El consentimiento informado se consolida despu¨¦s de 25 a?os
El documento debe firmarse despu¨¦s de entenderlo; si no, no vale

Si hasta hace unos a?os la relaci¨®n entre el m¨¦dico y el enfermo era sobre todo paternalista, hoy en d¨ªa esa relaci¨®n se sustenta en el principio de autonom¨ªa de la voluntad y no en el de beneficencia. Este derecho fundamental de todos los pacientes se consagra en Espa?a en la Ley General de Sanidad de 1986. Pero ha tenido que pasar un cuarto de siglo para que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el documento y deje sentadas sus bases.
¡°El consentimiento informado no es m¨¢s que un proceso de comunicaci¨®n verbal continuo entre las dos partes coprotagonistas en el acto cl¨ªnico: el m¨¦dico y el paciente. En nuestro pa¨ªs tambi¨¦n se recoge este derecho en la Ley de Autonom¨ªa del Paciente de 2002, en donde se establece que todo sanitario que intervenga en un paciente tiene que informarle verbalmente sobre lo que le est¨¢ haciendo y respetar la decisi¨®n del enfermo si este se negara. Solo en tres situaciones el consentimiento informado debe ser un documento por escrito que el paciente tiene, o no, que firmar: cuando va a ser sometido a ciertas pruebas m¨ªnimamente invasivas; en todo acto quir¨²rgico y, en general, en procedimientos que supongan riesgo o una previsible repercusi¨®n negativa sobre la salud¡±, explica Luis Carlos Mart¨ªnez Aguado, jefe del servicio de Informaci¨®n, Trabajo Social y Atenci¨®n al Paciente del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid.
El acuerdo solo debe ser por escrito en cirug¨ªa o intervenciones de riesgo
El abogado Ricardo de Lorenzo, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Derecho Sanitario, destaca que una sentencia de 2011 del Tribunal Constitucional ha respaldado la obligaci¨®n legal del consentimiento informado y lo considera la manifestaci¨®n m¨¢s importante de los derechos fundamentales que pueden resultar afectados por una intervenci¨®n m¨¦dica, al poder el paciente decidir libremente entre consentir el tratamiento o rehusarlo.
¡°Para que este documento sea v¨¢lido jur¨ªdicamente¡±, afirma, ¡°es necesario que sea libre y comprendido por el paciente. Por el contrario, si fuera firmado por intimidaci¨®n o miedo, quedar¨ªa anulado. Es un error pensar que esta pr¨¢ctica, impuesta por el Derecho, es un artificio legislativo, una p¨¦rdida de tiempo e incluso una exoneraci¨®n de responsabilidad m¨¦dica. Nada m¨¢s lejos, puesto que se trata de devolver a la relaci¨®n m¨¦dico-paciente su original significado de confianza y de humanizaci¨®n¡±.
El paciente tiene ahora
el poder para aceptarlo
o rechazarlo
Advierte adem¨¢s de que estos documentos no sirven para siempre, sino que deben modificarse ¡°a medida que van surgiendo cambios y avances¡±. Los ensayos cl¨ªnicos tambi¨¦n est¨¢n sometidos a su cumplimentaci¨®n. Existen adem¨¢s diversas normas que regulan la obtenci¨®n del consentimiento informado en situaciones como el trasplante de ¨®rganos, la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, las t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida y las de donaci¨®n y utilizaci¨®n de embriones y fetos humanos o sus c¨¦lulas.
Solo cuando el propio enfermo no est¨¦ capacitado para tomar decisiones, el documento debe ser firmado por familiares, allegados o por alguien designado por un juez. Seg¨²n De Lorenzo, existen ciertas situaciones muy concretas, que son excepcionales, en las que el m¨¦dico puede proceder sin necesidad de consentimiento informado. Algunas de ellas son los casos de urgencia vital o la situaci¨®n conocida como privilegio terap¨¦utico, en la que la no intervenci¨®n representa un riesgo vital para la salud p¨²blica y/o la del propio enfermo. Cirug¨ªa, anestesia y oncolog¨ªa son las tres grandes ¨¢reas de la medicina en que el consentimiento informado por escrito y firmado por m¨¦dico y paciente es condici¨®n indispensable en todo acto m¨ªnimamente invasivo y que suponga el m¨¢s leve riesgo para la salud.
Incluso en las operaciones
m¨¢s nimias hay peligro
si es necesaria anestesia
En palabras de Ignacio Cobeta, catedr¨¢tico de Otorrinolaringolog¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ y jefe de esta especialidad en el hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid, en todo acto quir¨²rgico el consentimiento informado se requiere por escrito, ¡°porque, aunque sea remotamente, pueden surgir complicaciones derivadas, por ejemplo, de reacciones adversas a la anestesia o de cualquier maniobra de la cirug¨ªa¡±.
Seg¨²n este cirujano, es muy improbable que un paciente que vaya a operarse se niegue a firmar. ¡°La inmensa mayor¨ªa de los cirujanos no le operar¨ªamos porque pone toda la responsabilidad en el facultativo y porque demuestra que no conf¨ªa en ¨¦l. Lo que s¨ª es admisible es que el paciente tiene todo el derecho a no saber y esto s¨ª se da con relativa frecuencia. Entonces ocurre que el enfermo conf¨ªa en nosotros y firma el documento sin necesidad de leerlo, pero s¨ª habla y escucha, esto es, quiere informaci¨®n verbal¡±, dice Costa. En cirug¨ªa lo habitual es que el consentimiento informado escrito vaya precedido de una completa informaci¨®n verbal: ¡°Y ah¨ª es donde debemos ser comprensivos y no hacer nunca da?o emocional. Nos movemos en un estrecho camino entre la ciencia y la compasi¨®n¡±, a?ade.
Hay que conocer hasta
d¨®nde quiere saber
el enfermo de c¨¢ncer
En los mismos t¨¦rminos se expresa Eduardo D¨ªaz Rubio, catedr¨¢tico de Oncol¨®gica M¨¦dica de Universidad Complutense de Madrid y jefe de la especialidad en el hospital Cl¨ªnico San Carlos, al afirmar que para el propio beneficio del enfermo es mejor suavizar la gravedad del proceso, tener en cuenta su psicolog¨ªa y su afectividad, observar qu¨¦ informaci¨®n quiere sobre su c¨¢ncer. ¡°En oncolog¨ªa, hay tratamientos, como quimioterapia o radioterapia que son muy duros. Pero ah¨ª est¨¢ la habilidad de comunicaci¨®n del m¨¦dico: ser compasivo y cari?oso. Esto es fundamental. Lo mismo que cuando se habla del pron¨®stico de la enfermedad, un aspecto muy delicado. Seg¨²n nos expresemos los m¨¦dicos, y nuestro deber moral es ser emp¨¢ticos y ponernos siempre en el lugar del enfermo, conseguiremos un paciente m¨¢s sereno y menos angustiado. Y esto ya es mucho¡±.
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