La Euroc¨¢mara acepta seguir entregando los datos de los viajeros a EE UU
Una minor¨ªa importante de diputados vota en contra del pacto por considerar que viola la intimidad
El Parlamento Europeo ha validado hoy el controvertido acuerdo entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos para la cesi¨®n de los datos personales de pasajeros a¨¦reos. El texto, aprobado con un tercio de los votos en contra, obliga a las aerol¨ªneas europeas que vuelan con origen o destino en el pa¨ªs norteamericano ¨Co realizan escalas all¨ª-, a transmitir todos los datos de sus pasajeros. Concebido para prevenir el terrorismo, el acuerdo contempla que las compa?¨ªas proporcionen a las autoridades estadounidenses todo tipo de informaci¨®n, desde el nombre del cliente hasta los datos de su tarjeta de cr¨¦dito, la raza o la profesi¨®n religiosa.
El texto sustituye a otro que se aplica de forma provisional desde 2007, en el marco de la cooperaci¨®n transatl¨¢ntica contra el terrorismo que comenz¨® tras los atentados del 11 de septiembre de 2011. Con lo aprobado hoy, la Uni¨®n Europea se compromete a facilitar esta informaci¨®n durante siete a?os.
Las autoridades estadounidenses conservar¨¢n los datos en una base de datos activa hasta cinco a?os
Lo m¨¢s chocante del acuerdo es que no establece ning¨²n tipo de contrapartida para Europa. Las aerol¨ªneas comunitarias estar¨¢n obligadas a comunicar la informaci¨®n si pisan suelo estadounidense pero a cambio no recibir¨¢n datos equiparables de Estados Unidos. Esa ha sido una de las principales cr¨ªticas esgrimidas por los eurodiputados que han votado en contra (toda la izquierda minoritaria y los verdes, casi todos los liberales y algunos socialistas). En total ha habido 409 votos a favor, 226 en contra y 33 abstenciones.
No obstante, la principal inquietud reside en el peligro que supone esa cesi¨®n de datos para la protecci¨®n de la intimidad de los pasajeros. Los que rechazan el texto consideran que las garant¨ªas ofrecidas son insuficientes. Con lo pactado, las autoridades estadounidenses conservar¨¢n la informaci¨®n en una base de datos activa hasta cinco a?os. Despu¨¦s de los primeros seis meses, todos los detalles que permitan identificar al pasajero (como el nombre o la direcci¨®n) ser¨¢n ¡°despersonalizados¡±, es decir, que se codificar¨¢n.
Transcurridos los primeros cinco a?os, la informaci¨®n se depositar¨¢ en una base de datos ¡°inactiva¡± hasta 10 a?os, sometida a controles m¨¢s exhaustivos, como la restricci¨®n de los miembros del personal que est¨¢n autorizados a consultarla o la exigencia de aprobaci¨®n de la jerarqu¨ªa para hacerlo. Posteriormente, se borrar¨¢ la informaci¨®n que sirva para identificar al pasajero. Los datos relacionados con una investigaci¨®n espec¨ªfica podr¨¢n conservarse hasta que se archive el caso.
Uno de los puntos m¨¢s delicados se refiere a la considerada como informaci¨®n sensible del pasajero (origen ¨¦tnico, creencias religiosas, salud mental o f¨ªsica u orientaci¨®n sexual). Estos datos, que las compa?¨ªas pueden deducir de la elecci¨®n de alg¨²n men¨² relacionado con una creencia religiosa o la petici¨®n de asistencia m¨¦dica, se almacenar¨¢n un m¨¢ximo de 30 d¨ªas antes de ser borrados y podr¨¢n utilizarse solo en circunstancias excepcionales, cuando la vida de una persona corra peligro. No obstante, en la pr¨¢ctica la utilizaci¨®n o no de esta informaci¨®n se decidir¨¢ caso por caso.
La documentaci¨®n se utilizar¨¢ para la lucha contra el terrorismo
Seg¨²n lo previsto en el acuerdo, Estados Unidos utilizar¨¢ los datos de los pasajeros a¨¦reos para prevenir, detectar, investigar y enjuiciar delitos de terrorismo y otros delitos de car¨¢cter internacional castigados con al menos tres a?os de c¨¢rcel por la legislaci¨®n estadounidense. Tambi¨¦n se usar¨¢ para ¡°identificar a las personas que ser¨¢n sometidas a un interrogatorio o examen m¨¢s profundo a su llegada o salida de Estados Unidos¡±, una redacci¨®n que abre la puerta a un uso ampl¨ªsimo de esos datos.
¡°Es decepcionante que, despu¨¦s de nueve a?os de negociaci¨®n con nuestros mayores amigos y aliados, Estados Unidos, solo hayamos conseguido un acuerdo que recibe el apoyo reticente de un Parlamento dividido¡±, lament¨® la responsable del texto en la Euroc¨¢mara, la liberal holandesa Sophie in 't Veld, que decidi¨® retirar su nombre del informe final despu¨¦s de la votaci¨®n por no sentirse representada por la decisi¨®n adoptada. Antes de la votaci¨®n, el pleno hab¨ªa rechazado una resoluci¨®n que propon¨ªa llevar el acuerdo al Tribunal Europeo de Justicia.
El texto establece, no obstante, algunos derechos para los pasajeros, que tendr¨¢n acceso a sus datos si as¨ª lo solicitan y podr¨¢n pedir a las autoridades de EE UU que corrijan o rectifiquen la informaci¨®n en caso de que no sea correcta. Adem¨¢s, si sus datos no son tratados de conformidad con el acuerdo, podr¨¢n presentar un recurso por v¨ªa administrativa y judicial en Estados Unidos.
Las compa?¨ªas a¨¦reas recogen los datos de los pasajeros a¨¦reos durante el proceso de reserva. Estos datos se almacenan en un registro que incluye el nombre, la direcci¨®n, el n¨²mero de tarjeta de cr¨¦dito y el asiento de cada pasajero. De acuerdo con la legislaci¨®n estadounidense, las aerol¨ªneas est¨¢n obligadas a proporcionarlos al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en ingl¨¦s) antes del despegue del vuelo con llegada, salida o tr¨¢nsito por Estados Unidos.
El Parlamento Europeo aprob¨® en 2011 un acuerdo sobre transferencia de datos de pasajeros a¨¦reos a Australia ¨Ctambi¨¦n sin contrapartidas para Europa-, y se est¨¢ negociando otro con Canad¨¢. El aprobado hoy debe lograr el visto bueno formal de los ministros de Justicia e Interior el pr¨®ximo 26 de abril.
A la vista de esta falta de reciprocidad, el Parlamento Europeo y los Estados miembro se est¨¢n planteando crear un registro europeo similar al de Estados Unidos, con informaci¨®n procedente de cualquier vuelo con origen o destino en Europa.
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