Una gu¨ªa tur¨ªstica para conocer Marte
William K. Hartmann, veterano cient¨ªfico de las misiones de la NASA en el planeta rojo, repasa en un libro lo mucho que se sabe del mundo vecino y lo much¨ªsimo que queda por saber
Marte estar¨¢ de moda, una vez m¨¢s, este a?o con el aterrizaje all¨ª del nuevo veh¨ªculo todoterreno de exploraci¨®n Curiosity, previsto para el mes de agosto. Por ello, resulta muy oportuno un buen libro de divulgaci¨®n, ideado en forma de gu¨ªa del planeta rojo y que se publica ahora en Espa?a. Aunque todav¨ªa no se sabe cu¨¢ndo podr¨¢n ir las personas a recorrer ese mundo vecino, y no ser¨¢ f¨¢cil, s¨ª que van las m¨¢quinas que se ponen all¨ª en ¨®rbita o que se desplazan por su superficie, as¨ª que, para entender qu¨¦ van a buscar y a d¨®nde, es ¨²til esta Gu¨ªa tur¨ªstica de Marte. Su autor es el cient¨ªfico estadounidense y aut¨¦ntico experto marciano William K. Hartmann.
La Gu¨ªa tur¨ªstica de Marte lleva, como toda gu¨ªa, mapas, en este caso dos desplegables: uno presenta Marte tal y como se ve¨ªa cuando solo se contaba con los telescopios en tierra para escudri?ar los posibles rasgos de su superficie; el segundo es una espl¨¦ndida cartograf¨ªa del suelo marciano levantada con el alt¨ªmetro l¨¢ser de la sonda orbital de la NASA Mars Global Surveyor entre 1997 y 2000. Es un buen arranque para la descripci¨®n que hace Hartmann, no solo de lo que se sabe del planeta rojo, sino tambi¨¦n de c¨®mo ese conocimiento ha ido cambiando a lo largo del tiempo, dependiendo de las investigaciones y de la interpretaci¨®n de las mismas.
Gu¨ªa tur¨ªstica de Marte (Los misteriosos paisajes del planeta rojo)
William K.Hartmann
Pr¨®logo de Francisco Anguita Virella
Traducci¨®n: Dulcinea Otero-Pi?eiro
Editoria Akal (Madrid, 2011)
ISBN: 978-84-460-3497-1
Hartmann va presentando y recorriendo regiones marcianas por su inter¨¦s en tanto que representan, cada una, una caracter¨ªstica del planeta: las zonas intensamente marcadas con cr¨¢teres de impacto (las m¨¢s antiguas), las tierras altas, las llanuras, las posibles cuencas donde debi¨® haber agua en el pasado, los casquetes polares, los volcanes, etc¨¦tera. La descripci¨®n de cada lugar (casi con igual proporci¨®n de textos y fotos) permite a Hartmann ocuparse de la geolog¨ªa del mundo vecino e ir abordando las grandes cuestiones: su clima, su historia h¨ªdrica, su evoluci¨®n a lo largo de 4.500 millones de a?os, su meteorolog¨ªa con las colosales tormentas de polvo o las hip¨®tesis, al final, sobre si pudo surgir alguna forma de vida en Marte. Es informaci¨®n de gran inter¨¦s no solo para los que se asomen por primera vez al planeta rojo, sino tambi¨¦n para los que vienen siguiendo los descubrimientos cient¨ªficos pero necesitan un marco general de conocimiento en el que encajar su contenido y significado.
Sobre el asunto de la vida extraterrestre, el autor de la gu¨ªa podr¨ªa clasificarse entre los que ven la botella medio llena, mientras que otros expertos la ven medio vac¨ªa o muy vac¨ªa, pero Hartmann lo hace con rigor cient¨ªfico presentando las hip¨®tesis claramente como lo que son, hip¨®tesis.
Francisco Anguita, experto espa?ol en Marte, presenta el libro y a su amigo Hartmann en el pr¨®logo de la edici¨®n espa?ola de la gu¨ªa recordando que el autor es ¡°cient¨ªfico planetario, novelista, arque¨®logo¡± y miembro de la Asociaci¨®n Internacional de Artistas Astron¨®micos.
Hartmann inici¨® su ya larga carrera en ciencias planetarias en la ¨¦poca del programa Apolo, haciendo el atlas lunar necesario para planear la llegada de los astronautas; luego se pas¨® a Marte, y desde entonces ha estado (total o parcialmente implicado) en todas las misiones estadounidenses en el planeta rojo. Los relatos de su experiencia personal, en recuadros, salpican cada cap¨ªtulo y enriquecen el relato principal, de corte geol¨®gico.
No es el libro ideal para quien busque sobre todo la vertiente de ingenier¨ªa de las misiones espaciales a Marte, ya que Hartmann es un cient¨ªfico y se centra en los resultados m¨¢s que en el c¨®mo se han obtenido en esas misiones. Pero, l¨®gicamente, menciona los grandes hitos como los orbitadores Mariner, las plataformas de suelo Viking y, m¨¢s recientemente, las misiones estadounidenses y europea. Como el libro sali¨® en EE UU en 2003 (?por qu¨¦ tarda tanto su publicaci¨®n en espa?ol?), resulta frustrante la ausencia de la misi¨®n MER, que coloc¨® en el suelo del planeta rojo los dos veh¨ªculos Spirit y Opportunity, que llegaron en 2004. En un breve ep¨ªlogo a la edici¨®n espa?ola, Hartmann resume los logros de estos artefactos.
Como una buena gu¨ªa, la de Marte incluye consejos y uno es especialmente apropiado ante el acontecimiento del pr¨®ximo agosto, cuando llegue el Curiosity a su destino. Los medios de comunicaci¨®n hacen mucho ruido cuando las misiones llegan a destino, recuerda Hartmann. Desde luego, la llegada es todo un acontecimiento tras los riesgos de los viajes interplanetarios. Inmediatamente despu¨¦s viene la primera foto que el artefacto env¨ªe, que l¨®gicamente se reproduce en los medios de comunicaci¨®n de todo el mundo. Pero los resultados cient¨ªficos interesantes llegan despu¨¦s, recuerda Hartmann, cuando los investigadores han podido calibrar los instrumentos y los sensores de las sondas de exploraci¨®n y han analizado los datos para poder obtener resultados. Por tanto, el consejo para viajeros virtualesde Marte es claro: estar atentos a las misiones cuando ya llevan unas semanas trabajando rutinariamente, ah¨ª es cuando puede surgir el descubrimiento.
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