Nadie protege a las familias arruinadas
El Gobierno deja en manos de las entidades aceptar o no la vivienda para saldar la deuda Los expertos alertan de problemas sin una protecci¨®n espec¨ªfica a los particulares en quiebra
Arrecian las alertas por la situaci¨®n que atraviesan muchas familias espa?olas tras a?os de crisis. La familia, que ha sido pa?uelo de l¨¢grimas, colch¨®n econ¨®mico y envidiable red de protecci¨®n, est¨¢ al borde de sus posibilidades. Y eso amenaza la paz social que a¨²n se vive en Espa?a, dicen los expertos. Urgen medidas para apuntalar a las familias y evitar as¨ª que miles de personas sigan engrosando la lista de la exclusi¨®n social. Lo que se ha dado en llamar sobreendeudamiento es quiz¨¢ la situaci¨®n m¨¢s alarmante y los desahucios por no poder pagar las hipotecas, la cara m¨¢s visible. Ha habido 150.000 familias afectadas por esta situaci¨®n en los ¨²ltimos cuatro a?os. Cuando el pasado octubre se public¨® en el BOE la ¨²ltima reforma de la Ley Concursal, discutida en los estertores de la legislatura socialista, se incluy¨® una disposici¨®n adicional ¨²nica que encargaba al Gobierno la ¡°posible adopci¨®n de medidas que completen la protecci¨®n econ¨®mica y social de consumidores y familias¡±.
Pero, por ahora, los cortos pasos que se han dado, el ¨²ltimo el mi¨¦rcoles, con el anuncio del Ministerio de Econom¨ªa sobre las hipotecas y los desahucios, no avanzan en la protecci¨®n, apenas se quedan en un gesto voluntarioso. El ministro Luis de Guindos solicit¨® a la banca que acepte la devoluci¨®n de la vivienda para saldar la deuda que una familia ya no puede asumir y que conceda dos a?os de moratoria antes de un desahucio. Ser¨ªan medidas de alivio ante el drama que acecha a miles de familias, pero dependen de la voluntad de los bancos.
La Ley Concursal de 2003, cuyas ¨²ltimas reformas entraron en vigor este enero, no establece medidas espec¨ªficas para proteger a las personas f¨ªsicas que se declaran en quiebra econ¨®mica, por tanto han de dar los mismos pasos que si se tratara de una empresa. As¨ª que, si un deudor propone un convenio con acreedores y el banco (normalmente el acreedor) no acude a esa cita su ausencia se interpreta como un voto negativo, es decir, no hay nada que acordar: la deuda sigue pendiente.
La Ley Concursal no fija medidas de amparo paralas personas f¨ªsicas
¡°Eso es lo que ocurre, que las entidades financieras ni siquiera acuden a las juntas de acreedores, porque es algo voluntario, no les dan esa segunda oportunidad de la que gozan en otros pa¨ªses. Tienen instrucciones internas para no ir a esas juntas¡±, asegura el magistrado del Juzgado Mercantil n¨²mero 3 de Barcelona, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, un experto en el asunto que, a pesar de las dificultades, ha conseguido arrancar alg¨²n perd¨®n de la deuda en los tribunales. Desde la Asociaci¨®n Espa?ola de la Banca, AEB, dicen desconocer c¨®mo act¨²a cada banco en particular ante los ¡°pocos convenios de acreedores de particulares¡±, dice un portavoz. Y a?ade como posible explicaci¨®n de la ausencia de los bancos en estos procedimientos: ¡°El principal pr¨¦stamo que una familia suele tener con el banco es una hipoteca y las hipotecas tienen prelaci¨®n, es decir, el acreedor de una hipoteca est¨¢ mejor situado que el resto a la hora de cobrar, quiz¨¢s por esa raz¨®n no precisan constituirse como acreedores¡±.
¡°Los acreedores tienen ese privilegio de no asistir, y si no van pues no les afecta nada¡±, insiste el profesor de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid Jes¨²s Quijano. De hecho, solo un 2% de los particulares insolventes lleva su caso a intervenci¨®n judicial. ¡°Se procede a la liquidaci¨®n de bienes y hasta donde llegue. La deuda permanece¡±, dice Quijano, que fue diputado socialista en la anterior legislatura y ponente en la reforma de la Ley Concursal.
En otros pa¨ªses europeos s¨ª existe protecci¨®n espec¨ªfica para las familias. Y cabe el perd¨®n de la deuda o de parte de ella, teniendo en cuenta si los deudores lo son de buena fe, de qu¨¦ volumen de deuda se trata o por qu¨¦ se gener¨® esa deuda. ¡°En Espa?a, de momento eso no es as¨ª, los deudores responden con todos sus bienes, presentes y futuros, lo dice el C¨®digo Civil¡±, se?ala Quijano.
En otros pa¨ªses de la UE hay perd¨®n para los deudores de buena fe
Con las empresas no suele ocurrir lo mismo. Una empresa en concurso de acreedores que finalmente se declara inviable puede llegar a su extinci¨®n sin que nadie pague por la situaci¨®n. La deuda se cubre como se puede y hasta donde se puede. Y se acab¨®.
Pero las familias no se extinguen. La deuda puede incluso pasar a los herederos. Es cierto que hay un m¨ªnimo inembargable para permitir la supervivencia, m¨¢s alto cuantas m¨¢s responsabilidades familiares se tengan. El Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero elev¨® ese m¨ªnimo que no se puede embargar de 700 a 961 euros del sueldo. Adem¨¢s, el banco que se quede con el piso tendr¨¢ que adjudicarlo en subasta por un importe de al menos el 60% de su valor de tasaci¨®n, para que la deuda del particular se reduzca. Algunos expertos reclamaron que el porcentaje fuese del 70% u 80%.
El a?o pasado, 934 personas sin actividad empresarial se declararon en concurso de acreedores, un 3,9% menos que en 2010, seg¨²n el INE. Y alguna de estas historias puede llegar a un final feliz, pero es dif¨ªcil. ¡°No suelen estar en condiciones de culminar un proceso complicado como es este: lleva tiempo, dinero en abogados y en el administrador concursal, que tambi¨¦n cobra¡±, explica Manuel de la Rocha, colega de Jes¨²s Quijano y tambi¨¦n ponente en la ¨²ltima reforma de la ley.
¡°Los bancos son la causa
y la soluci¨®n de la crisis¡±,
dice el sector asistencial
Todos esos escollos, m¨¢s la ausencia de protecci¨®n espec¨ªfica para las personas, deja a las familias en cierto desamparo cuando entran en quiebra, o sobreendeudamiento. ¡°Deber¨ªan simplificarse los procedimientos, introducir, por ejemplo, la figura de la mediaci¨®n, que se plasmar¨ªa ante notario o como documento p¨²blico¡±, dice De la Rocha. CiU present¨® una enmienda en ese sentido en la legislatura anterior que propon¨ªa la intervenci¨®n notarial en estos procedimientos de mediaci¨®n. Tambi¨¦n la disposici¨®n adicional ¨²nica de la reforma hablaba de que ¡°podr¨ªan proponerse opciones de soluci¨®n extrajudicial para estos casos, sean de car¨¢cter notarial o registral, de mediaci¨®n, o de otra naturaleza¡±.
Otros han propuesto la daci¨®n en pago, es decir, entrego el piso que no puedo pagar y doy por saldada la deuda, lo que el mi¨¦rcoles propuso el ministro De Guindos a los bancos. ¡°El problema es que en las hipotecas hay escrituras firmadas, contratos, y eso no se puede modificar por ley, porque el Estado estar¨ªa expropiando a una de las partes, y tendr¨ªa que compensarles por ello¡±, sigue De la Rocha. Sea como fuere, la cosa, por ahora, no ha pasado de pedir un favor a la banca y de esperar a que esta responda.
La ¨²ltima propuesta en este campo fue entregada el martes en el Congreso de los Diputados. La Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales present¨® un documento en el que piden la creaci¨®n de una figura jur¨ªdica ¡°que proteja eficazmente a las familias¡± cuando se declaran en concurso de acreedores. Tambi¨¦n prev¨¦n la mediaci¨®n, que se plasmar¨ªa ¡°mediante acuerdos privados ante notario¡±. ¡°La segunda fase ser¨ªa judicial. Se necesita que un juez tenga amplias facultades para decidir sobre la situaci¨®n econ¨®mica y los requisitos para salvar esa situaci¨®n, porque es la forma de que la mediaci¨®n previa sea m¨¢s exitosa¡±, explic¨® Luis Barriga, miembro de la asociaci¨®n.
¡°No se les pide que
condonen las deudas,
hay medidas intermedias¡±
Los miembros de la asociaci¨®n fueron recibidos en el Ministerio de Econom¨ªa la semana pasada para escuchar esta propuesta. De aquel encuentro sospechan que el principal escollo lo encontrar¨¢n en el sistema financiero. ¡°El problema no es legislar, ni tampoco lo son los jueces, que sabemos que estar¨ªan conformes con una figura jur¨ªdica as¨ª, sino los bancos. Pero estos deben entender que es bueno para su negocio sanear la situaci¨®n de cientos de miles de familias. Los bancos fueron los responsables de la mitad de la crisis, pero ahora tienen en sus manos la mitad de la soluci¨®n¡±, asegur¨® Barriga. ¡°El sistema financiero ha de entender que ser¨ªa un signo de fortaleza para ellos, no se les est¨¢ pidiendo que condonen las deudas sin m¨¢s, hay soluciones intermedias. Una sociedad subsidiada no es buena para nadie¡±, a?adi¨®.
El proyecto que esta asociaci¨®n ha presentado al Ministerio de Econom¨ªa da respuesta a algunos interrogantes que el ministro dej¨® abiertos en su propuesta. ?Qui¨¦nes ser¨ªan las familias con derecho a esta nueva protecci¨®n jur¨ªdica ante una situaci¨®n de insolvencia sobrevenida? Los servicios sociales se encargar¨ªan de definir ese extremo, junto a otros agentes implicados. ¡°Se tratar¨ªa de certificar que el endeudamiento ha sido de buena fe. Hay 20.000 trabajadores sociales que se podr¨ªan encargar de algo as¨ª. Nosotros somos tambi¨¦n especialistas en mediaci¨®n, as¨ª lo hacemos en caso de protecci¨®n de menores o ante situaciones de maltrato machista, que ambas tienen protecci¨®n judicial. Y tambi¨¦n en buscar recursos de todo tipo para reflotar las situaciones de dificultad de las familias En este caso no ser¨ªa muy caro, la red de trabajadores est¨¢ ah¨ª, lo que hay que pensar es que este asunto es prioritario. Bastar¨ªa con reorganizar el trabajo y los efectivos de que se disponen¡±, explic¨® el presidente de la asociaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez.
Para saber que el asunto es prioritario bastan unas pocas cifras. La tasa de pobreza se ha elevado de un 23,4% a un 27% en los ¨²ltimos dos a?os, el n¨²mero de personas en desempleo supera los cinco millones, la exclusi¨®n social severa ha subido dos puntos, hasta un 18,6% desde 2007, y 12 puntos la tasa de los que est¨¢n al borde de la exclusi¨®n. Con este panorama, los servicios sociales han pasado de atender a cinco millones de usuarios para encargarse de alrededor de ocho millones.
La tasa de pobreza se
ha elevado de un 23,4%
al 27% en solo dos a?os
¡°Es inexplicable que teniendo uno de los sistemas de protecci¨®n social m¨¢s bajos de Europa esto no haya estallado todav¨ªa y a¨²n vivamos en la paz social. Pero las familias no dan m¨¢s de s¨ª. Los poderes p¨²blicos deben tener en cuenta que lo que no se gaste hoy en protecci¨®n social se gastar¨¢ ma?ana en seguridad ciudadana, polic¨ªas y c¨¢rceles¡±, asegur¨® Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez.
Los miembros de la asociaci¨®n de gerentes advirtieron de que si esta situaci¨®n no se resuelve cuanto antes, el riesgo de una ruptura en la cohesi¨®n y en la paz social es inminente. ¡°No creo que se d¨¦ un estallido en forma de grandes protestas en la calle o violencia, aunque puede que s¨ª, porque cuando no se tiene nada que perder... Lo m¨¢s normal es que esto se traduzca en dramas familiares, uno tras otro, porque lo que lleva siendo un goteo constante desde hace unos a?os ya no es una an¨¦cdota¡±, avis¨® Gustavo Garc¨ªa Herrero, buen conocedor de esta situaci¨®n porque dirige el albergue municipal de Zaragoza.
¡°La red familiar se est¨¢ rompiendo y en los pr¨®ximos a?os veremos un mayor ¨ªndice de suicidios, m¨¢s enfermedades mentales, violencia dom¨¦stica, problemas escolares. As¨ª es como se va a manifestar esta desprotecci¨®n en la que se encuentran muchas familias que hasta su sobreendeudamiento eran perfectamente normales¡±, se?al¨® Ram¨ªrez antes de llevar el documento que han elaborado al Congreso de los Diputados.
Los analistas dicen que
no amparar hoy saldr¨¢ caro en seguridad ciudadana
En la asociaci¨®n conocen ya casos alarmantes de familias que han vuelto a vivir con los abuelos al abrigo de una magra pensi¨®n, ¡°y alguno de estos abuelos salen a comer a comedores sociales porque no les llega para todos en casa¡±, dijeron. ¡°O sencillamente se rompen en dos las familias, el marido se va con los suyos y la mujer y los hijos, por ejemplo, con sus parientes. Son siempre situaciones conflictivas¡±, a?adieron.
Garc¨ªa Herrero record¨® c¨®mo hace bien poco se anunci¨® en Zaragoza la eliminaci¨®n de la ¨²ltima chabola que quedaba. ¡°Ojo¡±, advirti¨®, ¡°nos ha costado muchos a?os ir consolidando un sistema social de protecciones y derechos. Puede que pronto estemos recorriendo el camino contrario¡±.
Para la asociaci¨®n ser¨ªa necesario que el Gobierno pudiera establecer un marco estatal a partir del cual las comunidades puedan articular sus propias normativas al respecto. ¡°Nos consta que Ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas est¨¢n muy preocupados y que estar¨ªan dispuestos a reorganizar sus servicios sociales para atender estos procesos de mediaci¨®n entre las familias y los acreedores, pero se necesita un marco legal previo¡±. ¡°Puede que dentro de poco sea tarde¡±.
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