¡°Hay que formar directivos menos arrogantes¡±
El decano de IE cree un error que no se haya dado importancia a las humanidades en las empresas

¡°Solo los buenos gestores pueden sacarnos de la crisis. Pero no solo en las empresas, deben estar en la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica y en todos los ¨¢mbitos prioritarios de la vida social, como la educaci¨®n o la sanidad¡±. El decano de la IE Business School, Santiago ??iguez, que tambi¨¦n preside la universidad privada de esta escuela de negocios, profundiza en este tema en The learning curve. How Business Schools are re-inventig education: ¡°Tenemos que revisar en qu¨¦ consiste un buen directivo. Se hace a trav¨¦s de la experiencia adquirida, volviendo cada cinco a?os a formarse y desarrollando virtudes gerenciales, como el trabajo duro, la modestia o la apertura de mente¡±.
Aparte de esto, prosigue, ¡°muchos problemas actuales tienen que ver con lo que se denomina universidades in house, que han creado algunas empresas, como los bancos de inversi¨®n¡±. ¡°Son verdaderos departamentos de investigaci¨®n dentro de las empresas que han realizado informes sobre riesgo-pa¨ªs o sobre su propia entidad que han carecido de rigor acad¨¦mico y han pecado de cortoplacistas. Les ha faltado entender mejor la naturaleza de las organizaciones internacionales¡±. ??iguez cree que hay que ¡°crear puentes entre esos equipos de analistas y el mundo acad¨¦mico, que muchas veces no hace investigaciones con car¨¢cter cl¨ªnico¡±.
Sobre la responsabilidad que han podido tener las escuelas de negocios en la crisis, el decano dice que hay que tener en cuenta que son centros ¡°muy j¨®venes en todo el mundo¡±. ¡°Los primeros se fundaron hace 100 a?os, lo que comparado, por ejemplo, con la formaci¨®n en medicina o arquitectura no es nada. La ciencia de la direcci¨®n de empresas tiene que progresar mucho a¨²n¡±.
Solo los buenos gestores, en pol¨ªtica y en todo, nos sacar¨¢n de la crisis¡±
?Por d¨®nde hay que empezar? ¡°Por renovar los contenidos, incentivar la investigaci¨®n y eliminar el exceso de arrogancia en los directivos, que se han considerado de un estrato ajeno al mundo social. Tenemos que formar directivos m¨¢s responsables, inspirar a nuestros alumnos el sentido del compromiso con la sociedad civil¡±, a?ade. Santiago ??iguez resalta, respecto a la responsabilidad de los directivos en la crisis econ¨®mica, que ¡°es un error buscar culpables m¨¢s all¨¢ de que haya criminales que, aunque sea legal, se lleven bonos de los fondos aportados por el Estado¡±. Pero, a¨²n s¨ª, desarrolla la autocr¨ªtica anterior: ¡°Aunque en ninguna escuela de negocios se ha cultivado el sentido de la codicia en los directivos, s¨ª hay que revisar cuestiones como las retribuciones que tienen para premiar m¨¢s el comportamiento a largo plazo y menos los resultados r¨¢pidos, a corto. Porque las empresas tienen vocaci¨®n de durabilidad¡±. Esta cr¨ªtica se debe extender, adem¨¢s, a ¡°reguladores, banqueros, gobernantes, generadores de opini¨®n y a los propios consumidores, porque ha habido cierta codicia por parte de muchos que cre¨ªan que en la bolsa solo se gana¡±, a?ade el decano.
??iguez cree que debe cambiar el perfil del profesor que forma a directivos: ¡°Debe ser un Kangurus ¡ªbuen docente, que investigue y salte todo el rato del mundo acad¨¦mico al real¡ª y se deben valorar otras formas de inteligencia, como la emocional o la art¨ªstica¡±. El decano de IE considera un error que no se haya dado la suficiente importancia en estas escuelas a la formaci¨®n en humanidades. ¡°Hay que recuperarla. El directivo debe tener sensibilidad cultural, debe conocer las civilizaciones; sentido del dise?o, saber crear un entorno agradable, y de la historia, conocer c¨®mo las crisis se producen peri¨®dicamente. Aunque estas cosas se aprendan en la infancia, se deben repasar luego y poner en com¨²n todo lo que se sabe¡±. ¡°En realidad¡±, concluye, ¡°ser¨ªa muy ¨²til, tanto para la vida personal como profesional de la gente, ense?ar nociones de gesti¨®n desde el colegio¡±.
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