¡°La solidaridad evita el ¡®prozac¡±
El vicepresidente de Ecuador trabaja por la integraci¨®n de los discapacitados
Su nombre le predispone para ser ¡°un poco revolucionario¡± y, sobre todo, ¡°para ver c¨®mo transformar el mundo¡±. Se llama Lenin Voltaire por ¡°un padre maestro con un eclecticismo medio extra?o: ten¨ªa ideas revolucionarias y liberales¡±. Se apellida Moreno, y prefiere al ruso frente al franc¨¦s ¡ª¡°uni¨® sus ideales con sus acciones revolucionarias y aunque a estas alturas del partido ya hemos cambiado, el sentimiento socialista se sigue manteniendo¡±¡ª. Lleva el buen humor como bandera: fue su medio de vida y volver¨¢ a serlo pronto. Mientras, lo ejerce como vicepresidente de Ecuador. Un a?o m¨¢s y luego, a casa.
Lenin Voltaire Moreno (Nuevo Rocafuerte, 1953), recala en Madrid desde Ginebra, donde ha acudido al examen cuatrienal de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ONU. Lo considera aprobado pese al ¡°lobby¡± que, ¡°por prepotencia y obstinaci¨®n¡±, denuncia el ataque a la libertad de expresi¨®n en su pa¨ªs ¡ª¡°es completa, se ha cortado el libertinaje de algunos periodistas¡±¡ª. Las cr¨ªticas no le hicieron recrearse en el techo del auditorio ginebrino, obra de Miquel Barcel¨®. ¡°Me gusta mucho el arte, pero ese no es mi preferido. Soy un poquito m¨¢s tradicional¡±, dice con diplomacia.
En Espa?a, Moreno se re¨²ne con compatriotas (residen m¨¢s de 300.000) para darles a conocer el plan de retorno para personas con discapacidad y las pol¨ªticas de integraci¨®n que impulsa. Han empezado por un rastreo palmo a palmo para censar a los discapacitados, casi 300.000. ¡°Encontramos a algunos que viv¨ªan en huecos en la tierra, en gallineros, pero esa situaci¨®n ya no va a m¨¢s¡±, explica. Asegura que los discapacitados ¡°estaban avergonzados en la esquina de sus casas¡±, se les consideraba culpables ¡°de los pecados paternos¡±. Ahora es el momento de facilitarles empleo, de obligar a las empresas a cumplir el cupo de puestos reservados para ellos ¡ª4% de la plantilla¡ª, y vivienda seg¨²n se pueda. Unas pol¨ªticas que sirven para los afectados y tambi¨¦n ¡°para que la sociedad que los maltrat¨® recupere su dignidad¡±.
La discapacidad no es incapacidad, es parte de la diversidad"
¡°La discapacidad no es incapacidad, es parte de la diversidad¡±. Moreno se explaya y el camarero duda si ofrecer la carta. Se decanta por los rigattoni. Cuenta que dejar¨¢ la pol¨ªtica cuando acabe el mandato, dentro de un a?o. ¡°No he disfrutado mucho de ella, es un poco depredadora¡±, asegura. Se ir¨¢ para cuidar m¨¢s de esa salud resentida por los dolores, secuela de las operaciones tras el tiro ¡ªrecibido en un asalto para robarle el coche¡ª que le encaden¨® a una silla de ruedas.
Cuando abandone, Moreno volver¨¢ a dar conferencias y escribir libros sobre humor y tolerancia. ¡°Se vend¨ªan recontrabi¨¦n¡±, dice el autor de ¡°m¨¢s de 3.000 chistes¡±. ¡°El buen humor mejora la relaci¨®n entre los seres humanos en un 50%. Adem¨¢s, tiene efectos analg¨¦sicos y terap¨¦uticos; previene las enfermedades¡±. Cosa buena, como la solidaridad: ¡°Evita el [antidepresivo] prozac, por la alegr¨ªa que da haber servido a los seres humanos¡±.
Este hombre que se fija en el lado bueno come despacio, sin dejar una miga. ¡°Tienen carrito de postres, ?verdad?¡±, pregunta. Del surtido, este devoto de Serrat se inclina por la crema catalana mientras filosofa. ¡°Lo que nos hace re¨ªr es el encuentro casual con algo que quiebra la l¨®gica. El buen humor es el triunfo m¨¢ximo del esp¨ªritu¡±. ¡°Todo excelente. Somos capaces de volver en media hora¡±, se despide del camarero. Con humor.
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