¡°Tenemos tecnolog¨ªa pero no nos escuchamos¡±
El director musical del teatro La Fenice es uno de los talentos del Sistema de Abreu

A Diego Matheuz (Barquisimeto, Venezuela, 1984) le cuesta obviar sus or¨ªgenes. El joven director de orquesta, uno de los talentos virtuosos de la batuta descubierto por el maestro Jos¨¦ Antonio Abreu ¡ªcreador de las orquestas infantiles y juveniles venezolanas¡ª, no puede evitar hacer incontables referencias al Sistema una vez se enciende la mecha.
Matheuz empieza la conversaci¨®n cauto, t¨ªmido incluso, pero se relaja hablando de m¨²sica. Su elecci¨®n para comer es frugal. Merluza a la plancha acompa?ada de un ligero pur¨¦. El responsable musical del Teatro La Fenice, en Venecia, se encuentra en San Sebasti¨¢n donde debuta en Espa?a como director de la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi. ¡°Es la primera vez que tengo oportunidad de ensayar en espa?ol con una orquesta que no sea venezolana¡±, dice al explicar las ventajas de comunicaci¨®n que conlleva.
Matheuz cambi¨® el violonchelo por el viol¨ªn porque ocupaba demasiado
Considerado por la cr¨ªtica como un m¨²sico fresco, elegante y sensible, el joven director ha depurado estilo. Italia est¨¢ siendo el contrapunto a su formaci¨®n musical social socialista de la mano de Claudio Abbado. ¡°Estoy muy contento dirigiendo en Venecia pero sigo formando parte del Sistema y siento nostalgia por tocar en la Sim¨®n Bol¨ªvar¡±, comenta.
Matheuz, violinista, empez¨® con el violonchelo. Pero era demasiado grande y ocupaba mucho espacio en el carro de su padre, donde ten¨ªan que entrar sus dos hermanas, tambi¨¦n m¨²sicos. As¨ª que su padre le invit¨® a pasarse al viol¨ªn a cambio de uno nuevo. Matheuz cree que es una ¡°gran ventaja¡± ser instrumentista a la hora de dirigir porque te permite entender el engranaje de la orquesta. A pesar de sus 27 a?os, reconoce que le ha tocado bregar con los m¨²sicos a golpe de psicolog¨ªa muchas veces. ¡°Hay que convencerlos porque algunos cuestionan la juventud. Lo mejor es ser t¨² mismo y tener seguridad en las decisiones que tomes¡±, explica.
M¨¢s all¨¢ de la gen¨¦tica, lo suyo es ambiental. Proviene de la ciudad musical de Venezuela; Barquisimeto, con dos millones de habitantes, donde todo el mundo canta o toca un instrumento.
Apenas gesticula mientras come. Ni si quiera cuando se tantean posibles fisuras en el m¨¦todo que Abreu cre¨® hace 36 a?os en los barrios pobres de Caracas. ¡°Es verdad que es un sistema riguroso, de disciplina, muy repetitivo pero cuando llegas a cierto nivel obtienes tu libertad y puedes ser m¨¢s creativo¡±, defiende.
Tampoco baja la guardia al defender el m¨¦todo pero Matheuz afirma que es mejorable: ¡°Habr¨ªa que profundizar en otros compositores, adem¨¢s de los rusos¡±.
Consciente de que todo el mundo tiene los ojos puestos en el Sistema y que es un producto exportable, el director venezolano est¨¢ inmerso en el proyecto de crear una sede en Venecia. ¡°Estamos haciendo un estudio social para ver c¨®mo se integrar¨ªa el Sistema en un contexto tan diferente¡±.
Lleva viajando y tocando en orquestas desde los 9 a?os. ¡°En Venezuela desde el primer d¨ªa tienes derecho a tocar. Te ense?an el sentido de comunidad. La comunicaci¨®n tiene que ser perfecta para que todo funcione. Quiz¨¢ ese sea el problema actual; tenemos una tecnolog¨ªa grandiosa pero no nos escuchamos¡±, dice minutos antes de reconocer que tiene m¨¢s de 1.000 seguidores en Twitter pero que ¡°son pocos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.