Sanidad derivar¨¢ a los inmigrantes sin papeles a ONG
La ministra, Ana Mato, afirma que as¨ª no quedar¨¢n sin cobertura Las organizaciones denuncian que se cree un circuito de beneficencia
Despu¨¦s de la alarma creada, la ministra de Sanidad, Ana Mato, ha esbozado, por fin, su respuesta para la atenci¨®n de los inmigrantes en situaci¨®n irregular: la beneficencia. O, en lenguaje pol¨ªticamente correcto, ¡°convenios con ONG¡±. Esa es la soluci¨®n que plantearon el mi¨¦rcoles Mato y el portavoz de Sanidad del PP, Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz, al preguntarles qu¨¦ iba a pasar con las personas que, despu¨¦s de los recortes sanitarios, quedar¨¢n sin acceso al sistema (salvo las urgencias).
¡°Van a seguir siendo atendidos¡±, insisti¨® Mato en una entrevista en Radio Nacional. En concreto, la ministra se refiri¨® a enfermos muy graves: aquellos inmigrantes en situaci¨®n irregular ¡°infectados por el VIH o enfermos de c¨¢ncer¡± tendr¨¢n la asistencia sanitaria cubierta a trav¨¦s de convenios entre las comunidades aut¨®nomas y organizaciones de apoyo a esta poblaci¨®n¡±, dijo. No dijo qu¨¦ pasar¨¢ con otras patolog¨ªas menos graves, aunque se supone que la idea es la misma. ¡°La sanidad est¨¢ garantizada porque somos titulares de ese derecho, el real decreto no cambia la legislaci¨®n actual y, por tanto, la Ley General de Sanidad sigue vigente al 100 por 100¡±, a?adi¨® Mato, aunque obvi¨® que la ley habla de derecho universal, y el decreto se basa en la idea de aseguramiento. Eso ¡°est¨¢ previsto en el marco del desarrollo reglamentario¡±. ¡°Todas las comunidades tienen previsto hacer convenios con organizaciones que atienden a inmigrantes de manera irregular para que tambi¨¦n se les pueda atender en atenci¨®n primaria¡±, dijo.
Mato y Ech¨¢niz coincidieron en lo que dijeron. Y tambi¨¦n en lo que no aclararon. Porque la atenci¨®n as¨ª a estos colectivos tiene problemas para los que ni fuentes del PP ni portavoces de Sanidad dan respuesta. El primero, que si hay que dar fondos a las ONG para atender a los inmigrantes, los posibles recortes de la medida se pierden. El segundo es que no es que un servicio sanitario no es solo dinero.
Un caso claro podr¨ªa ser el de los tratamientos contra el VIH, que solo se dispensan en Espa?a en centros hospitalarios. Un tratamiento de primera l¨ªnea (el que se da al principio de la infecci¨®n) tiene un precio de venta al p¨²blico de unos 8.000 euros anuales. Pero aunque el afectado pudiera pagarlo, su categor¨ªa de medicamento de uso hospitalario impide que pueda comprarse en una farmacia convencional. Y estos tratamientos deben tomarse durante toda la vida, y, adem¨¢s, la tendencia es darlos cada vez antes, no solo porque benefician al afectado, sino porque es la mejor prevenci¨®n. Algunos tratamientos oncol¨®gicos tienen la misma consideraci¨®n, y suponen el mismo problema.
Para conseguir que los afectados siguieran recibiendo la medicaci¨®n, habr¨ªa que arbitrar un m¨¦todo para que las personas sin tarjeta pudieran acudir a la farmacia hospitalaria. O darlos fuera. Y esto nunca se ha conseguido. Por ejemplo, en Madrid, el Centro Sanitario de Sandoval, de titularidad municipal, no lo ha logrado. Aunque atiende a una poblaci¨®n que entra de pleno en la categor¨ªa de excluidos, ya que no se pide ning¨²n tipo de papel. Pero, como dice el m¨¦dico Jorge del Romero, del centro, una de sus limitaciones ha sido siempre que, cuando los pacientes empeoran y necesitan medicaci¨®n, tienen que derivarlos a hospitales p¨²blicos, ya que ni siquiera a ellos, especializados en enfermedades de transmisi¨®n sexual, les est¨¢ permitido dispensar los antivirales.
Pero el anuncio de Ana Mato tiene otra vertiente, que podr¨ªa calificarse de ir¨®nica si no fuera dram¨¢tica. Siempre siguiendo con la infecci¨®n por VIH, que se puede tomar como ejemplo de lo que sucede en general y cuya relevancia hace que el propio ministerio tenga un Plan Nacional al respecto (lo que no sucede con ninguna otra patolog¨ªa), llega justo al d¨ªa siguiente de que Seisida, la mayor organizaci¨®n sociosanitaria de afectados por este virus, que agrupa tanto a personal sanitario como a ONG, denunciara los recortes que van a dejar sin seguimiento y atenci¨®n (en campos que no incluyen la medicaci¨®n) a muchos afectados.
Esta ma?ana la protesta fue llevada a la calle por m¨¢s de 300 ONG ¡ªte¨®ricamente, las que deber¨ªan prestar ese servicio¡ª. Estas creen que los recortes en el presupuesto del Plan Nacional o el hecho de que este no tenga titular desde que lleg¨® Mato, son prueba de la falta de inter¨¦s del ministerio, que ahora acude a ellos. ¡°Desde luego, el anuncio de Mato es sorprendente, sobre todo cuando desde que est¨¢ en el ministerio no ha respondido a ninguna de nuestras peticiones¡±, afirma Santiago Redondo, responsable de Salud de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, una de las organizaciones cuyos asociados ser¨ªan candidatos a dar este tipo de tratamientos. Por eso, para Redondo, el anuncio de Mato es ¡°un brindis al sol para lavarse la cara ante las cr¨ªticas¡±.
Una organizaci¨®n especializada en atender a poblaci¨®n excluida, como M¨¦dicos del Mundo, tambi¨¦n manifiesta su sorpresa. ¡°No nos han dicho nada¡±. Y plantea muchas dudas acerca de los posibles convenios. ¡°?A qu¨¦ atenci¨®n sanitaria se refieren?¡±, dice su director, ?lvaro Gonz¨¢lez, quien es, adem¨¢s, m¨¦dico. ¡°Porque una cosa es dar informaci¨®n, pero dar tratamientos o hacer seguimiento es inviable¡±, afirma.
Adem¨¢s, ¡°esto plantea dos servicios paralelos; uno p¨²blico, con una calidad est¨¢ndar para los espa?oles, y otro de pura beneficencia, con inseguridades, para los dem¨¢s. Y eso no asegura el seguimiento, no que sea universal, no que se pueda dar una cobertura en equidad¡±, a?ade Gonz¨¢lez. ¡°Y nosotros estamos conceptualmente en contra de esto¡±.
Redondo coincide en la discrepancia entre lo que se les propone y su l¨ªnea de trabajo. ¡°Hoy por hoy no tenemos capacidad para dar una atenci¨®n integral. Y, adem¨¢s, tendr¨ªamos que hacer una reflexi¨®n sobre si queremos participar en un sistema paralelo. Siempre hemos trabajado para incluir a la poblaci¨®n atendida en la red sanitaria p¨²blica, no para mantener su exclusi¨®n¡±, afirma.
Y, aun as¨ª, queda la duda de la capacidad pr¨¢ctica. ¡°En temas como el VIH no se puede hacer una atenci¨®n integral sin medicaci¨®n. Y, adem¨¢s, hay dudas legales. Cuando ni siquiera las farmacias convencionales pueden dar la medicaci¨®n, ?van a d¨¢rsela a una ONG para que la distribuya?¡±, se pregunta.
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