¡°No deseo el Nobel sino decir mi verdad¡±
El investigador denuncia que el Nobel de Medicina logr¨® el galard¨®n por ser buen comunicador Lemaitre fue el primer firmante de un estudio sobre inmunidad innata
John le Carr¨¦ y Alfred Hitchcock hubieran firmado una gran pel¨ªcula con el palmar¨¦s del premio Nobel de Medicina del 2011. El veredicto de la Academia sueca probablemente no pasar¨¢ a la historia por su ojo cl¨ªnico. Y quiz¨¢ nunca en la larga historia del Nobel haya concentrado tanto mal fario y tanta controversia. Los tres inmun¨®logos fueron distinguidos por descubrir c¨®mo funciona la inmunidad innata, una primera l¨ªnea de defensa celular contra virus, bacterias, hongos y gusanos que se activa antes que el lento y t¨ªmido sistema inmune. Los tres han sufrido serios inconvenientes. El peor parado fue sin duda Ralph Steinman: falleci¨® justo despu¨¦s de hacerse p¨²blico el fallo, lo que sembr¨® cierta intriga porque el Nobel nunca se concede a t¨ªtulo p¨®stumo. El segundo, Bruce Beutler, fue repudiado por 26 colegas que enviaron una carta a Nature criticando que el comit¨¦ le hubiera elegido en perjuicio de su rival, Ruslan Medzhitov. Y el tercero, el franc¨¦s Jules Hoffmann, ha sido acusado de ganar el galard¨®n por ser mejor comunicador que cient¨ªfico.
Las sospechas sobre Hoffmann, de 70 a?os, prestigioso inmun¨®logo y expresidente de la Academia Francesa de Ciencias, han sido aventadas por Bruno Lemaitre, un genetista 25 a?os m¨¢s joven y que en 1992 lleg¨® al laboratorio de Estrasburgo que dirig¨ªa Hoffmann como reci¨¦n doctorado del Instituto Pierre y Marie Curie de Par¨ªs. Su trabajo dur¨® cinco a?os y consisti¨® en descubrir los receptores Toll, un tipo de mol¨¦culas, utilizando la gen¨¦tica de la mosca Drosophila. Aquel hallazgo fue clave porque permiti¨® afrontar la investigaci¨®n de una nueva clase de receptores involucrados en el reconocimiento de la infecci¨®n aplicable a los humanos. El estudio se public¨® en 1996 en la revista Cell.
Lemaitre aparec¨ªa como primer autor, y Hoffmann como ¨²ltimo firmante. En la literatura cient¨ªfica, el primero suele ser el ejecutor directo del trabajo, de menor rango que el ¨²ltimo, a quien se atribuye la idea y la direcci¨®n del proyecto. Sin embargo, Lemaitre asegura que la investigaci¨®n fue esencialmente suya, y que Hoffmann nunca le prest¨® particular atenci¨®n a su proyecto. Fue el posdoc (investigador posdoctoral) quien hizo los experimentos cruciales mientras Hoffman ¡°ejerc¨ªa de jefe y manager del laboratorio, a mucha distancia del banco donde yo trabajaba¡±, asegura Lemaitre.
No discuto el Nobel al inmun¨®logo Hoffmannm, sino las formas"
A la hora de firmar el art¨ªculo y de recibir el premio, Hoffmann se llev¨® el honor y la gloria. Esta semana, en declaraciones a este diario, el Nobel zanj¨® la pol¨¦mica sin contradecir a Lemaitre y usando una locuci¨®n latina: ¡°Roma locutas, causa finita¡±.
Desde su laboratorio en Lausana (Suiza), Bruno Lemaitre responde con timidez a las preguntas. As¨ª como Hoffmann es un gran comunicador, un hombre afable y mundano que acaba de ingresar en la Academia francesa, a Lemaitre se le nota inc¨®modo con la prensa, quiz¨¢ porque sus quejas (documentadas en su p¨¢gina web www.behinddiscoveries.com) han sido veladas por el elitista sistema medi¨¢tico franc¨¦s.
El cient¨ªfico no acusa directamente a Hoffmann, y en todo momento deja claro que no piensa que ¨¦l merezca el Nobel y su exjefe no. Simplemente protesta porque considera que este no le dio ¡°el sitio y el cr¨¦dito¡± que merec¨ªa, y porque ¡°el sistema y la pr¨¢ctica de la ciencia actual tienden a reconocer m¨¢s a los que son buenos en marketing, comunicaci¨®n y recolecci¨®n de fondos que a los buenos investigadores¡±.
Cuando yo hice el descubrimiento, ¨¦l estaba muy alejado de los experimentos"
Pregunta. Hoffman no desmiente lo que usted dice. Pero afirma que el sistema cient¨ªfico es como es, y que no es culpa suya.
Respuesta. Es un hombre cort¨¦s, de consenso, muy pol¨ªtico, y tiene un poder importante. He le¨ªdo lo que les dijo, y no contradice lo que yo he dicho. Pero habr¨ªa podido decir claramente qui¨¦n hizo el hallazgo en vez de disfrazarlo como un trabajo de equipo. Habla como portavoz del equipo, pero la verdad es que cuando yo hice el descubrimiento ¨¦l estaba muy alejado de la realidad experimental del laboratorio.
P. ?Se apropi¨® de su trabajo de forma il¨ªcita?
El sistema no tiene reglas estrictas y la gente sin escr¨²pulos se aprovecha"
R. Es una historia compleja, no es tan sencillo como eso. No digo que yo merezca el premio o que ¨¦l no tiene cr¨¦dito. Solo presento la realidad de la pr¨¢ctica cient¨ªfica: Hoffmann siempre estuvo muy lejos del banco donde yo trabajaba, y no destac¨® mi contribuci¨®n tanto como hubiera debido.
P. Firmaron juntos tres art¨ªculos y Hoffmann dice que el premio solo lo pueden ganar tres personas y que se lo dieron a ¨¦l porque dirig¨ªa el laboratorio desde 1978. ?Se equivoc¨® el comit¨¦?
R. Era una decisi¨®n complicada. Lo que critico es que ¨¦l no es un gran cient¨ªfico. No se comport¨® de forma ejemplar con muchos de sus colaboradores. Los Nobel no siempre recompensan a personas ejemplares. Y Hoffmann es un gran relaciones p¨²blicas.
Hoffmann no es un gran cient¨ªfico, es un gran relaciones p¨²blicas"
P. ?l afirma que hubo mucha gente detr¨¢s del descubrimiento.
R. Es verdad que muchos han contribuido. Dos profesores estadounidenses, Ruslan Medzhitov y Bruce Beutler, el japon¨¦s Shizuo Alira¡ Yo aport¨¦ el trabajo con la mosca, y otras cosas. Cinco o seis personas. ?l se dedic¨® a viajar contando el hallazgo, a presentarlo en conferencias a las que no me llevaba. Quer¨ªa que todo el cr¨¦dito fuera para el laboratorio. No protesto por el premio, sino por las formas. El descubrimiento de los receptores TLR's fue una aventura colectiva, y es lamentable que el m¨¦rito haya sido atribuido a los dos personajes m¨¢s agresivos, que se dedicaron a hacer autopromoci¨®n.
P. Al menos tuvo el detalle de invitarle a la gala.
R. S¨ª, fue muy elegante pero no quise ir. Me sent¨ª manipulado.
P. La impresi¨®n es que pas¨® algo parecido a lo que sucede en el f¨²tbol, donde los ¨¢rbitros benefician a los grandes. ?Fue as¨ª?
R. El problema es que el sistema cient¨ªfico no tiene unas reglas muy estrictas porque se supone que la gente que hace ciencia es honesta. Y a veces hay gente osada y sin escr¨²pulos que se aprovecha de ese sistema. Esta es una cuesti¨®n clave, porque es un problema general. El sistema no es transparente. Si te ganas una posici¨®n importante, es mucho m¨¢s f¨¢cil publicar, por ejemplo. Y no solo eso.
P. Pero si el hallazgo fue suyo y ¨¦l no intervino, ?por qu¨¦ firm¨® con ¨¦l el trabajo?
R. Al principio estaba ocupado con mi propio laboratorio y como no particip¨¦ en los congresos no me di cuenta de lo que estaba pasando. Despu¨¦s no fue un tema f¨¢cil para m¨ª. Elabor¨¦ la p¨¢gina web para mostrar una visi¨®n diferente de las cosas, una visi¨®n m¨¢s acorde con la realidad del laboratorio. Esto muestra la complejidad de la investigaci¨®n y la atribuci¨®n del cr¨¦dito frente a un descubrimiento. La historia es complicada para los profanos, pero refleja ciertos aspectos de la investigaci¨®n, que siempre es una aventura humana.
P. ?Se arrepiente de no haber hablado antes?
R. Es mi forma de ser, me fui a mi laboratorio y no me di cuenta de lo que pod¨ªa pasar. No soy tan buen comunicador como Jules. Habl¨¦ con varias personas de este sentimiento de injusticia, y muchos conoc¨ªan la historia pero no fue suficiente frente a las influencias del entorno.
P. ?Reclamar¨¢ el Nobel? ?Espera ganar otro?
R. No lo reclamo. Quiz¨¢ si se lo dan a gente menos VIP ser¨ªa mejor. Pero era una elecci¨®n dif¨ªcil. ?Ganarlo? No, no quiero ganarlo. Lo importante es dar a conocer mi verdad sobre un descubrimiento complejo. Hoffmann no contradijo lo que yo he dicho. En ciencia, como en todo, hay estrellas y grupos de presi¨®n. El problema es que esto a veces excluye a investigadores muy creativos.
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