¡°Sigo teniendo la gran ilusi¨®n de Am¨¦rica¡±
El aventurero cumple 27 a?os al frente de la Ruta Quetzal
Cumple 80 a?os este viernes y sigue teniendo ¡°la gran ilusi¨®n de Am¨¦rica¡±. La tuvo desde que conoci¨® Mayag¨¹ez, en Puerto Rico, en 1956, con una beca que le dieron como atleta. La historia de Miguel de la Quadra es la de un trotamundos que en un tiempo conoci¨® la tentaci¨®n del periodismo y fue un reportero legendario de Televisi¨®n Espa?ola, siempre con la aventura de Am¨¦rica en la cabeza. Ahora cumple 27 a?os al frente de una experiencia que lo mantiene joven, la Ruta Quetzal, en la que lo meti¨® el rey Juan Carlos.
Fue en una cena que organiz¨® en 1977 su amigo el duque de Grimaldi. ¡°Viene alguien y quiere que est¨¦s t¨²¡±. Ese alguien era don Juan Carlos, que ven¨ªa con do?a Sof¨ªa. ¡°Estaban tambi¨¦n Grace Kelly con Raniero de M¨®naco y Sime¨®n de Bulgaria con Margarita G¨®mez Acebo. Me dijo el Rey: ¡®?Por qu¨¦ no hac¨¦is algo de cultura y aventura con Am¨¦rica para que la gente sepa qui¨¦nes somos?¡¯. Ese fue el impulso, y hasta ahora¡±.
No recuerda qu¨¦ cenaron esa noche, pero en este desayuno habla de tantos alimentos que parece que la Ruta Quetzal es, sobre todo, gastron¨®mica. ¡°Todo lo hemos hecho, con los 9.000 j¨®venes que han participado, de la mano de la etnogastronom¨ªa¡ Am¨¦rica-Espa?a es la ruta de los alimentos. De all¨ª vinieron las papas, que se aclimataban en La Orotava, en Tenerife, y en el huerto que ten¨ªa en Sevilla el m¨¦dico Nicol¨¢s Monardy. Teresa de ?vila le escrib¨ªa a Monardy: ¡®?Env¨ªame turmas para mis pobres!¡¯. Por esa v¨ªa vinieron los pimientos, las guindillas, el aj¨ª¡ Los chicos ya lo saben, como lo supo Col¨®n: todo descubrimiento pasa por el descubrimiento de la comida¡±.
Nosotros les llevamos el haba, el garbanzo, la lenteja, ¡°y mira todo lo que nos dieron ellos¡±. En 1968, De la Quadra trabaj¨® en el Museo de Antropolog¨ªa de Bogot¨¢. ¡°Ah¨ª descubr¨ª el poder que tiene la historia para explicar el afecto de ida y vuelta que ahora la Ruta Quetzal ense?a a los chicos¡±. En medio de esa relaci¨®n se producen vertiginosos desacuerdos, como el que ahora distancia a Espa?a de Argentina a cuenta del petr¨®leo. ¡°Nos pondremos de acuerdo, c¨®mo no vamos a hacerlo, si somos los mismos argentinos y espa?oles¡±. Hay egos, ¡°y en algunos casos egos muertos¡±, que procuran el distanciamiento, ¡°pero estamos en la misma historia y contamos con un gran embajador, el Rey¡±.
?Qu¨¦ desayuno propondr¨ªa para la reconciliaci¨®n? ¡°Siempre como lo que come el gaucho, y eso tendr¨ªan que comer. El asado con cuero, que es el mejor. Si es verano, terer¨¦ con hielo, la yerba mate que tomaban ind¨ªgenas y jesuitas¡±. ?Y de postre? ¡°Dulce de leche, pero con leche de verdad, no con leche condensada¡±. ?Con eso bastar¨ªa? ¡°?No! Faltar¨ªa la pipa de la paz. Y subirse y bajarse del caballo, eso ayuda mucho¡±.
Madrile?o como es, nieto del psiquiatra Miguel Gayarre, que le arreglaba las ideas a Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, en este desayuno ha tomado solo caf¨¦ con leche con churros; luego se queda haciendo llamadas para que el barco est¨¦ presto en C¨¢diz para salir hacia Cartagena de Indias el 16 de julio desde M¨¢laga. La ruta es muy larga, ¡°pero para hacer todas las rutas que nos unen con Am¨¦rica, y en las que me embarc¨® el Rey de Espa?a, yo tendr¨ªa que cumplir 300 a?os y no tan solo 80¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.