Hasta el Boss tiene problemas

Contaban las cr¨®nicas que el Bruce Springsteen que apareci¨® en Sevilla el pasado domingo estuvo plet¨®rico. Mucho mejor, dec¨ªan, que en sus ¨²ltimas visitas. Pero en esa primera cita de la gira espa?ola de su nuevo disco, Wrecking ball, se apreciaban zonas vac¨ªas en el Estadio Ol¨ªmpico La Cartuja. Una portavoz de la organizaci¨®n hablaba entonces de 3.000 entradas sin vender, aunque hubo quien elev¨® esa cifra hasta 10.000, un 25% del aforo.

??El Boss pinchando en taquilla? No es posible. Hablamos de un artista que en 2008 llen¨® dos veces el Camp Nou. 72.000 billetes en menos de ocho horas; 153 entradas por minuto. Pero en 2012, cuando se escriben estas l¨ªneas, a¨²n hay tickets disponibles para las citas de San Sebasti¨¢n y Madrid. No llen¨® ni en Las Palmas de Gran Canaria, ni una de las dos noches de Barcelona, que esta vez es en el Estadi Olimpic. Desde all¨ª, por tel¨¦fono, mientras Springsteen prueba sonido, Dani Guti¨¦rrez, de la promotora Doctor Music, niega la mayor. ¡°En Sevilla en 2009 se vendieron 30.000 y este a?o han sido 34.000. En Barcelona, apenas queda nada. En el Santiago Bernab¨¦u de Madrid hizo un sold out entonces, y este pr¨¢cticamente ya est¨¢. En San Sebasti¨¢n la situaci¨®n es parecida. En resumen: se est¨¢ vendiendo pr¨¢cticamente lo mismo, aunque es cierto que no tan r¨¢pido¡±.

Lo de vender ¡°pr¨¢cticamente lo mismo¡± pero no tan r¨¢pido no es un problema de Springsteen. Le est¨¢ pasando a Coldplay, Madonna, Lady Gaga o The Black Keys. Hace apenas un a?o hab¨ªa que estar muy despierto para conseguir una entrada para uno de esos grandes acontecimientos, m¨¢s sociales que art¨ªsticos, que son los conciertos de rock de estadio. Se anunciaba el d¨ªa de la venta y el billetaje volaba. En 2012 duran semanas.

Y no es un problema menor. La necesidad de hacer un sold out, venderlo todo, hasta el ¨²ltimo ticket de la grada m¨¢s alejada, no es ni por capricho ni por avaricia. Este es un negocio arriesgado en el que el ¨²nico que nunca pierde es el artista, que cobra su cach¨¦ pase lo que pase. ¡°Parece que los promotores hinchamos el precio de las entradas. Pero no es as¨ª. El coste lo marca el cach¨¦ de los artistas¡±, dice Roberto Grima, codirector de la sucursal espa?ola de Live Nation, el gigante mundial del directo. ¡°Estamos jugando a hacer siempre sold out. En cuanto quedan 1.000 entradas sin vender entras en p¨¦rdidas¡±.

"No es posible hacer grandes giras cada dos a?os", dice un promotor

1.000 entradas cuando se han puesto 56.000 a la venta, como en el caso del concierto de Coldplay del hoy en el Vicente Calder¨®n, no parece mucho margen. El viernes quedaban 1.117 boletos disponibles en Ticketmaster, la web propiedad de Live Nation, que posee la exclusiva de la venta. Muchos de ellos provienen de esa ¨²ltima remesa que se pone a la venta cuando, tras instalar el escenario, se suelen descubrir espacios con los que no se contaba. Si se vendieran todos significar¨ªan unos nada desde?ables 67.000 euros extra.

Ni siquiera los grandes conciertos de artistas internacionales, los que en argot se conocen como Triple A, se libran de la crisis. Una tendencia preocupante. ?Recuerdan el cambio de paradigma motivado por Internet? Una industria, la de la venta de discos, en descomposici¨®n, de la que, en teor¨ªa, se salvar¨ªan los artistas que apostaran por los directos.

Pues parece que no. A principios de a?o A.R.T.E., la asociaci¨®n de Representantes T¨¦cnicos del Espect¨¢culo, que agrupa a m¨¢s del 80% de los profesionales que se dedican a la m¨²sica en directo en Espa?a, cuantificaba la deuda de los ayuntamientos en 70 millones de euros. Los municipios llevaban 30 a?os siendo los grandes clientes de las empresas de m¨²sica en vivo en Espa?a. Con la ca¨ªda del presupuesto de festejos casi a cero en 2012, m¨¢s las facturas sin pagar de los espect¨¢culos contratados en 2011 y 2010, la situaci¨®n roza la hecatombe. En marzo, Emilio Santamar¨ªa, presidente de A.R.T.E., era de lo m¨¢s expl¨ªcito: ¡°Estamos al borde de la extinci¨®n. Ha llegado la glaciaci¨®n y nos ha pillado en calzoncillos¡±.

La gallina de los huevos de oro siguen siendo los festivales

?Ha habido una burbuja del directo? ¡°No s¨¦ si llamarlo burbuja, pero s¨ª que es cierto que muchas bandas han estado cobrando cantidades muy elevadas que solo se sosten¨ªan con sponsors o dinero p¨²blico. Ahora que escasean los dos estamos viendo que muchos grupos no pueden seguir haciendo tantos conciertos como antes, tienen que rebajar las entradas, cancelar conciertos o tocar en recintos medio vac¨ªos¡±, dice Alfonso Santiago, de la promotora bilba¨ªna Last Tour International. ¡°Es necesario dosificar a los artistas, no es posible hacer grandes giras cada dos o tres a?os en cinco o seis ciudades de Espa?a. Quiz¨¢s en otro momento lo pudo llegar a ser, pero en 2012 no es posible. La p¨¦rdida de poder econ¨®mico de la sociedad y el paro complican mucho las cosas¡±, explica Alfonso Santiago.

?l predica con el ejemplo. Esta semana, uno de sus artistas, el grupo Extremoduro, anunci¨® su gira de 2012. No han editado disco nuevo, ni hay planes de que lo hagan, pero es su primer tour desde 2008. Siete conciertos en otras tantas ciudades. Las entradas, a unos 25 euros, se pusieron a la venta el mi¨¦rcoles. Y han ido bien, relativamente. En Valencia agotaron en horas. A¨²n quedan para los otros seis. Pero siete conciertos no son demasiado comparados con los casi 50 de la gira de 2008.

Se apuesta por colocar todo el taquillaje. Si no es as¨ª, se pierde

Con todo, ¨¦l a¨²n puede aspirar a llenar grandes recintos.Otros artistas, como Fito, han optado por una medida intermedia. El cantante vasco que fue creciendo y creciendo durante la pasada d¨¦cada hasta llenar sin pesta?ear recintos para 15.000 personas en cada capital de provincia, ha optado en 2012 por una gira oto?al por teatros. ¡°Es cierto que en casi todos los casos las 2.000 primeras entradas que se venden son las m¨¢s caras. Los mejores asientos. Muchos artistas, inteligentemente, han pensado que arriesgarse a ir a un pabell¨®n para que no se llene no es buena idea. Quedan mal y corren muchos m¨¢s riesgos¡±. Por ejemplo, Fito ha decidido que es mejor cobrar 60 euros por 2.000 entradas que la posibilidad de poner a la venta 6.000 por 20 euros y tocar en auditorios medio vac¨ªos. ¡°A la gente no le cuesta pagar un poco m¨¢s por estar c¨®moda que estar en un lugar masificado¡±, dice Roberto Grima. Live nation, su empresa, es la responsable del directo de Coldplay en el Vicente calder¨®n de hoy. Las entradas m¨¢s caras cuestan, ag¨¢rrense, 229 euros. ¡°Es un paquete llamado golden ticket, cada vez m¨¢s habitual. Hay un p¨²blico, 500 o 1.000, que est¨¢ pagando por el asiento, el catering y una buena cena en el mismo recinto. Est¨¢ funcionando¡±.

Por supuesto, la gran culpable es la omnipresente crisis. ¡°No digo nada nuevo si apunto que la recesi¨®n est¨¢ retrayendo el consumo. Por supuesto que la gente se corta mucho m¨¢s a la hora de comprar entradas. Se sigue queriendo ir a conciertos, pero el p¨²blico se lo piensa. Ya no hay esa alegr¨ªa que hab¨ªa antes. Y los artistas como Springsteen, que han venido varias veces en poco tiempo, son los que m¨¢s se resienten¡±.

El asunto entonces, ya que todos coinciden en el diagn¨®stico, es cu¨¢l debe de ser la respuesta de las empresas a esta situaci¨®n. ¡°Aqu¨ª hay muchos modelos diferentes de concierto. Son muy distintos los gratuitos, los de sala, los de estadio... En grandes conciertos y festivales estamos viendo que se pretende cobrar lo mismo o m¨¢s cada a?o en las entradas y, sin embargo, la econom¨ªa est¨¢ bajando a niveles de principios de 2000. Para hacerlos sostenibles hay que plantearse si no habr¨ªa que adecuar el precio a la econom¨ªa real¡±, aventura Alfonso Santiago.

Es cierto ese detalle: no todos los conciertos son iguales. Los m¨¢nagers y promotores de artistas peque?os y medianos tambi¨¦n se resienten, pero de otra manera. ¡°Es el momento de estar en las trincheras, pero es que yo siempre he estado ah¨ª, y me siento c¨®modo¡±, dice Miguel ?ngel Garrido de GIGnTIK, la agencia que representa a Russian Red. ¡°Se venden un 20% menos de entradas. Las salas ya no contratan sino que alquilan y t¨² te arriesgas a la taquilla. Olv¨ªdate de que corran con los gastos de alojamiento... Bueno, se trata de ajustarte a lo que hay, como todo el mundo¡±. Parecido piensa Juan Santaner, de Marxophone, el sello del cantautor Nacho Vegas. ¡°Los artistas hechos, los que juntan a 1.000 personas, lo siguen haciendo. Pero los m¨¢s peque?os si antes llevaban a 200 ahora quiz¨¢s sean 50. Las salas est¨¢n sufriendo mucho en la barra. No solo hay peor taquilla, tambi¨¦n se gasta menos en el bar una vez dentro¡±.

Los 2.000 primeros 'tickets' qeu se venden son los m¨¢s caros, seg¨²n Live Nation

?Es el momento de ir a lo seguro o de arriesgar? Y lo m¨¢s importante, ?qu¨¦ es lo seguro y qu¨¦ es lo arriesgado? ¡°Todo ha cambiado mucho en meses. Mira el caso de Coldplay. Pusimos las entradas a la venta en Navidades, con su nuevo disco todav¨ªa calentito, y se vendi¨® casi todo en tres semanas. Ahora me lo pensar¨ªa antes de poner a la venta el mismo espect¨¢culo para septiembre. Hay que estar con los pies en el suelo¡±, se?ala Roberto Grima.

Los pies en el suelo significa que quiz¨¢s vuelva a vivirse la polaridad que ya se conoci¨® en los ominosos tiempos de Operaci¨®n Triunfo. ¡°Vamos a sufrir todos, pero creo que m¨¢s los de clase media que no quieran renunciar a sus estatus. Noel Gallagher llen¨® a 25 euros, Kings Of Leon, tambi¨¦n. M¨¢s caro lo dudo¡±, asegura Grima.

Es decir, que los Triple A seguir¨¢n llenando, aunque a otro ritmo. Los de trinchera seguir¨¢n peleando y sobreviviendo. Pero la clase media y, sobre todo, la clase media alta se resentir¨¢n. Ya lo est¨¢n haciendo. La Asociaci¨®n de Promotores Musicales (APM) asegura que durante 2011 el n¨²mero de conciertos experiment¨® un descenso del 18,3% respecto al a?o anterior. La facturaci¨®n baj¨® un 12,6%.

Hay menos giras, se reduce la oferta. ¡°La gente prefiere ir a festivales¡±, asegura Juan Santaner. ¡°Por un poco m¨¢s de lo que le cuesta un concierto ve una docena de grupos en dos d¨ªas¡±. Los festivales siguen siendo la gallina de los huevos de oro, pero qui¨¦n sabe durante cuanto tiempo. En 2011, en Reino Unido, fueron cayendo como fichas de domin¨®. En Espa?a habr¨¢ que esperar. Quiz¨¢s no mucho.