El servicio secreto entra en la 'guerra econ¨®mica'
Un millar de agentes antiterroristas del Centro Nacional de Inteligencia podr¨ªan ser reciclados para tomar parte en la soterrada batalla financiera y comercial que se libra internacionalmente
Ahora que la preocupaci¨®n ante el terrorismo decae y la alarma por la econom¨ªa se dispara, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se apresta a reciclar parte de su estructura para participar en la creaci¨®n de un sistema estatal mixto, p¨²blico-privado, de inteligencia econ¨®mica, similar al que poseen otros pa¨ªses del primer nivel de desarrollo. Al menos una tercera parte de los 3.500 agentes que componen el servicio secreto espa?ol se ha dedicado hasta ahora a combatir a ETA, as¨ª que cabe preguntarse en qu¨¦ se ocupar¨¢n a partir de ahora si, como resulta previsible, la organizaci¨®n terrorista deja definitivamente de suponer una amenaza. A expensas de lo que decida el nuevo Gobierno, el CNI ha adelantado ya su respuesta: se trata de estar presente en la pelea econ¨®mica y comercial que se libra soterradamente a escala internacional, de potenciar las sinergias informativas entre el Estado y las empresas y de enjugar as¨ª el retraso competitivo que nos lastra en esta materia.
?¡°Los servicios tienen acumulado un importante know how [saber hacer] y una experiencia que en algunos casos puede transmitirse con ¨¦xito a las empresas¡±, se?al¨® el director del CNI, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, en una charla restringida a empresarios y al cuerpo diplom¨¢tico. Sanz Rold¨¢n lleva tiempo insistiendo en la necesidad de potenciar la formaci¨®n y creaci¨®n de analistas y empresas de inteligencia competitiva e invitando expresamente al empresariado a servirse del CNI. ¡°Es dif¨ªcil encontrar en cualquier ¨¢mbito nacional una instituci¨®n m¨¢s discreta que la nuestra; estamos acostumbrados a manejar informaci¨®n delicada¡±, enfatiza en sus conferencias. El Centro Nacional de Inteligencia, que ya ha constituido una c¨¢tedra y un instituto para la inteligencia competitiva en las Universidades Juan Carlos I y Carlos III de Madrid, propone que el ¨®rgano de coordinaci¨®n a crear dependa de la vicepresidencia del Gobierno o del ministro de Econom¨ªa.
La identificaci¨®n autom¨¢tica entre seguridad nacional y fuerza militar qued¨® deshecha a principios de los noventa con la implosi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la llegada de la globalizaci¨®n. Puede decirse que, acabada la guerra fr¨ªa, los servicios secretos occidentales tiraron sus diccionarios de ruso y se abonaron a la prensa color salm¨®n y al principio de que la econom¨ªa constituye un elemento fundamental de la seguridad. Esa convicci¨®n, asimilada tambi¨¦n por la diplomacia y la pol¨ªtica exterior, ha ido acentu¨¢ndose en los ¨²ltimos tiempos con el desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Ahora m¨¢s que nunca, la econom¨ªa es el territorio en el que se dilucida la influencia y el poder de las naciones. Es como si las antiguas competiciones y disputas entre pa¨ªses y bloques encontraran ah¨ª el espacio simb¨®lico.
En qu¨¦ proyecto trabaja la competencia, c¨®mo hacerse con la posici¨®n dominante en ese mercado, qui¨¦nes se llevar¨¢n el gran contrato, a qu¨¦ empresas benefician y a cu¨¢les perjudican semejantes decisiones, qu¨¦ tipo de persona es la que tendr¨¢ la ¨²ltima palabra en la adjudicaci¨®n, qu¨¦ socios ser¨ªan los m¨¢s adecuados para esa fusi¨®n o esa alianza empresarial, a qu¨¦ responde, c¨®mo nos repercutir¨¢, ese movimiento de capital. Estas son el tipo de cuestiones que las miles de empresas de inteligencia econ¨®mica o inteligencia competitiva tratan de dar respuesta en el mundo. Pese a los trabajos del ICEX, de las c¨¢maras de comercio, del Banco de Espa?a y de otras ¨¢reas de la Administraci¨®n, nuestro pa¨ªs est¨¢ en mantillas en este campo, y eso que, como se subraya en un estudio de la Agencia de Innovaci¨®n de Bizkaia (BAI), la informaci¨®n ha adquirido un valor estrat¨¦gico determinante y las empresas de las econom¨ªas m¨¢s avanzadas son las que han apostado con mayor decisi¨®n por la inteligencia competitiva.
"Tenemos acumulada una importante experiencia que puede transmitirse con ¨¦xito a las empresas", afirma Sanz Rold¨¢n?
¡°El an¨¢lisis es clave para poder prever y anticiparse a lo que pueda pasar. La subida del precio del petr¨®leo y de otras materias energ¨¦ticas, por ejemplo, puede afectarnos mucho. Por eso hay que estar en la red mundial de inteligencia competitiva, para seguir los movimientos de la econom¨ªa global, no llevarnos grandes sustos y llegar bien preparados a las reuniones del G-20¡±, apunta Javier Solana, ex secretario general de la OTAN y ex alto representante del Consejo europeo para la pol¨ªtica exterior. Cuatro veces ministro en los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez, Solana es el principal art¨ªfice de la Estrategia Espa?ola de Seguridad (EES) recientemente elaborada en la que se incluye el proyecto de Sistema de Inteligencia Econ¨®mica. ¡°Mucho de lo que ocurre en el campo de la informaci¨®n econ¨®mica es transparente, pero no todo. Hay c¨ªrculos que se procuran una informaci¨®n m¨¢s sofisticada, y puesto que otros lo hacen, nosotros tambi¨¦n deber¨ªamos hacerlo¡±, indica.
Aunque el espionaje econ¨®mico es una vieja historia ¡ªel Gobierno de Felipe II ya contaba con algo parecido a un servicio de estas caracter¨ªsticas¡ª, las sociedades modernas se enfrentan a un fen¨®meno nuevo de competitividad informativa econ¨®mica creciente. ¡°Hay una guerra econ¨®mica permanente no declarada porque en el mundo de la competencia econ¨®mica y comercial las relaciones entre empresas y Estados no son precisamente versallescas. Chinos y rusos destacan por su agresividad, pero no son los ¨²nicos que participan en la brutal pelea por hacerse con los mercados; todas las potencias consagradas o emergentes est¨¢n ah¨ª¡±, afirma Jos¨¦ Luis de la Fuente O¡¯Connor, responsable de la Oficina de Vigilancia e Inteligencia Tecnol¨®gica de Iberdrola y presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola para la Promoci¨®n de la Inteligencia Competitiva (Asepic). Sin embargo, sigue siendo una cuesti¨®n casi tab¨² de la que se habla mucho (puertas adentro) y se cuenta poco.
A prop¨®sito del caso de espionaje del prototipo de coche el¨¦ctrico denunciado falsamente por Renault, el presidente de la Academia Francesa de la Inteligencia Econ¨®mica, Alain Juillet, ya mostr¨® su extra?eza de que un hecho semejante hubiera salido a la luz habida cuenta de que este tipo de asuntos acostumbran a saldarse en la penumbra del discreto arreglo entre las partes. Alain Juillet ven¨ªa a decir que los episodios que afloran a la opini¨®n p¨²blica ¡ªel del ingeniero L¨®pez de Arriort¨²a con la General Motors ha sido de los m¨¢s notorios¡ª apenas son la punta del iceberg de la batalla encubierta que se libra a diario, a veces con aires detectivescos y novelescos, pero por lo general de forma mucho m¨¢s prosaica. Seg¨²n el analista Jean-Marie Allin, los datos aprovechables pueden clasificarse como ¡°informaci¨®n abierta¡± (la que se halla al alcance en peri¨®dicos, publicaciones y bancos de datos), la ¡°informaci¨®n gris¡± (de dominio no p¨²blico, pero accesible a trav¨¦s de c¨ªrculos internos o publicaciones restringidas) y la ¡°informaci¨®n oscura¡± (la obtenida de forma ilegal por el espionaje, la pirater¨ªa, el robo).
Pese a que la mayor parte de los datos se encuentran hoy a la vista ¡ªse calcula que hasta el 70%¡ª, la cuesti¨®n capital reside hoy en separar el grano de la paja, en espigar la ingente informaci¨®n disponible para seleccionar lo importante e interpretarlo adecuadamente, ya que la inteligencia econ¨®mica es lo contrario a la acumulaci¨®n de datos propia de la era digital. ¡°En la era de la informaci¨®n, todo el mundo sabe lo que est¨¢ pasando, pero muy pocos entienden lo que significa¡±, es un aserto al que el director del CNI, F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, recurre con frecuencia en sus exposiciones.
El sistema podr¨ªa ofrecer a Telef¨®nica en China un servicio para blindar a la empresa contra el espionaje tecnol¨®gico
Con sus limitaciones, todas las grandes compa?¨ªas globalizadas procuran disponer y analizar los datos a su alcance de cara a elaborar los planes m¨¢s adecuados a sus intereses. El procesamiento inteligente de la informaci¨®n disponible ha estado bien presente, por ejemplo, en la estrategia que ha permitido al consorcio espa?ol hacerse con el contrato del tren AVE a La Meca y que incluy¨® las gestiones personales del Rey Juan Carlos ante su hom¨®logo saud¨ª en los momentos en los que las presiones francesas arreciaban. ¡°A menudo, muchas de las empresas exportadoras que no pueden disponer de departamentos o c¨¦lulas de inteligencia propios necesitan contratar a empresas especializadas o contar con la inteligencia del Estado. Lo ideal es que las dos opciones sean posibles¡±, apunta Jos¨¦ Luis de la Fuente O¡¯Connor. ¡°Estamos en desventaja competitiva respecto a otras marcas-pa¨ªs. Debemos relanzar y dar fluidez a la relaci¨®n informativa p¨²blica-privada no solo para defender a las grandes compa?¨ªas, sino tambi¨¦n para conseguir que nuestras pymes, que suponen el 95% de nuestras empresas, puedan dar el paso de la internacionalizaci¨®n¡±, plantea Juan Antonio G¨®mez Bule, presidente del consejo asesor de S21SEC, compa?¨ªa experta en seguridad digital.
Al Estado moderno se le requiere hoy con mayor ¨¦nfasis para que asegure la defensa del inter¨¦s nacional por medio de una estrategia internacional, que utilice su capacidad de reunir y procesar informaci¨®n para poder anticiparse a los cambios y aportar una posici¨®n ventajosa a las empresas, al tiempo que las protege del espionaje industrial y tecnol¨®gico. Y es que despu¨¦s de lo que ha pasado con las subprime y la crisis mundial, no es f¨¢cil creer en la teor¨ªa de la autorregulaci¨®n autom¨¢tica del sistema. Se dir¨ªa que la econom¨ªa global se ha hecho demasiado vital para la supervivencia como para dejarla al albur del juego de los mercados financieros globalizados, a la acci¨®n de los oportunistas y especuladores internacionales, los intoxicadores, los esp¨ªas y los sobornadores que exploran con lupa y explotan los puntos d¨¦biles de las personas y organismos decisivos en las grandes operaciones.
¡°La mundializaci¨®n no es un mercado libre. Vivimos en un mundo de Estados-naci¨®n con muy diferentes poderes y capacidades de protecci¨®n. Esa asimetr¨ªa es la realidad, y conviene no confundir ret¨®rica y realidad. Hablamos de la inteligencia competitiva como un medio de proteger la econom¨ªa, pero al proteger la econom¨ªa protegemos a la sociedad. La protecci¨®n de la gente, que no el proteccionismo, es un deber del Estado, as¨ª que la cuesti¨®n no puede ser optar entre la protecci¨®n y el liberalismo porque necesitamos tener un nivel adecuado de ambas cosas. Como todav¨ªa no hemos construido la solidaridad interna europea, vivimos una situaci¨®n de fragilidad tal que nuestros Estados naci¨®n solo pueden dar una protecci¨®n relativa¡±. Son palabras del economista y pensador Jean-Paul Fitoussi, autor, junto al tambi¨¦n intelectual franc¨¦s Pierre Rosanvallon, del libro La nueva era de las desigualdades.
Como comprueba amargamente la Espa?a zarandeada por los mercados, presa de movimientos especulativos, obligada a seguir los diktak de las recetas exteriores, los Estados pueden en efecto verse impotentes ante movimientos econ¨®mico-financieros y actuaciones desestabilizadoras que provienen de la globalizaci¨®n. Conocer de antemano la prima de riesgo es algo que queda fuera del alcance del mejor servicio de inteligencia, pero ?qu¨¦ no habr¨ªa dado la anterior ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado, por haber podido prever los ataques a la deuda soberana? ?La crisis misma y su doble impacto en Espa?a no se pod¨ªan haber detectado antes? Hay que suponer que los informes que el CNI realiz¨® estos meses atr¨¢s para la ministra Salgado no debieron ayudarle gran cosa, y eso que el Centro Nacional de Inteligencia tiene por ley (noviembre de 2002) la misi¨®n de ¡°obtener, evaluar e interpretar informaci¨®n y difundir la inteligencia necesaria para proteger y promover los intereses econ¨®micos industriales, comerciales y estrat¨¦gicos de Espa?a, pudiendo actuar dentro y fuera del territorio nacional¡±.
La ley encomienda asimismo al CNI la tarea de ¡°prevenir, detectar, posibilitar la neutralizaci¨®n de aquellas actividades de servicios extranjeros, grupos o personas que pongan en riesgo, amenacen o atenten contra los intereses econ¨®micos nacionales¡±, pero fuera de eso se ignora cu¨¢les son las l¨ªneas de actuaci¨®n del espionaje espa?ol en estas materias. Las intervenciones concretas del CNI en la esfera econ¨®mica quedan detalladas en la denominada Directiva de Inteligencia, un documento secreto restringido a muy pocas personas en el que se da cuenta anual del grado de cumplimiento de los objetivos establecidos por el propio Ejecutivo.
Ahora, animado por la perspectiva del final de la actividad de ETA, el CNI cree llegado el momento de ir m¨¢s lejos y formar un Sistema de Inteligencia Econ¨®mica que coordine el conjunto de acciones y pol¨ªticas empresariales, gubernamentales y de los propios servicios de b¨²squeda, tratamiento y distribuci¨®n de la informaci¨®n ¨²til. Aunque las escasas referencias existentes se sirven de las formulaciones gen¨¦ricas ¡ª¡°la misi¨®n de analizar y facilitar informaci¨®n econ¨®mica, financiera y empresarial estrat¨¦gica relevante, oportuna y ¨²til para apoyar la acci¨®n del Estado y una mejor toma de decisiones¡±¡ª, ese nuevo organismo tendr¨ªa entre sus prioridades favorecer la implantaci¨®n y defensa de las empresas espa?olas en el exterior.
A t¨ªtulo de ejemplo, se supone que el sistema podr¨ªa ofrecer a Telef¨®nica en China un servicio de contrainteligencia que le blindara contra las acciones de espionaje tecnol¨®gico, y quiz¨¢ tambi¨¦n explicar por qu¨¦ Espa?a ha quedado postergada comercialmente en su antigua colonia de Guinea Ecuatorial mientras EE UU, Francia, China, Italia y Canad¨¢ multiplican all¨ª sus negocios. ¡°La amistad no existe en la lucha por la competitividad y la supervivencia econ¨®mica. Debemos dejar de ser ingenuos: hay que llevar a la opini¨®n p¨²blica la conciencia de que hay informaci¨®n estrat¨¦gica relevante para nuestra econom¨ªa y nuestro tejido productivo que debemos proteger a ultranza. El n¨²mero de empresas que compiten por precio sin problemas tiende a disminuir porque cada vez se copia m¨¢s, y eso obliga a innovar continuamente¡±, subraya Jos¨¦ Luis de la Fuente.
En la circular administrativa interna que dict¨® el pasado 15 de septiembre, el primer ministro franc¨¦s, Fran?ois Fillon, defini¨® la inteligencia econ¨®mica como la tarea de reunir, analizar, valorar, difundir y proteger la informaci¨®n econ¨®mica estrat¨¦gica a fin de reforzar la competitividad de un Estado, una empresa o un centro de investigaci¨®n. ¡°Facilitar la toma de decisiones de los responsables p¨²blicos, desarrollar la influencia internacional de Francia, sostener la competitividad empresarial y la transferencia de tecnolog¨ªa priorizando el inter¨¦s de las empresas francesas y europeas, y garantizar la seguridad econ¨®mica de los centros de investigaci¨®n¡± constituyen los grandes ejes que Par¨ªs asigna a inteligencia econ¨®mica. ¡°El Estado debe disponer de herramientas de vigilancia y redes humanas de informaci¨®n sobre la evoluci¨®n econ¨®mica de los grandes intereses y los riesgos y amenazas que pesan sobre las empresas y los centros de investigaci¨®n, particularmente en los sectores econ¨®micos prioritarios¡±, reza la circular.
Son funciones y objetivos, ya convencionales, aunque los modelos difieren notablemente de un pa¨ªs a otro. As¨ª, Jap¨®n, pionero junto a Suecia en inteligencia competitiva, tiene un sistema bastante centralizado, al igual que Francia, Israel, Canad¨¢ y Corea, pero al mismo tiempo es de naturaleza mixta p¨²blica-privada como el de Alemania, Reino Unido y la propia Francia. Todos ellos, particularmente EE UU y China, cuentan con empresas de inteligencia econ¨®mica que en mayor o menor grado se apoyan en la Administraci¨®n a la hora de recabar datos y an¨¢lisis. Por lo visto, la colaboraci¨®n con los servicios secretos suscita en el empresariado espa?ol no pocas reticencias. Es lo que cabe deducir de las propias palabras de F¨¦lix Sanz Rold¨¢n. ¡°El CNI est¨¢ m¨¢s capacitado que ning¨²n otro servicio secreto del mundo para trabajar dentro de la ley porque el 99,99% de nuestras actividades se llevan a cabo sin conculcar norma alguna. No queremos tener un papel protagonista, ni llevar la voz cantante en el Sistema de Inteligencia Econ¨®mica. Nuestra tarea debe consistir en conectar a los que saben con los que deben saber¡±, ha indicado en una de sus charlas a empresarios.
Aunque la propuesta que el CNI entreg¨® a la Presidencia del Gobierno del anterior Ejecutivo no se ha desvelado, ese sistema de coordinaci¨®n y tratamiento de informaci¨®n a crear ser¨ªa, seg¨²n Sanz Rold¨¢n, ¡°un ¨®rgano de inteligencia con mucha presencia exterior, no demasiado grande, ni muy peque?o, de geometr¨ªa variable, de forma que pueda incorporar a especialistas en funci¨®n de los asuntos a tratar¡±. Seg¨²n el profesor De la Fuente, ¡°la opini¨®n p¨²blica debe asumir cuanto antes la cruda realidad de que nos jugamos nuestra calidad de vida y nuestros empleos en la competitividad a escala global de nuestras empresas¡±.
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