Los otros linces de la Pen¨ªnsula

El lince ib¨¦rico, en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n, se atreve poco a poco a dar alg¨²n paso fuera de sus refugios andaluces de Do?ana y And¨²jar, para adentrarse en otros parajes peninsulares. El 19 de abril una c¨¢mara capt¨® una instant¨¢nea de un ejemplar en el sur de Ciudad Real. Era Fontana, nacida en 2009 en And¨²jar-Carde?a, de la que no se ten¨ªa registro fotogr¨¢fico desde 2010. Se fich¨® a la joven hembra cuando se acerc¨® a un tronco impregnado en orina de lince, un atrayente que se emplea para atraer al esquivo felino ante las c¨¢maras instaladas para el seguimiento de la especie.

No es la primera vez que se detecta la especie en Castilla-La Mancha. En 2008 apareci¨® por los montes de Toledo. Entonces se lleg¨® a hablar de que exist¨ªan, al menos, 15 ejemplares con tres territorios de cr¨ªa. Sin embargo, ahora la informaci¨®n oficial apunta a que son ejemplares dispersos por lo que es imposible saber su n¨²mero. Esta Comunidad se encuentra inmersa en dos proyectos para recuperar el h¨¢bitat del lince y su distribuci¨®n hist¨®rica.

El desbroce de los montes sin criterios medioambientales es fatal para la recuperaci¨®n de la especie?

Un estudio realizado por el naturalista Luis Garz¨®n (de la Fundaci¨®n CBD-H¨¢bitat) durante varios a?os tambi¨¦n ha detectado la presencia de los felinos en Extremadura y Castilla y Le¨®n, en una amplia comarca del norte de C¨¢ceres y sur de Salamanca, que asciende desde el valle del Tajo por el valle del Ti¨¦tar hacia la Vera y el valle del Jerte, pasa por la sierra de Tormantos, rebasa B¨¦jar y contin¨²a por los valles del Alag¨®n y el Ambroz hasta Granadilla. Los investigadores estiman que por estos terrenos, de m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas, campean un m¨ªnimo de entre 30 y 50 ejemplares. Son poblaciones dispersas que no est¨¢n sometidas al control de los linces que viven en Andaluc¨ªa, donde en 2011 se contabilizaron 300 en estado salvaje y 96 en los centros de cr¨ªa en cautividad.

El naturalista y su equipo han entrevistado a agricultores, ganaderos, cazadores y pastores; han localizado huellas y deyecciones, adem¨¢s de realizar escuchas nocturnas en las ¨¦pocas de celo del animal, de diciembre a febrero. ¡°La presencia de la especie en estos lugares aumenta en gran medida las posibilidades de recuperar la distribuci¨®n que ten¨ªa antes de que empezara su declive¡±, indica Garz¨®n. Pero hay que tomar medidas como mantener los pastizales, controlar la utilizaci¨®n de herbicidas en los cultivos, prohibir la caza del conejo o estudiar la forma en la que las nuevas infraestructuras puedan da?ar menos a la especie, entre otras.?

Son poblaciones dispersas que no est¨¢n sometidas al control de las andaluzas

"Adem¨¢s, hay que evitar el desmonte y desbroce que se hace en la actualidad de los montes. Meten las m¨¢quinas y destrozan todo. Bastar¨ªa dejar a las zonas recuperarse, para que la poblaci¨®n de lince aumentara", a?ade el naturalista Ram¨®n Grande del Br¨ªo, que lleva m¨¢s de 30 a?os estudiando a la especie en este territorio. Seg¨²n sus investigaciones, existen cuatro o cinco puntos de presencia de lince con poblaciones peque?as en Salamanca. Algunos conectan con la sierra de la Malcata, la parte portuguesa de la sierra de Gata.

Desde la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y Le¨®n indican que puede haber una poblaci¨®n flotante en El Rebollar, comarca del suroeste salmantino que abarca terrenos de ?vila, Salamanca, C¨¢ceres y de la sierra de la Malcata en Portugal, aunque de momento no se se ha conseguido fotografiar a ning¨²n ejemplar "a pesar de las labores de seguimiento que se llevan a cabo". "S¨®lo encontramos en 2004 un excremento que dio positivo en las pruebas de ADN, pero desde entonces nada m¨¢s¡±, asegura un portavoz del gobierno aut¨®nomo.

El lince tambi¨¦n ha visitado la Comunidad de Madrid, pero de forma fugaz. En 2006 apareci¨® un excremento que dio positivo en la prueba de ADN, provoc¨® un gran revuelo. El Gobierno regional puso en duda el hallazgo, pero finalmente, tras dos an¨¢lisis m¨¢s, se lleg¨® a la conclusi¨®n de que los restos eran de lince. Desde entonces su rastro se ha perdido. El investigador del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Ignacio Doadrio, encargado de realizar las pruebas gen¨¦ticas, explica que ha analizado deyecciones hasta hace un a?o pero sin obtener ning¨²n positivo. "Es verdad que los excrementos se deterioran muy r¨¢pido y que en ocasiones est¨¢n en mal estado y es complicado realizar la anal¨ªtica", explica el investigador. Un portavoz del Gobierno regional madrile?o informa de que en la actualidad no hay en marcha ning¨²n dispositivo de control de la especie, porque no hay constancia de su existencia. Sin embargo, el naturalista Juan Luis Reguil¨®n asegura haber obtenido huellas de varios ejemplares de la especie en la sierra de Madrid, aunque no est¨¢ confirmado de forma oficial.