Plantas, animales y microbios son tambi¨¦n recursos renovables

Desde las botellas biodegradables de agua o refrescos hechas a base de almid¨®n de ma¨ªz, a las bolsas del supermercado hechas de patata o las algas marinas convertidas en delicias culinarias, las alternativas desarrolladas por la qu¨ªmica y la biolog¨ªa a las materias primas tradicionales han entrado ya en la industria y en la vida diaria de la gente. Nuevos productos y procesos igualmente alternativos est¨¢n todav¨ªa en los laboratorios de los cient¨ªficos, pero es de esperar que, al menos una parte importante de ellos, lleguen al mercado antes o despu¨¦s. Dieta vegetariana para los peces de acuicultura, nuevas estructuras moleculares de los pol¨ªmeros que optimicen su desintegraci¨®n inocua, procesos microbianos optimizados para purificar el agua o procesos industriales que reduzcan las emisiones de CO2, son algunas ideas. Como dice el experto de la Comisi¨®n Europea Christian Patermann, ¡°las plantas, los animales y los microbios est¨¢n ah¨ª, en todas partes, y son recursos biol¨®gicos renovables¡±.

La Uni¨®n Europea ha presentado esta semana su nueva Estrategia de Bioeconom¨ªa precisamente para incentivar y organizar el esfuerzo a nivel continental, siguiendo la estela de algunas iniciativas de pa¨ªses que ya llevan unos a?os en esta brecha, como Holanda o Alemania.

¡°Se trata de utilizar materias primas renovables de la agricultura, los bosques, la pesca, la acuicultura y los residuos para obtener productos ¨²tiles para la alimentaci¨®n, para la industria y para la energ¨ªa, de modo sostenible y no contaminante, y protegiendo la biodiversidad y el medioambiente¡±, se?al¨® la semana pasada Eveline Lecoq, de la Direcci¨®n General de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, en una jornada de trabajo sobre bioeconom¨ªa organizada y patrocinada en Bruselas por dicho organismo. Ciencias de la vida, biotecnolog¨ªa, nanotecnolog¨ªa, qu¨ªmica, agronom¨ªa, ecolog¨ªa... muchas ramas de la investigaci¨®n y el desarrollo est¨¢n implicadas, a?adi¨®. Y entre los productos, los famosos biocombustibles son s¨®lo una parte del panorama.

El tratamiento de residuos de comida cuesta de 55 a 90 euros por europeo

La mayor parte de la acuicultura recurre a la pesca para alimentar con especies de escaso valor de mercado a aquellas m¨¢s apreciadas. Para evitar o al menos aliviar esta pr¨¢ctica, que tiene riesgos medioambientales y limita el crecimiento de la acuicultura, un consorcio cient¨ªfico busca una alternativa radical en una dieta vegetariana para el pescado cultivado. Otros laboratorios exploran las propiedades de fibras vegetales y residuos forestales para fabricar productos que suelen hacerse de pl¨¢sticos derivados del petr¨®leo, desde asientos para coches hasta macetas para plantas. La ecolog¨ªa microbiana es responsable de procesos que pueden aplicarse en la purificaci¨®n del agua dulce y un equipo holand¨¦s est¨¢ estudiando la descomposici¨®n de nitritos por parte de bacterias que utilizan el ox¨ªgeno para consumir amoniaco y liberar nitr¨®geno, inocuo para el medioambiente. Otros investigadores se vuelcan en el dise?o de enzimas sint¨¦ticas que pueden tener m¨²ltiples aplicaciones industriales. Son algunos ejemplos de investigaciones en curso proyectadas hacia la bioeconom¨ªa.

Grandes cantidades de residuos biol¨®gicos deben dejar de serlo porque, seg¨²n datos presentados en Bruselas, tienen un gran potencial como sustitutos de los fertilizantes qu¨ªmicos o para su transformaci¨®n en bioenerg¨ªa, y pueden aportar hasta el 2% del objetivo europeo de energ¨ªas renovables. Adem¨¢s, el tratamiento de los residuos de comida cuesta por cada europeo entre 55 y 90 euros por tonelada y a?o, generando en total 170 millones de toneladas de CO2.

Lecoq destac¨® en la reuni¨®n la oportunidad de aplicar en bioeconom¨ªa un enfoque en cascada de los bienes en lugar del despilfarro: los desechos de un proceso agr¨ªcola o industrial pueden tener un gran provecho como materia b¨¢sica en otros.

El tratamiento de residuos
de comida cuesta de 55 a 90
euros por europeo

La bioeconom¨ªa ya factura anualmente m¨¢s de dos billones de euros en Europa y da empleo a 22 millones de personas, seg¨²n datos de la CE, que estima que cada euro invertido generar¨¢ 10 euros de valor a?adido en sectores bioecon¨®micos en 2025.

Mucha bioeconom¨ªa est¨¢ en marcha en todo el mundo y se trata ahora de incentivar y coordinar el esfuerzo con mayor eficacia en Europa, pero tambi¨¦n la experiencia ha sacado a la luz pegas y peligros. Los cultivos para producir biocombustibles, por ejemplo, compiten en muchas regiones con las cosechas de alimentos, poniendo en peligro la comida de millones de personas. ¡°Hay que buscar equilibrio y eficacia, somos muy conscientes de esto¡±, se?al¨® Lecoq.

Tambi¨¦n son muy conscientes del gran alcance de esta nueva estrategia europea los grupos de defensa medioambiental, como WWF, cuyos responsables explican que prefieren analizar con profundidad la iniciativa y sus implicaciones antes de de definir su posici¨®n.

Con la bioeconom¨ªa, la UE no olvida el objetivo recurrente de atenuar la distancia entre la ciencia de primera l¨ªnea que se hace en Europa y su aplicaci¨®n econ¨®mica retardada. Pero no pretende hacerlo recortando las alas a la ciencia ¡ªtambi¨¦n el Consejo Europeo de Investigaci¨®n financia proyectos de bioeconom¨ªa¡ª, sino impulsando los pasos a dar a partir de la puerta del laboratorio. Se trata de llegar hasta las empresas y el consumidor, explic¨® Patermann, poniendo ¨¦nfasis en la coordinaci¨®n a lo largo de toda la ruta: investigaci¨®n cient¨ªfica desarrollo tecnol¨®gico, prototipos, plantas piloto e implantaci¨®n industrial de los avances.