Mato garantiza a los mayores de 26 a?os la sanidad que les cuestiona su decreto
Los j¨®venes que no hayan cotizado deber¨¢n probar que carecen de ingresos El Gobierno no ha definido el sistema ni los l¨ªmites de renta exigidos
Los espa?oles mayores de 26 a?os que nunca hayan trabajado, y por tanto no hayan cotizado a la Seguridad Social, tendr¨¢n que demostrar que no tienen ingresos para disfrutar de asistencia sanitaria. Esto es lo que recoge el Real Decreto de Medidas Urgentes para Garantizar la Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, que se?ala de manera particular a este colectivo excluy¨¦ndole de la cobertura sanitaria. A pesar del texto legal, la ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Ana Mato, neg¨® ayer que el paraguas sanitario vaya a dejar de cubrir a estas personas. ¡°Nadie va a quedar sin asistencia sanitaria. Ning¨²n espa?ol va a dejar de tener una tarjeta sanitaria por dinero¡±, dijo.
La reforma sanitaria, sin embargo, es clara. Confirma que solo podr¨¢n gozar de cobertura m¨¦dica aquellos que denomina ¡°asegurados¡±: trabajadores, pensionistas, desempleados con prestaci¨®n o que la hayan agotado. El resto, y aqu¨ª se incluir¨ªa a los mayores de 26 a?os estudiantes u opositores, por ejemplo, ¡°podr¨¢n ostentar la condici¨®n de asegurado siempre que acrediten que no superan el l¨ªmite de ingresos determinado reglamentariamente¡±. Ese l¨ªmite, confirm¨® ayer una portavoz del ministerio de Sanidad, queda a¨²n por determinar. Hasta ahora se considera sin recursos a una persona que ingresa menos del salario m¨ªnimo (Iprem), que est¨¢ en unos 7.000 euros al a?o.
Las medidas del Gobierno trasladan a Espa?a hasta antes de 1987, cuando los ciudadanos perd¨ªan el derecho a la asistencia sanitaria al cumplir 26 a?os. ¡°Una cifra establecida algo arbitrariamente pero con la idea de que las personas a esa edad ten¨ªan normalmente un trabajo y hab¨ªan salido del hogar familiar¡±, explica Jos¨¦ Manuel Freire, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, que define la medida del Gobierno como un ¡°retroceso hist¨®rico¡±. En esa ¨¦poca, adem¨¢s, todav¨ªa no exist¨ªa un sistema estatal de cobertura para las personas sin recursos ¡ªalgo que se corrigi¨® por decreto en 1990¡ª. Pero en diciembre de 1987 un real decreto ampli¨® la cobertura sanitaria y suprimi¨® ese l¨ªmite de edad, garantizando la cobertura sanitaria a los j¨®venes que nunca hubieran cotizado. ¡°El acceso m¨¢s tard¨ªo al mundo del trabajo y la incidencia de la crisis econ¨®mica origina con frecuencia que los demandantes de empleo tengan que vivir a expensas de la unidad familiar y que, sin embargo y por haber superado el l¨ªmite vigente, no tengan jur¨ªdicamente derecho a la asistencia sanitaria¡±, dec¨ªa el real decreto dibujando una situaci¨®n muy similar a la actual.
Desde 1987 no hab¨ªa l¨ªmite de edad para ser beneficiario de los padres
Desde entonces y hasta ahora, una persona que estuviera en esa situaci¨®n, por ejemplo los miles de j¨®venes que est¨¢n buscando su primer empleo ¡ªm¨¢s de 166.000, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa¡ª en un pa¨ªs en el que la tasa de paro hasta los 25 a?os es del 49,9%, solo ten¨ªan que inscribirse como beneficiarios de sus padres. Sin l¨ªmite de edad. El ¨²nico requisito era convivir con el titular del derecho y estar a su cargo.
Aunque tambi¨¦n, desde 1990, ten¨ªan la opci¨®n de tener su tarjeta de manera individual como persona sin recursos. Para ello deb¨ªan presentar una serie de documentos, seg¨²n la comunidad aut¨®noma. En Madrid, por ejemplo era necesario entregar un certificado de empadronamiento, una declaraci¨®n jurada sobre los ingresos econ¨®micos y una copia de la ¨²ltima declaraci¨®n de la renta o un certificado de rentas expedido por la Agencia Tributaria.
Los requisitos a partir de ahora, aclara un portavoz de Sanidad que insiste en que el l¨ªmite de 26 ya exist¨ªa en la normativa actual, ser¨¢n comunes en todas las regiones. ¡°Y las personas solo tendr¨¢n que acudir al centro de salud y al solicitar la tarjeta sanitaria definirse como persona sin recursos. No har¨¢ falta presentar documentos porque los datos estar¨¢n cruzados¡±, afirma el portavoz del ministerio. ¡°No se puede generar a los j¨®venes una alarma de que se van a quedar sin asistencia. No es cierto¡±, repite.
"Con la reforma trazan la idea de que somos unos vagos", dicen los estudiantes
La reforma, sin embargo, deja flecos pendientes. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa con un joven a quien se le ha dejado en herencia una tierra que le reporte alg¨²n ingreso? ¡°Entonces ya no es una persona sin ingresos. Puede darse de alta como aut¨®nomo¡±, dicen en el ministerio que dirige Ana Mato, donde explican que para este (el de los rentistas) y otros casos particulares se har¨¢n convenios ¡°especiales¡± con la Seguridad Social. ¡°La casu¨ªstica es amplia¡±, dice.
A pesar de estas grietas, y del cambio de modelo y del retroceso que implica hablar de ¡°asegurado¡± en lugar de ciudadano, la ministra de Sanidad mantuvo ayer en el Congreso que la sanidad sigue siendo universal. ¡°Lo cierto es que hoy m¨¢s que nunca la Sanidad est¨¢ garantizada para todos los espa?oles¡±, afirm¨®. A?adi¨® que la reforma se ha llevado a cabo para ¡°garantizar la sostenibilidad del sistema¡±.
Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes, cree que la reforma del Gobierno ¡°criminaliza a los j¨®venes¡±. ¡°Hay una intencionalidad pol¨ªtica muy clara. Quieren trazar la idea de que los j¨®venes somos unos vagos, que no trabajamos y que si no trabajamos no podemos tener derechos¡±, manifiesta. ¡°Ahora qu¨¦ joven con 26 a?os tiene un empleo remunerado. ?Tienen que demostrar que est¨¢n en la indigencia para tener sanidad p¨²blica? Es una indefensi¨®n completa, est¨¢n esquilmando el Estado de bienestar¡±, dice.
A Albert Jovell, presidente del Foro Espa?ol de Pacientes, la medida le asusta. ¡°Es discriminatoria, es como si por ser ciudadano y espa?ol tuvieras que demostrarlo. Estas cosas solo deber¨ªan cambiarse por votaci¨®n¡±, critica.
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