Los corales podr¨¢n refugiarse en islas del Pac¨ªfico frente al cambio clim¨¢tico
Las corrientes crean peque?as zonas donde el ritmo de calentamiento del agua es menor y donde las especies tendr¨ªan una oportunidad de adaptaci¨®n

El aumento de la temperatura del oc¨¦ano a lo largo de este siglo pone en serio peligro a las colonias de corales en el Pac¨ªfico ecuatorial, cuya degradaci¨®n es patente desde hace 30 a?os. Pero las mismas condiciones del cambio clim¨¢tico que, por un lado, amenazan a los ecosistemas de los arrecifes coralinos, pueden crear refugios inesperados para esas especies tan amenazadas alrededor de algunas islas donde las corrientes oce¨¢nicas ralentizan el calentamiento del agua. Tal vez as¨ª puedan los corales irse adaptando al entorno alterado y sobrevivir, sostienen unos cient¨ªficos de la prestigiosa Instituci¨®n Oceanogr¨¢fica Woods Hole estadounidense. Ellos han investigado el asunto desarrollando modelos clim¨¢ticos espec¨ªficos en los que aprecian en el Pac¨ªfico ecuatorial m¨¢s detalles de los efectos del calentamiento de las aguas que en los modelos globales que muestran la evoluci¨®n del cambio clim¨¢tico.
Los estudios clim¨¢ticos predicen que la temperatura oce¨¢nica subir¨¢ este siglo casi tres grados cent¨ªgrados en el centro del Pac¨ªfico tropical y las altas temperaturas del agua afectan gravemente a los corales en un proceso en el que pierden las min¨²sculas algas simbi¨®ticas que viven en ellos proporcion¨¢ndoles nutrientes vitales, explican los cient¨ªficos de Woods Hole. Este proceso, llamado blanqueo, es la causa principal de la mortalidad coralina y la p¨¦rdida de arrecifes.
Pero en el oc¨¦ano mandan las corrientes. En el Ecuador, los vientos generan una corriente de Este a Oeste en la superficie del agua, mientras que a 100 o 200 metros por debajo se desarrolla una corriente en sentido opuesto, de aguas m¨¢s fr¨ªas y ricas en nutrientes, y cuando choca con una isla el agua se desv¨ªa alrededor de ella, emergiendo por la costa occidental. Este proceso de emergencia de aguas m¨¢s fr¨ªas y ricas a la superficie crea zonas favorables para la vida marina y se aprecia en los mapas de datos obtenidos desde sat¨¦lites que muestran los niveles de clorofila en el oc¨¦ano. Es claramente visible, por ejemplo, alrededor de las Gal¨¢pagos, pero ha pasado desapercibido en el caso de islas m¨¢s peque?as y remotas, explican en la revista Nature Climate Change los investigadores de Woods Hole Kristopher Karnauskas y Anne Cohen.
Karnauskas identific¨®, en esos mapas por sat¨¦lite, el aumento de la concentraci¨®n de clorofila en las islas Gilbert, en el Pac¨ªfico ecuatorial, as¨ª como ¨¢reas de aguas superficiales m¨¢s fr¨ªas en la parte occidental de esos arrecifes que pertenecen a Kiribati. Junto con Cohen, empez¨® a investigar el efecto de las corrientes en los ecosistemas de esas islas, pero los modelos de escala global no tienen suficiente resoluci¨®n para apreciar los detalles, por lo que desarrollaron simulaciones inform¨¢ticas de mucha menor escala. ¡°Los modelos globales predicen un aumento significativo de las temperaturas en el centro del Pac¨ªfico tropical en las pr¨®ximas d¨¦cadas, pero las condiciones pueden variar mucho alrededor de un arrecife coralino, por lo que tenemos que utilizar modelos de alta resoluci¨®n, no los de escala global¡±, explica Karnauskas en un comunicado de Woods Hole.
Los resultados obtenidos por estos dos cient¨ªficos indican que, a medida que suben las temperaturas del aire y se debilitan los vientos ecuatoriales, la corriente superficial del Pac¨ªfico tambi¨¦n se debilita -en un 15% hacia finales de este siglo-. Al debilitarse la corriente superficial del agua, disminuye la fricci¨®n y la corriente fr¨ªa m¨¢s profunda se refuerza en un 14%. El resultado es que la cantidad de emergencia de aguas m¨¢s fr¨ªas y ricas en nutrientes se incrementa en un 50% alrededor de esos islotes del oc¨¦ano ecuatorial, reduci¨¦ndose all¨ª el calentamiento en 0,7 grados por siglo. Puede ser suficiente para que un pu?ado de atolones, algunos de no m¨¢s de cuatro kil¨®metros cuadrados, se conviertan en el ¨²ltimo refugio para los ecosistemas coralinos, al menos en sus aguas occidentales. Al parecer, en esos reductos ser¨¢ m¨¢s lento el aumento de la temperatura del agua que en otras islas m¨¢s al norte o m¨¢s al sur y al margen, por lo tanto, del efecto de esas peculiares corrientes submarinas ecuatoriales.
¡°Aunque el efecto de mitigaci¨®n de una corriente submarina reforzada no evitar¨¢ a los corales el calentamiento seguramente inevitable en la regi¨®n, el aumento de las temperaturas ser¨¢ m¨¢s lento alrededor de esas islas, lo que tal vez d¨¦ a los corales y a sus algas simbi¨®ticas una oportunidad de adaptarse y sobrevivir¡±, dice Karnauskas. Aunque los arrecifes en la regi¨®n sufran el golpe del cambio clim¨¢tico, en las islas y arrecifes ecuatoriales podr¨ªan sobrevivir larvas de corales y otras especies, como si fueran un banco de semillas para el futuro, que tal vez puedan adaptarse y acabar recolonizando las zonas agotadas por el calentamiento.
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