centro de Zaragoza, en 1956, cre¨® uno de los inventos espa?oles m¨¢s famosos: la fregona. Es curioso que dos de los principales inventos comerciales espa?oles, que m¨¢s vueltas handa dado por el mundo, est¨¦n basados en un palo: la fregona y el chupa-chups. En realidad se trataba de una mejora de los modelos americanos, adapt¨¢ndolos a las necesidades y los gustos espa?oles. Eran m¨¢s peque?as, bonitas y econ¨®micas y en poco tiempo de mucho menor peso ya que les alcanz¨® de lleno la invasi¨®n del pl¨¢stico de aquellos a?os.
No pas¨® mucho tiempo hasta que la fregona se vio desplazada en la facturaci¨®n de su compa?¨ªa, Rodex, por los art¨ªculos de pl¨¢stico para el menaje. Y tampoco tard¨® mucho en crear otra compa?¨ªa Fabers¨¢nitas, que se encarg¨® de repartir tambi¨¦n por medio mundo las primeras jeringuillas desechables.
Y si como emprendedor fue un adelantado por sus innovaciones, no se que daban a tras sus observaciones de la realidad y sus cr¨ªticas a una clase pol¨ªtica que consideraba demasiado vinculada a las profesiones te¨®ricas y administrativas. A finales de los ochenta, criticaba la escasa presencia de empresarios en el Congreso y le gustaba preguntar por el n¨²mero de empleos que hab¨ªan creado los miembros del Congreso y el Senado.
Con el paso del tiempo, Rodex pas¨® por manos holandesas, (1989, BSM) norteamericanas, (1999, Rubbermaid) y desde 2005 pertenece a European Plastic Group, filial del grupo empresarial familiar israel¨ª, Keter.
Manuel Jal¨®n ha muerto este viernes a los 86 a?os, un a?o despu¨¦s de publicar su libro Manual para la otra vida, fruto de ¡°a?os y a?os de razonamiento¡± seg¨²n comentaba a finales de 2010, cuando volv¨ªa a reconocer su suerte de haber pasado la infancia en el campo, cerca de la naturaleza, contemplando los milagros cotidianos que le llevaban a preguntarse el porqu¨¦ de las cosas.
Un compa?ero del diario La Rioja titulaba acertada y premonitoriamente su comentario del libro con una pregunta: ?Habr¨¢ fregonas en el cielo? Es probable que su creador lo est¨¦ comprobando en estos momentos.
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