C¨¦sar Fern¨¢ndez-Trujillo, una personalidad radiof¨®nica

¡®IN MEMORIAM¡¯

Ahora que siguen corriendo malos tiempos para el medio radiof¨®nico, ser¨¢ bueno glosar la figura del periodista tinerfe?o C¨¦sar Fern¨¢ndez-Trujillo, un todoterreno de voz inconfundible que aport¨® lustre a la radiodifusi¨®n canaria en los distintos destinos en los que hubo de trabajar, siempre con modestia y siempre con clase, la clase de los elegidos, de los mejores, de aquellos que hacen de su propia trayectoria todo un magisterio.

C¨¦sar, fallecido en la tarde del pasado domingo a los 73 a?os, fue la mesura ante el micr¨®fono. Incluso en los momentos m¨¢s vibrantes de una transmisi¨®n deportiva, ya fuera de f¨²tbol, baloncesto, automovilismo o boxeo. El oficio de locutor de radio ha tenido en ¨¦l un aut¨¦ntico paradigma. Ya fuera leyendo las noticias de un informativo o las esquelas y las farmacias de guardia, ya fuera entrevistando a alg¨²n invitado o estableciendo la conexi¨®n telef¨®nica con alguien en la distancia, ya fuera enfatizando un mensaje publicitario, siempre supo imprimir la cadencia adecuada. Cuando ya en su madurez hizo de presentador de actos de todo tipo, de festivales, de galas, de espect¨¢culos interminables por escenarios y pueblos de las islas, volcaba toda la experiencia atesorada en los estudios y as¨ª cosechaba los resultados: seriedad, austeridad y exactitud. Por eso todo el mundo le quer¨ªa.

Lo de todoterreno no es una exageraci¨®n. Al rev¨¦s, hoy hay que ponderar como se merece a quien hac¨ªa todas las cosas hasta redondear el producto final: buscar, concertar, gestionar, grabar, autograbar, ganar confianza¡­ hasta salir al aire. Luchando contra imponderables de todo tipo y contra el reloj en la mayor¨ªa de las ocasiones.

Compartimos afanes y quehacer en Radio Popular de Tenerife. ?l proven¨ªa del mundo publicitario y de Radio Juventud de Canarias, otra gran escuela. La suya fue una generaci¨®n extraordinaria de profesionales que se abrieron paso ¡ªhay que entender las limitaciones de entonces¡ª desde los ¨¢ngulos deportivos. Pero qu¨¦ radio tan digna aquella, hecha a base de guiones y de rigor en la expresi¨®n y la dicci¨®n. Y all¨ª, en la emisora diocesana, descubrimos a un hombre bueno, polifac¨¦tico, entero, atento y capaz de ense?ar corrigiendo sin sobresaltos ni exabruptos. Qu¨¦ importantes, C¨¦sar, aquellos cometidos de entonces, reflejados tambi¨¦n en las numerosas transmisiones que compartimos, en uno de los viejos fosos del Heliodoro o en campos peninsulares de aquel penoso peregrinar por las categor¨ªas inferiores, donde estoicamente hubo que soportar gritos de ¡°?platanito!¡± y ¡°?a tercera!¡±. Jam¨¢s se descompuso, pese a que alg¨²n ¨¢rbitro se empe?ara. Aprendimos mucho a su lado, dentro y fuera de los estudios. Hasta a descifrar aquella singular caligraf¨ªa suya.

Una madurez como la de C¨¦sar no se pod¨ªa desperdiciar y por eso, mediados los a?os noventa, otro veterano distinguido, Jos¨¦ Antonio Pardellas, lo incorpor¨® a Radio Isla, la emisora que ahora cierra. Fern¨¢ndez Trujillo prosigui¨®, sin perder frescura ni agilidad, con su estilo austero y con su modulaci¨®n exacta para dar cuenta de la actualidad, para rememorar momentos hist¨®ricos y para aportar ese toque clasicista que tanto se echa de menos. Quedaba, claro, donde siempre hab¨ªa.

C¨¦sar, grande. Una personalidad radiof¨®nica.

Salvador Garc¨ªa Llanos es periodista.