Aplicada a un gay que mat¨® a su pareja la agravante de parentesco

El Tribunal Supremo ha aplicado la agravante de parentesco a un homosexual que degoll¨® a su pareja, con la que manten¨ªa una relaci¨®n ¡°estable¡±, lo que ha determinado que se le aumente la pena de 10 a 13 a?os de prisi¨®n por homicidio.

La sentencia inicial, dictada por la Audiencia de Palma Mallorca de conformidad con el veredicto de culpabilidad de un jurado, conden¨® a Darvas C. F. como autor del homicidio de su compa?ero sentimental a 13 a?os con la citada agravante.

El jurado declar¨® probado que el 4 de octubre de 2010, Darvas C. F., de nacionalidad rumana, y T?rok Z., discutieron en el apartamento que compart¨ªan en la localidad de Palmanova, lo que determin¨® que T?rok abandonara el domicilio. Darvas sali¨® tras ¨¦l, y alcanz¨¢ndole por la espalda cuando bajaba las escaleras, le cort¨® el cuello con un cuchillo de 32 cent¨ªmetros de hoja.

El Tribunal Superior de las Islas Baleares estim¨® parcialmente el recurso de Darvas, y le redujo la pena a 10 a?os, al considerar que la sentencia del jurado solo hablaba de que Darvas y T?rok ¡°manten¨ªan una relaci¨®n sentimental¡±. Seg¨²n el TSJ de Baleares, ¡°tan escueto aserto no permite agravar la pena por raz¨®n de parentesco, por cuanto nada dice acerca de la duraci¨®n de esa relaci¨®n afectiva, ni si la misma persegu¨ªa prop¨®sito de permanencia. Esta inexpresividad jam¨¢s puede volverse en contra del acusado¡±.

El Supremo, sin embargo, ha estimado el recurso del fiscal al apreciar que existi¨® una ¡°relaci¨®n de afectividad¡± definida por una relaci¨®n ¡°asimilada a la matrimonial¡±, ya sea la pareja heterosexual o, como era el caso, homosexual, y por el hecho de que el delito tuvo relaci¨®n directa o indirecta con el v¨ªnculo de relaciones o comunidad de vida de ambas personas.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Joaqu¨ªn Jim¨¦nez, a?ade que el agresor y la v¨ªctima compart¨ªan el mismo domicilio donde tuvo lugar la discusi¨®n, y el ataque se produjo en las escaleras del inmueble.

¡°Pero hay m¨¢s datos que colorean y dan consistencia a esa relaci¨®n de afectividad¡±, se?ala la sentencia, entre los que cita las ¡°fotos de expl¨ªcito contenido sexual¡±, la convivencia ¡°incluso compartiendo la cama¡± y la ¡°dependencia econ¨®mica del acusado respecto de la v¨ªctima, dado que el primero no ten¨ªa trabajo en la isla¡±.

A la luz de esos datos, el Supremo concluye que ¡°no puede dudarse de que se est¨¢ ante una relaci¨®n sentimental de car¨¢cter estable¡± a la que se refiere la agravante de parentesco del art¨ªculo 23 del C¨®digo Penal.

La Sala aprovecha para se?alar que al tratarse de una pareja homosexual de dos hombres ¡°se est¨¢ extramuros de todo supuesto de violencia de g¨¦nero, pues ese ¡®g¨¦nero¡¯ es seg¨²n la ley, ¨²nica y exclusivamente la mujer, no pudiendo ser v¨ªctima el hombre¡±.

El Supremo considera ¡°fuera de toda duda¡± que la ¡°relaci¨®n estable¡± a que se refiere el C¨®digo Penal ¡°incluye tanto la pareja heterosexual como la homosexual¡± y concluye: ¡°Hay que recordar la obviedad de que la Humanidad se divide entre hombres y mujeres, no entre homosexuales y heterosexuales, por lo que no ser¨ªa admisible excluir la relaci¨®n estable afectiva entre dos personas del mismo sexo, cuando la raz¨®n de ser de la agravante es la misma en una pareja homosexual que heterosexual¡±.