El PP reformar¨¢ el aborto "para preservar el derecho a la vida"
El anuncio de Santamar¨ªa sugiere una revisi¨®n del sistema de plazos y del acceso de menores La sentencia del Tribunal Constitucional, muy dividido, puede condicionar el alcance
No ha dicho m¨¢s que lo que dijo Mariano Rajoy en campa?a y lo que se escribi¨® en el programa del PP, pero ha sido muy significativo que hoy, ya instalada en La Moncloa, la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa haya ratificado el compromiso de su Gobierno de reformar la ley del aborto. Preguntada en la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros de la legislatura, Santamar¨ªa ha confirmado que se har¨¢ "una modificaci¨®n" de esa norma "en el sentido de preservar el derecho a la vida y garantizar la situaci¨®n de las menores". Rajoy, ha recalcado, siempre cumple sus compromisos. Y lo ha dicho la vicepresidenta mientras el nuevo Gobierno encajaba su primera manifestaci¨®n a las puertas de La Moncloa: las de un pu?ado de activistas, convocados por Hazte O¨ªr y Derecho a Vivir, que gritaban? "aborto abolici¨®n" sin dar ni siquiera unas horas de margen a Rajoy para abordar este asunto.
Entonces hay reforma a la vista de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2010, aunque no se habla de plazo alguno. ?Qu¨¦ significa modificar la ley con esos dos objetivos? En primer lugar, obvio, que no se va a derogar completamente la ley para volver a la de 1985, como defend¨ªa Rajoy hace no tantos meses, en abril. Ser¨¢ una reforma parcial, lo que no significa menor.
El asunto de las menores es f¨¢cil de entender. La ley de 2010 dice que pueden decidir sobre la interrupci¨®n del embarazo desde los 16 a?os y que deben informar de su decisi¨®n a sus padres, pero se establece una excepci¨®n: en caso de "conflicto familiar grave" pueden sortear el requisito. Dicen las cl¨ªnicas que es una peque?a minor¨ªa la de adolescentes que acuden a sus centros sin visto bueno paterno, pero no existen datos oficiales. Este punto fue uno de los m¨¢s pol¨¦micos en la tramitaci¨®n del proyecto de Bibiana A¨ªdo, negociado hasta el ¨²ltimo momento con los dem¨¢s grupos. Lo que el PP discute no es que las menores aborten, sino que lo hagan sin consentimiento paterno. Lo previsible: se exigir¨¢ siempre la autorizaci¨®n de padre o tutor. No afecta al n¨²cleo de la ley.
Lo que nadie ha explicado es qu¨¦ se puede hacer para "preservar el derecho a la vida". Eso s¨ª implica cambios de gran calado. El Constitucional vivi¨® un agitado debate al descartar una suspensi¨®n cautelar de la ley, pero no se ha pronunciado todav¨ªa sobre el asunto de fondo: que esta es una ley de plazos, es decir, que durante las primeras 14 semanas la mujer puede abortar sin tener que alegar ninguna raz¨®n. Es el gran cambio respecto a la ley anterior, que es de supuestos y obliga a alegar un motivo (violaci¨®n, riesgo para la madre, malformaci¨®n). En la pr¨¢ctica, el supuesto del riesgo psicol¨®gico era un gran coladero y sirvi¨® a m¨¢s del 95% de las mujeres que interrumpieron un embarazo. En la pr¨¢ctica, con ley de plazos o sin ella el n¨²mero de abortos se ha mantenido en las mismas cifras: la ley entr¨® en vigor en julio de 2010, y en el segundo semestre hubo un leve descenso respecto al primero. De un a?o a otro hubo una variaci¨®n al alza del 1,3%, tras un descenso el a?o anterior, pese a lo cual algunos peri¨®dicos se empe?aron en afirmar que el aborto se hab¨ªa disparado. No es as¨ª: las cifras pueden parecer elevadas (lo son: m¨¢s de 100.000 abortos al a?o), pero no tienden al alza sino, ligeramente, a la baja.
El tema en cuesti¨®n es la ley de plazos, que no se exija alegar un motivo, aunque sea el modelo dominante en Europa
El tema en cuesti¨®n, por tanto, es la ley de plazos, aunque sea el modelo dominante en Europa. En su sentencia de 1985, el Constitucional estableci¨® que el nasciturus es un bien jur¨ªdico protegido por la Constituci¨®n. A esta idea de que se proteja al no nacido salvo que est¨¦n en riesgo otros derechos, se agarra el recurso que el PP present¨® contra la nueva ley. Que ayer Santamar¨ªa subrayara el objetivo de "preservar el derecho a la vida" hace pensar en que la ley dejara de ser de plazos. El nuevo Gobierno prefiere un modelo por el cual todo aborto se justifica en un motivo. Aunque fuera el coladero del riesgo ps¨ªquico.
Una posibilidad para acabar con el sistema de plazos ser¨ªa suprimir el plazo del aborto por libre decisi¨®n (hasta la semana 14 de gestaci¨®n), manteniendo el aborto por supuestos hasta la semana 22 en caso de riesgo para la madre o malformaci¨®n (la violaci¨®n habr¨ªa que recuperarla, pues no se cita). Despu¨¦s de la semana 22, considerado el l¨ªmite de viabilidad fetal, la ley solo prev¨¦ abortos en caso de malformaciones "incompatibles con la vida", que examina un comit¨¦ de expertos, lo que es m¨¢s restrictivo que la norma anterior.
El PP tiene una mayor¨ªa m¨¢s que holgada para reformar la ley si as¨ª lo decide. La tarea de elaborar la delicada reforma deber¨ªa corresponder a la nueva ministra de Sanidad, Ana Mato. Pero lo que diga el Constitucional en la sentencia que tiene que emitir tendr¨ªa gran influencia en lo que pueda hacer el Gobierno. Ser¨ªa complicado derogar el sistema de plazos si el Alto Tribunal lo avalara; del mismo modo, una sentencia desfavorable a la ley de plazos puede ayudar al PP a encarar este asunto. Despu¨¦s habr¨ªa que evaluar qu¨¦ efectos pr¨¢cticos tiene la reforma, m¨¢s all¨¢ de obligar a las mujeres que interrumpen su embarazo a alegar que les deprimir¨ªa tener un hijo, como hac¨ªan antes.
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