Wert da un giro ideol¨®gico a Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa

El objetivo es eliminar las ¡°cuestiones controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento ideol¨®gico¡± de la asignatura m¨¢s pol¨¦mica de las tres ¨²ltimas legislaturas: Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. En la pr¨¢ctica esto implicar¨¢ menos contenidos sobre los conflictos sociales y las desigualdades, obviar las escasas referencias a la homosexualidad, e incorporar como nuevos temas la defensa de la iniciativa privada y la cr¨ªtica del ¡°nacionalismo excluyente¡±.

El ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, hab¨ªa anunciado nada m¨¢s llegar al cargo que transformar¨ªa la asignatura, que rebautizar¨¢ como Educaci¨®n C¨ªvica y Constitucional. La Conferencia Episcopal Espa?ola, que ha encabezado la oposici¨®n contra la materia desde su implantaci¨®n en 2006, aplaudi¨® su intervenci¨®n a la espera de concreciones. El pr¨®ximo jueves, el Ministerio de Educaci¨®n propondr¨¢ los nuevos contenidos de la asignatura de Ciudadan¨ªa que se cursa en 2? o 3? de ESO, dependiendo de la comunidad. La propuesta, a cuyo contenido ha tenido acceso EL PA?S, elimina la ¨²nica menci¨®n del decreto 1631/2006 a la homosexualidad, uno de los puntos m¨¢s conflictivos para los opositores a la asignatura y los obispos ¡ªse hac¨ªa referencia al rechazo a la homofobia¡ª. Borra cuestiones que aluden, de forma m¨¢s o menos directa, a conflictos o tensiones sociales ¡ªcomo las ¡°actividades sociales que contribuyan a posibilitar una sociedad justa y solidaria¡±¡ª. E incluye otros conceptos, como nacionalismos excluyentes, terrorismo, el papel de la iniciativa econ¨®mica privada ¡°en la generaci¨®n de la riqueza¡± o el respeto a la propiedad intelectual. En general, el nuevo dise?o hace m¨¢s hincapi¨¦ en el respeto a los l¨ªmites legales y constitucionales a los que se han de atener los ciudadanos. En muchos casos, se sustituyen simplemente los contenidos anteriores por referencias mucho m¨¢s gen¨¦ricas. ¡°Ninguno de los puntos que se proponen eliminar fueron objeto de controversia durante la negociaci¨®n de los contenidos de la materia¡±, en 2006, en la que estuvo presente la patronal de los colegios cat¨®licos, asegura el entonces secretario general de Educaci¨®n, Alejandro Tiana. S¨ª lo fueron despu¨¦s.

La pol¨¦mica en torno a esta materia, que los alumnos estudian en clases de una hora semanal, arranc¨® con mucha fuerza tras su implantaci¨®n y se fue diluyendo con los a?os. En 2009 hab¨ªa 114 objetores de conciencia de 800.000 estudiantes, seg¨²n el ¨²ltimo recuento realizado por este peri¨®dico. En esa misma fecha, el Tribunal Supremo concluy¨®, tras centenares de causas judiciales y sentencias dispares en los tribunales auton¨®micos, que no se puede objetar a esta materia obligatoria, aunque pidi¨® que se controlara el contenido de los manuales.

Entonces, las asociaciones de objetores reclamaron di¨¢logo al Gobierno socialista para consensuar unos contenidos en los que deb¨ªan quedar fuera las referencias a la moral, la afectividad o rechazo a la discriminaci¨®n de los homosexuales. De hecho, citaban textualmente alg¨²n ep¨ªgrafe que ahora el ministerio propone eliminar, como el que se refiere al racismo, la xenofobia y la homofobia.

El ministerio anunci¨® en enero que intentar¨ªa aplicar los cambios ¡°lo antes posible¡±, en referencia al curso que viene, por lo que ahora se cambiar¨¢n los contenidos y el a?o pr¨®ximo, el nombre (para esto hace falta cambiar la ley org¨¢nica). Estos son los principales giros de la nueva Educaci¨®n C¨ªvica y Constitucional en la ESO:

Homosexualidad. Elude la referencia a los afectos y las emociones o a las relaciones entre hombres y mujeres. Borra un p¨¢rrafo completo sobre el aprendizaje de ¡°la valoraci¨®n cr¨ªtica de la divisi¨®n social y sexual del trabajo y de los prejuicios sociales racistas, xen¨®fobos, antisemitas, sexistas y hom¨®fobos¡±. La alternativa se centra en ¡°la familia en el marco de la Constituci¨®n Espa?ola¡±, la noci¨®n de la ciudadan¨ªa o ¡°los criterios jur¨ªdicos de adquisici¨®n de la nacionalidad espa?ola¡±.

Desigualdades. Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa se concibi¨®, entre otros aspectos, para ense?ar a los alumnos a argumentar opiniones y juicios de forma razonada ¡°con una actitud de compromiso¡± para mejorar la realidad. Este entrecomillado se elimina, igual que el que entend¨ªa los derechos y deberes humanos ¡°como conquistas hist¨®ricas inacabadas¡±. Tambi¨¦n desaparece la referencia a la ¡°compensaci¨®n de las desigualdades¡± o ¡°el rechazo de las discriminaciones provocadas por las desigualdades personales, econ¨®micas o sociales¡±. Frente a ellas, se propone una visi¨®n m¨¢s institucional y gen¨¦rica, con ep¨ªgrafes como ¡°el deber de transparencia en la gesti¨®n p¨²blica¡±, ¡°el Parlamento¡±, ¡°las elecciones¡± o ¡°la opini¨®n p¨²blica¡±. Elimina la referencia a ¡°riqueza y pobreza¡± o ¡°la falta de acceso a la educaci¨®n como fuente de pobreza¡±.

Terrorismo y nacionalismo excluyente. Los alumnos ya no centrar¨¢n su aprendizaje en la existencia de un ¡°mundo desigual¡±, sino que abordar¨¢n conflictos del mundo: terrorismo, fanatismo religioso, estados fallidos o los ¡°nacionalismos excluyentes¡±.

Econom¨ªa. El bloque que estudia las sociedades democr¨¢ticas del siglo XXI incluye un ep¨ªgrafe nuevo sobre ¡°la dimensi¨®n econ¨®mica de la sociedad humana¡±. Alude a las libertades pol¨ªticas y econ¨®micas y al papel ¡°de la iniciativa econ¨®mica privada en la generaci¨®n de la riqueza y el fomento del esp¨ªritu emprendedor¡±.

Propiedad intelectual. Tras la pol¨¦mica por la llamada Ley Sinde, cuyo reglamento vio la luz con el PP, el temario incluye el concepto de ¡°respeto a la propiedad intelectual¡±, adem¨¢s de otras propuestas como la gesti¨®n de desechos, preservaci¨®n del patrimonio, la contaminaci¨®n ac¨²stica o los deberes hacia la naturaleza y el medioambiente.