¡°La tecnolog¨ªa se utiliza hoy al servicio del odio¡±
El jefe del centro Wiesenthal recorre el mundo para denunciar genocidios
Simon Samuels se aburr¨ªa como profesor de Relaciones Internacionales en Londres hasta que un d¨ªa ley¨® la noticia de que una delegaci¨®n del centro Wiesenthal celebraba una convenci¨®n en la capital de Reino Unido. Se present¨® en el hotel y les convenci¨® de que le necesitaban. ¡°Les dije que en Europa hab¨ªa tres grandes desaf¨ªos. Han pasado 24 a?os y los tres a¨²n siguen vigentes¡±, dice el director para Europa, Am¨¦rica Latina y Oriente Pr¨®ximo de esta organizaci¨®n de cazanazis con 440.000 socios, sede en Los ?ngeles y oficinas en ocho ciudades del mundo.
La mayor¨ªa de los criminales nazis han muerto o han sido capturados. ?Cu¨¢les son esos desaf¨ªos? Samuels, de 66 a?os, casado y padre de tres hijas, sorbe la ¨²ltima cucharada de la crema de calabaza, levanta la vista y responde: ¡°1) el islam es la segunda religi¨®n demogr¨¢ficamente y nadie tiende la mano a los musulmanes; 2) vuelve el nacionalismo y la extrema derecha en la Europa Oriental; 3) en cualquier mercado se venden discos racistas y nadie lo controla. Adem¨¢s, hoy la tecnolog¨ªa se utiliza al servicio del odio¡±.
El centro que cre¨® en 1977 el m¨ªtico cazanazis Sim¨®n Wiesenthal ha repartido los papeles. Efraim Zuroff dirige desde la oficina de Jerusal¨¦n la b¨²squeda de los ¨²ltimos criminales del nazismo. Samuels en su despacho en Par¨ªs ya no se aburre. Viaja por todo el mundo denunciando casos de genocidio, cierra radios en Dinamarca que llamaban a la matanza de musulmanes, impulsa un colegio en Australia donde conviven cristianos, musulmanes y jud¨ªos o visita en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª a las v¨ªctimas del gas venenoso de Sadam Husein. ¡°En marzo se cumplen 25 a?os de la matanza. Acabo de estar con ellos. No han recibido reconocimiento, ni tratamiento m¨¦dico, ni compensaci¨®n alguna. Est¨¢n abandonados¡±, sentencia.
Vuelve el nacionalismo y la extrema derecha en la Europa Oriental"
Samuels ha impulsado sin ¨¦xito por todo el mundo una campa?a contra el terrorismo suicida. Intent¨® que los principales Gobiernos firmaran una convenci¨®n en la que se determinara que la responsabilidad no es solo de los hombres-bomba, sino de los que les financian, forman y apoyan. ¡°Hay que hacer responsables a todos los elementos de la cadena. El suicida es el menor responsable. En Europa me dijeron que hab¨ªa suficiente legislaci¨®n antiterrorista y que no hay que hacer nada. Solo firm¨® Australia, hubo temor a entrar en estas cosas. Los nazis de hoy son los yihadistas. La diferencia es que ahora su terror es indiscriminado. No focalizan sus cr¨ªmenes en un grupo determinado. La yihad es totalitaria. Su ej¨¦rcito es como las juventudes hitlerianas. Wiesenthal dec¨ªa que los que empiezan con los jud¨ªos nunca terminan con los jud¨ªos¡±.
El director del centro Wiesenthal asegura que siempre ha cre¨ªdo en la educaci¨®n, pero se pregunta en voz alta c¨®mo es posible que despu¨¦s de todo lo que se ha escrito sobre el Holocausto todav¨ªa haya antisemitismo. ¡°No ha cambiado. El antisemitismo est¨¢ resurgiendo. Hay una fascinaci¨®n por los jud¨ªos y por su poder. Hay una diabolizaci¨®n del Estado de Israel, que es un pa¨ªs como otros, con sus errores, que los tiene, por supuesto, y sus aciertos¡±. Samuels cita a Ahmadineyad, presidente de Ir¨¢n, su negaci¨®n del Holocausto, y sentencia: ¡°Lo que m¨¢s temo es que logre levantar la barrera de la indiferencia. Es la nueva forma de racismo y antisemitismo¡±.
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