¡°Nunca pretend¨ª estar al mismo nivel que los autores¡±

Esta mujer que se sienta y pide un cruas¨¢n en esta tienda-cafeter¨ªa ecol¨®gica que lleva nombre tan literario es aqu¨ª la protagonista de un desayuno. Pero durante m¨¢s de veinte a?os no se ha enterado de lo que ha comido; ha estado junto a los autores, ¡°viviendo sin ser vista¡±. ¡°Han sido tantos, tantas comidas...¡±. Ella los ha pastoreado como responsable de comunicaci¨®n de C¨ªrculo de Lectores y de Galaxia Gutenberg.

Es Lola Ferreira, un nombre m¨ªtico en el sector. Ya no ocupar¨¢ ese puesto. Seguir¨¢ vinculada al C¨ªrculo para un proyecto espec¨ªfico: la conmemoraci¨®n de los cincuenta a?os de este ¡°centro neur¨¢lgico de la apuesta por la lectura en Espa?a¡±.

Fue batalladora (¡°prochina, eran otros tiempos¡±) en los a?os del antifranquismo; en una pel¨ªcula de Pere Portabella (El sopar) cuenta su lucha, sus ¡°tres a?os de c¨¢rcel, las discusiones ideol¨®gicas desatinadas que ten¨ªan en prisi¨®n...¡±).

Luego entr¨® en el mundo editorial, donde tuvo, dice, ¡°la suerte de encontrar a gente como Pancho P¨¦rez Gonz¨¢lez, cuya frase ¡®Un libro ayuda a triunfar¡¯ sigue valiendo quiz¨¢ m¨¢s que nunca¡±. Este trabajo la llev¨® ¡°a conocer gente extraordinaria, como Octavio Paz y Jos¨¦-Miguel Ull¨¢n, Peter Esterhazy e Imre Kertesz, Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao o Juan Eduardo Z¨²?iga, Carlos Edmundo de Ory o Nicanor V¨¦lez, art¨ªfice de nuestra maravillosa colecci¨®n de poes¨ªa y fallecido a finales de 2011¡±.

Referente del mundo editorial, cree que "culturalmente somos hoy m¨¢s vulnerables"

Se detiene poco en la comida Lola Ferreira; est¨¢ acostumbrada a ver comer, a nutrir egos literarios, cuyo alimento es el mimo. ¡°Yo no he pretendido dominar el ego; solo he tratado de ser discreta, no pretend¨ª nunca estar al mismo nivel que los autores¡±. Ayer recordaba, ante la muerte de T¨¤pies, ¡°la maravillosa conversaci¨®n que tuvo con Valente, recogida en Conversaci¨®n ante el muro, iniciativa de la revista La Rosa C¨²bica¡±.

?Y c¨®mo com¨ªan esos autores? ¡°A Valente le encantaba el pescadito frito de Almer¨ªa, donde tuvo su casa, pero era feliz con la cocina gallega, su tierra...¡±. ?Y Paz, tan cotilla? ¡°Era de una vivacidad apasionada. ?Lo segu¨ªa todo al d¨ªa! Pero solo le vi comer en sitios institucionales¡±. ?Y la comida de Lola? ¡°Yo me conformo con las croquetas de El Quinto Vino [su taberna favorita en Madrid]¡±.

Deja el acompa?amiento de escritores ¡ª¡°donde he tenido al lado a compa?eros valios¨ªsimos, Miguel ?ngel Delgado e Isabel Lerma¡±¡ª en un momento muy malo para el sector. ¡°?C¨®mo saldremos de la vor¨¢gine? Lo que s¨¦ es que el resultado de lo que pase no me atrevo a calificarlo de mejor o de peor, pero ser¨¢ distinto. Culturalmente, ahora somos m¨¢s vulnerables¡±.

Muchos almuerzos, muchas cenas... ?Y si tuviera que reunir ahora en torno a una mesa a los que forman parte de su memoria? ¡°Uy, hay tantas ausencias. De los que est¨¢n por aqu¨ª llamar¨ªa a Esterhazy, a Jos¨¦ Luis Pardo, a Miguel Morey, a Az¨²a, a Ridao, a tantos y tantos, a Longares, a Z¨²?iga, a Jordi Llovet...¡±. ?Y qu¨¦ les ofrecer¨ªa de comer? ¡°Todos querr¨ªan jam¨®n, croquetas, y cada uno elegir¨ªa a su gusto el segundo. Y yo misma creo que elegir¨ªa lomo bajo bien hecho. ?Pero no me lo comer¨ªa todo!¡±. Estar¨ªa comprobando que los autores estaban felices.