La nueva reina de la poluci¨®n
India destrona a China como pa¨ªs contaminante. Lo que preocupa es que el deterioro medioambiental hind¨² se haya dado con una tasa de crecimiento inferior
En el siglo XXI, China e India se han acostumbrado a aparecer en los primeros puestos de las clasificaciones mundiales. Pero no siempre es motivo para el orgullo. Los dos colosos asi¨¢ticos embelesan con su crecimiento econ¨®mico, y son considerados por las potencias a las que m¨¢s ha golpeado la crisis global como mullidos colchones para evitar un batacazo todav¨ªa mayor. Pero la factura de este nuevo estatus es abultada, y la paga el Medio Ambiente.
Seg¨²n el estudio anual de las universidades de Yale y Columbia (Estados Unidos), presentado en el pasado Foro de Davos, India ha superado a Chinacomo el pa¨ªs que sufre la peor calidad del aire en el planeta. Y los efectos ya se dejan ver con claridad en los hospitales del pa¨ªs: las infecciones respiratorias agudas son una de las principales causas de mortalidad entre los menores de cinco a?os y, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, provocan un 13% de todas las muertes que se registran en el ¨¢rea de Pediatr¨ªa.
Seg¨²n la directora del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente de India, Anumita Roychowdhury, las razones de este deterioro del aire est¨¢n claras: el espectacular aumento del n¨²mero de veh¨ªculos en las carreteras del pa¨ªs, propiciado por el lanzamiento de autom¨®viles low cost como el Tata Nano, la dependencia del carb¨®n para satisfacer las necesidades energ¨¦ticas, y la falta de control sobre las industrias contaminantes, como la de fabricaci¨®n de ladrillos. Son las mismas causas que ensucian la atm¨®sfera y las v¨ªas fluviales de los pa¨ªses vecinos, pero la magnitud del elefante asi¨¢tico y la fuerza de su auge marcan la diferencia. "Adem¨¢s, nuestros est¨¢ndares de emisiones est¨¢n diez a?os por detr¨¢s de los que rigen en Europa", agrega Roychowdhury. Por si fuera poco, la ley que las regula rara vez se cumple.
As¨ª, Nueva Delhi y Pek¨ªn compiten con Ulan Bator (Mongolia) por el t¨ªtulo de capital m¨¢s contaminada, pero la alarma ya se extiende por n¨²cleos urbanos de segundo nivel. Ciudades de otros pa¨ªses emergentes, sobre todo en Asia, tambi¨¦n tienen cada vez mayores problemas para respirar, muestra de que crecimiento econ¨®mico y poluci¨®n son un binomio indestructible. El pa¨ªs de Gandhi se encuentra entre los que viven un mayor retroceso(125), y ya cae por debajo del que fund¨® Mao (116) en el ?ndice de Comportamiento Medioambiental (EPI, en sus siglas en ingl¨¦s), que incluye informaci¨®n de 132 pa¨ªses.
La situaci¨®n resulta especialmente preocupante porque el crecimiento econ¨®mico indio ha sido muy inferior al chino en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Sin embargo, los efectos en la calidad del aire y del agua son peores, y la conciencia ecol¨®gica en India resulta todav¨ªa inexistente. Afortunadamente, el a?o pasado ¨¦sta s¨ª que prendi¨® en China con fuerza, y el descontento popular ha obligado a que el gobierno de Pek¨ªn act¨²e. Quiz¨¢ por eso, el rojo que todav¨ªa colorea el territorio del Gran Drag¨®n en el mapa de los investigadores ha perdido intensidad.
De hecho, las autoridades comunistas son cada vez m¨¢s conscientes del impacto econ¨®mico que tiene la poluci¨®n. En 2007, el Banco Mundial abri¨® la veda al denunciar que la contaminaci¨®n cuesta a China en torno al 9% de su PIB. Ahora, un nuevo estudio, esta vez realizado por cient¨ªficos chinos, asegura que en 2009 la factura por este concepto se increment¨® un 9,2%, comparada con la de 2008, y alcanz¨® 1,4 billones de yuanes (170.700 millones de euros).
"Es un c¨ªrculo vicioso en el que buscamos la prosperidad econ¨®mica a costa de un espectacular consumo energ¨¦tico y de la poluci¨®n medioambiental. Es hora de despertar y de acabar con esta tendencia", asegur¨® Ma Jun, director del Instituto para Asuntos P¨²blicos y Medioambientales en declaraciones al diario oficial China Daily. "Estamos consumiendo alrededor de 10 veces m¨¢s energ¨ªa que los pa¨ªses desarrollados para obtener un mismo r¨¦dito econ¨®mico", a?adi¨®. Seg¨²n el informe, las emisiones de di¨®xido de carbono se han disparado en menos de una d¨¦cada: en el a?o 2000 fueron 3.500 millones de toneladas, mientras que en 2009 la cifra alcanz¨® las 7.200 millones.
Y esta situaci¨®n no es sostenible. Por eso, China asegura que reducir¨¢ en un 40% su intensidad energ¨¦tica en 2015 a trav¨¦s de un ambicioso plan que requerir¨¢ la reconversi¨®n de la industria pesada para hacerla m¨¢s eficiente. No obstante, la realidad es obstinada. La necesidad que China tiene de quemar recursos para mantener su crecimiento se hace evidente en declaraciones como las que ha hecho la petrolera estatal CNOOC, que quiere duplicar la producci¨®n actual de gas y petr¨®leo para 2020, y triplicarla diez a?os m¨¢s tarde.
Y el nuevo plan quinquenal para la industria petroqu¨ªmica china incluye la apertura de cuatro nuevas refiner¨ªas en la costa este, cada una con una capacidad de 20 millones de toneladas m¨¦tricas al a?o. As¨ª, la capacidad de procesamiento de crudo del pa¨ªs alcanzar¨¢ los 600 millones en 2015, 150 millones m¨¢s que en 2011. Lo que nadie ha calculado es cu¨¢nto aumentar¨¢n las emisiones de gases nocivos por este nuevo hito energ¨¦tico. Sin duda, la econom¨ªa gana a la ecolog¨ªa.
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