?Puede su iPhone tratar la ansiedad social?
Una nueva aplicaci¨®n permitir¨¢ paliar los s¨ªntomas de este trastorno en cualquier lugar
Los investigadores de la conducta trabajan desde hace varios a?os con programas y videojuegos para el tratamiento de trastornos psicol¨®gicos como la ansiedad y la depresi¨®n. Uno de los resultados m¨¢s novedosos es una aplicaci¨®n para iPhone o Blackberry que puede ayudar a las personas que padecen fobia social a controlar y reducir sus s¨ªntomas en cualquier lugar.
La aplicaci¨®n, desarrollada por un psic¨®logo australiano, consiste en mostrar dos caras diferentes en la pantalla del tel¨¦fono: una amistosa y otra hostil. La aplicaci¨®n combina estos dos rostros simult¨¢neamente y a continuaci¨®n emite una carta que es necesario identificar r¨¢pidamente y de forma correcta, explica el doctor en psicolog¨ªa de la Universidad de Harvard Richard McNally. ¡°Este sistema se podr¨ªa usar minutos antes de que la persona tuviera que hablar en p¨²blico o antes de una cita importante, situaciones cotidianas que afectan a las personas que sufren este trastorno. El entrenamiento ser¨ªa diario y no durar¨ªa m¨¢s de 10 minutos¡±, argumenta McNally.
Un estudio reciente elaborado por el Doctor McNally y su equipo en la Universidad de Harvard ha concluido que el uso de esta aplicaci¨®n disminuye los s¨ªntomas propios del trastorno de ansiedad, lo que les ha llevado a concluir que tal vez estas t¨¦cnicas de ayuda tambi¨¦n sean aplicables a los tel¨¦fonos inteligentes.
Se podr¨ªa usar antes de situaciones cr¨ªticas como hablar en p¨²blico o una cita importante"
La ansiedad o fobia social consiste en un miedo intenso a situaciones de la vida diaria en las que la persona se siente expuesto. En ellas, el sujeto teme decir algo inapropiado o comportarse de manera que valora como humillante. Las mujeres y los hombres tienen la misma probabilidad de desarrollarla y, normalmente, los primeros s¨ªntomas se dan en la infancia o al inicio de la adolescencia. Existe alguna evidencia de que hay factores gen¨¦ticos involucrados. Es un desorden que tan solo en Estados Unidos afecta a 15 millones de personas, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Salud Mental. En Espa?a, un 7,9% de la poblaci¨®n ha sufrido alg¨²n episodio discapacitante de ansiedad, seg¨²n la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y Estr¨¦s.
Los expertos opinan que la mayor¨ªa de las personas con ansiedad social tienden a prestar atenci¨®n tan solo a los rostros hostiles. El objetivo de esta aplicaci¨®n es romper esta fijaci¨®n, reentrenar al cerebro y as¨ª reducir los s¨ªntomas f¨®bicos.
El estudio desarrollado por McNally y su equipo -titulado Attention Bias Modification Training in Anxiety Disorders- consisti¨® en investigar tres grupos a los que se les mand¨® realizar tareas de atenci¨®n diferentes. El primero fue entrenado para desviar la atenci¨®n de los rostros que muestran desprecio hacia rostros neutrales. ¡°Es decir, aparec¨ªan dos caras en la pantalla durante un tiempo de 500 milisegundos (poco m¨¢s de lo que tarda el ojo humano en parpadear), y enseguida se mostraban dos letras, la e y la f, que sustitu¨ªan a las caras neutrales y que el sujeto deb¨ªa identificar con la mayor rapidez¡±, explica el profesor.
El segundo grupo no experiment¨® ninguna contingencia (es decir, las cartas de amenaza y las caras neutrales surg¨ªan con la misma frecuencia). El tercer grupo llev¨® a cabo simplemente cuestionarios de ansiedad (en l¨ªnea) antes y despu¨¦s de un periodo de tiempo equivalente, pero no realiz¨® ninguna tarea de atenci¨®n. ¡°Los resultados indicaron que los grupos primero y segundo experimentaron reducciones estad¨ªsticamente significativas en los s¨ªntomas de ansiedad, mientras que el grupo sin tratamiento no lo hizo¡±, sostiene McNally.
Un 7,9% de los espa?oles ha sufrido un episodio de ansiedad discapacitante
Algunos detractores de esta posible t¨¦cnica opinan que con este tipo de programas se perder¨ªa el contacto humano esencial que existe durante la terapia. ¡°Estamos hechos para entender lo que sucede a nuestro alrededor, y la ayuda de otro ser humano nos ayuda a entender esta realidad. Yo tendr¨ªa mucho cuidado con los tratamientos que no permitieran esto¡±, asegur¨® Andrew J. Gerber, profesor de psicolog¨ªa de la Universidad de Columbia, en el diario The New York Times.
Otra de las conclusiones que se barajan sobre la efectividad de estos programas se refieren al hecho de que tomar la iniciativa y hacer algo para controlar la ansiedad es la clave para sentirse mejor. ¡°Me sent¨ªa bien conmigo mismo, sent¨ªa que estaba haciendo algo por mis problemas y fue sin duda algo que me ayud¨® mucho a superar acontecimientos que me ocurrieron durante esos dos meses de estudio¡±, explic¨® uno de los participantes. ¡°Seguiremos investigando. Queda mucho trabajo por hacer para evaluar la eficacia de estos entrenamientos, ya sea en laboratorio o en los tel¨¦fonos inteligentes¡±, agrega McNally.
En la actualidad, los programas sobre psicolog¨ªa adaptados a los dispositivos m¨®viles tienen un contenido generalista. Los usuarios suelen encontrar aplicaciones que describen aspectos de su personalidad, consejos sobre sus emociones o maneras de actuar ante posibles circunstancias.
Una aplicaci¨®n denominada Mobilyze, por ejemplo, tambi¨¦n en desarrollo, diagnostica trastornos psicol¨®gicos seg¨²n el estado f¨ªsico y la actividad social del paciente. ¡°Es como un Nike+ (programa que mide la estabilidad f¨ªsica mientras hace deporte), pero para el cerebro¡±.
Con esta nueva aplicaci¨®n, los cient¨ªficos quieren dar un paso m¨¢s. ¡°Que llegue un d¨ªa en el que la persona sea capaz de tratar su ansiedad social en el autob¨²s o en el supermercado¡±, se?ala McNally. ¡°Lo maravilloso es que si demuestra su eficacia de forma m¨¢s contundente, podr¨ªa ayudar a millones de personas en todo el mundo¡±.
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