¡°Berlusconi se ha convertido en un icono cultural¡±
El ling¨¹ista lleva 40 a?os agitando la conciencia cr¨ªtica de la izquierda italiana
El futuro de Europa, la radicalizaci¨®n de la derecha medi¨¢tica o el rumbo indeciso de la izquierda no son exactamente una obra teatral, aunque algo dram¨¢tico s¨ª tienen. Es lo que cree Raffaele Simone, que elige el antiguo teatro Beatriz, en el barrio de Salamanca, para hablar de pol¨ªtica y de su crisis de valores. En definitiva, ¡°del esp¨ªritu de nuestro tiempo¡±.
Las palabras de este ensayista y escritor italiano de 67 a?os hilan, de hecho, una puesta en escena verbal. El t¨ªtulo de la funci¨®n lo plantea, en principio, el libro que acaba de publicar, El monstruo amable. ?El mundo se vuelve de derechas? (Taurus). Simone, docente de Ling¨¹¨ªstica en Roma, conoce los entresijos del lenguaje y su poder de fascinaci¨®n. Da buena muestra de ello al interesarse por el Gobierno de Rajoy o el rumbo del PSOE, mientras pregunta por el vino y valora la burrata, un queso de su tierra, Apulia, que el camarero ofrece sin conocer la coincidencia. Precisamente, en un asunto de seducci¨®n se centra una de sus preocupaciones.
¡°El problema de la izquierda, adem¨¢s de la total desaparici¨®n del esp¨ªritu jacobino, es que a menudo vive instalada en la nostalgia, cuando ahora se trata de todo lo contrario. De construir un futuro a partir de nuevos paradigmas¡±. Y, al menos de momento, parece haber perdido la batalla de la percepci¨®n frente a los mensajes de la derecha, razona Simone.
El escritor, de 67 a?os, acaba de publicar 'El monstruo amable. ?El mundo se vuelve de derechas?'
Nanni Moretti lo transmiti¨® en su pel¨ªcula Abril. En una secuencia, el cineasta, que tambi¨¦n protagoniza el filme, pide, casi suplica a Massimo D¡¯Alema, entonces cabeza visible y l¨ªder de oposici¨®n a Silvio Berlusconi, que diga ¡°algo de izquierda¡± en un debate televisado con el ex primer ministro. Lo mismo le hubiera podido pedir Simone, que, al lado de voces como la de Umberto Eco, forma parte del grupo de intelectuales que lleva m¨¢s de 40 a?os alimentando, y criticando, la conciencia de la izquierda italiana. La experiencia le ha concedido de alguna forma el don de la perspectiva y ahora, ante un mapa pol¨ªtico ¡°desolador¡±, prefiere alegrarse por las palabras de sus nietos, que viven en Madrid, donde trabaja su hijo, antes de lamentar los ¡°errores¡± de las formaciones progresistas.
Tambi¨¦n por esos traspi¨¦s, en su opini¨®n, Berlusconi, se ha convertido en ¡°un claro ejemplo de icono de nuestro tiempo, de nuestra cultura¡±. Su influencia sigue vigente incluso ahora, bajo el mandato del Ejecutivo t¨¦cnico de Mario Monti. En este panorama, ¡°se est¨¢n difundiendo dos ideas peligrosas: los partidos pintan cada vez menos y la sociedad ve el Parlamento como obst¨¢culo frente a las medidas de ajuste en lugar de considerarlo un ¨®rgano que da legitimidad democr¨¢tica¡±.
Tras decantarse por una pluma ib¨¦rica y evocar las ¡°excelencias¡± de la cocina italiana, Simone recuerda que a mediados de los noventa coincidieron en Europa varios Gobiernos socialdem¨®cratas. ¡°Fue la etapa de la gran ilusi¨®n¡±. Ahora, a los movimientos progresistas les queda una tarea que califica de ¡°descomunal¡±. Hacer frente al ¡°monstruo amable, el leviat¨¢n de la era global¡±, una fuerza que nada incontrolada por la Red. Para ello no basta, opina, el entusiasmo de los indignados, a la vez que ¡°las organizaciones pol¨ªticas tradicionales tienen que reinventarse¡±. Hay que volver a llenar el envoltorio de contenido. ¡°Y hay que hacerlo ya¡±, sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.