M¨¢s seguridad y menos coste, retos de los viajes espaciales a larga distancia
Un astronauta de la NASA y un jefe de vuelos tripulados abordan en Madrid las perspectivas de las misiones a Marte, a la Luna o a un asteroide
Aumentar la seguridad y reducir los costes del acceso al espacio son los retos que deben afrontar los ingenieros de cara a los futuros viajes espaciales, independientemente de si el destino es la Luna, Marte o un asteroide, ha explicado el astronauta de la NASA Stephen K. Robinson en un coloquio con estudiantes y j¨®venes ingenieros organizado en Madrid por la Fundaci¨®n Elecnor. ¡°Para que la especie humana tenga un futuro en el espacio, y yo creo que lo tiene, tenemos que aprender a sobrevivir en el espacio largas temporadas¡±, ha recordado Paul F.Dye, director de vuelos tripulados y operaciones de la NASA. Ha puntualizado, adem¨¢s, que en su opini¨®n la futura exploraci¨®n espacial ¡°ser¨¢ una empresa internacional, global, porque el espacio es muy caro¡±, y la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) es, entre otras muchas cosas, ¡°un laboratorio para aprender a trabajar juntos¡±.
El debate, celebrado en el rectorado de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, ha girado en torno a la ISS y, sobre todo, los destinos espaciales lejanos, especialmente Marte. ¡°Creo que s¨ª debemos explorar Marte, y todo lo que podamos, se lo debemos a la pr¨®xima generaci¨®n; tal vez ahora mismo es dif¨ªcil por la situaci¨®n econ¨®mica, pero no hay que olvidarlo¡±, ha apuntado Miguel Bell¨®-Mora, ingeniero y director de la empresa Elecnor Deimos.
Adem¨¢s de la conveniencia o no de emprender tal aventura, y cuando, se ha abordado el c¨®mo. Robinson, hablando como ingeniero y astronauta (ha realizado cuatro misiones en los transbordadores), ha explicado que actualmente hay dos enfoques en la NASA acerca de c¨®mo dise?ar el transporte para viajar a destinos lejanos. Para unos, ha dicho, es preciso saber primero a d¨®nde se ir¨¢, si a Marte, la Luna o un asteroide, para dise?ar las naves acorde con el objetivo; mientras que para otros, se puede dise?ar el medio de transporte gen¨¦rico para viajes a larga distancia y luego adaptarlo al destino elegido. La NASA, ha recordado Robinson, ha optado por un asteroide.
Pero la verdad es que la agencia espacial estadounidense no tiene en marcha un plan detallado, ni financiaci¨®n adecuada, ni fecha ni un programa potente para acometer tal reto, aunque est¨¦ desarrollando tecnolog¨ªas que en el futuro pueden ser ¨²tiles. ¡°Es bueno plantear los objetivos para garantizar que sean sensatos, que lo que hagamos lo hagamos con l¨®gica¡±, ha dicho Robinson. Tampoco est¨¢ claro, han se?alado los expertos, si seria conveniente abordar primero la Luna como objetivo cercano y de ensayos antes de plantearse el viaje a Marte, que durar¨ªa muchos meses, o a un asteroide o ir directamente al objetivo lejano.
¡°No se ha gastado jam¨¢s ni un d¨®lar en el espacio, se ha gastado en la Tierra para ir al espacio¡±
En lo que han estado todos de acuerdo es en se?alar que el espacio es un motor tecnol¨®gico. ¡°No se ha gastado jam¨¢s ni un d¨®lar en el espacio, se ha gastado en la Tierra para ir al espacio¡±, ha puntualizado Dye, dejando claro d¨®nde repercute todo el esfuerzo que se invierta en este sector.
En cuanto a la Agencia Europea del Espacio (ESA), participa en el programa de la ISS, pero es un socio menor. Tiene su m¨®dulo Columbus en la estaci¨®n y env¨ªa sus naves de transporte ATV, pero su aportaci¨®n (y sus derechos) en el proyecto internacional es del 8,5%, ha se?alado Carlos Quintana, experto de programas espaciales del Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial. De momento la ESA, como la NASA, ha aprobado la utilizaci¨®n de la ISS hasta 2020 y habr¨¢ que plantearse su extensi¨®n hasta 2025, ha recordado. Este programa de vuelos tripulados es opcional para los pa¨ªses miembros de la ESA, y Espa?a aporta un 2% (28,1 millones de euros) de la participaci¨®n europea, seg¨²n se comprometi¨® en la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de los pa¨ªses miembros de la agencia, celebrada en 2008. La inversi¨®n total espa?ola acordada entonces para tres a?os fue algo superior a 600 millones de euros, incluyendo los programas voluntarios y los obligatorios, en los que la participaci¨®n de cada pa¨ªs se fija en proporci¨®n a su PIB.
Turismo espacial
El turismo espacial ya existe, pero es para millonarios dispuestos a pagar entre 20 y 35 millones de euros por una plaza en una nave rusa Soyuz y pasar una semana en la Estaci¨®n Espacial Internacional. Es la ¨²nica opci¨®n actualmente para ir la espacio sin estar en el programa de astronautas de las agencias espaciales. Tal vez en el futuro sea m¨¢s accesible econ¨®micamente pasar unos d¨ªas en ¨®rbita. Pero a corto plazo puede abrirse el abanico de ofertas de turismo espacial, aunque no sea para vuelos orbitales propiamente dichos sino suborbitales, subiendo hasta 100 kil¨®metros de altura (la ISS gira alrededor de la tierra a unos 350 kil¨®metros de altura). "Estamos desarrollando un veh¨ªculo suborbital con capacidad para dos pilotos, ocho pasajeros y carga ¨²til con el objetivo de hacer el espacio accesible para turistas pero tambi¨¦n para empresas", ha explicado Balvinder Powar, miembro del consorcio industrial Booster. "El dise?o de la plataforma est¨¢ listo y ahora podemos pasar al desarrollo a gran escala", a?ade. "Y podr¨ªa empezar a volar en 2016 o 2017".
Varias empresas se preparan para este nuevo mercado, ha comentado Powar en la jornada celebrada en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, y hay clientes. Por ejemplo, ha dicho, Virgin Galactic, una de esas empresas, cuenta ya con 500 personas que han pagado 20.000 d¨®lares por una reserva para realizar un vuelo suborbital, cuando este listo el veh¨ªculo. Los usuarios ser¨¢n personas adineradas que quieren aproximarse a la experiencia espacial aunque sea solo unos minutos y que est¨¦n dispuestas a pagar por ello, pero tambi¨¦n se pueden ofrecer servicios accesibles a empresas. Los vuelos en avi¨®n eran al principio muy caros y exclusivos, pero se han hecho luego baratos y populares, considera Powar, y lo mismo cabe esperar que pase con el espacio.
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