Alemania pagar¨¢ a las familias que cuiden a sus hijos en casa
La medida suscita fuertes cr¨ªticas porque desalienta el empleo femenino
Las familias alemanas que cuiden a sus hijos en casa sin recurrir a guarder¨ªas u otros servicios p¨²blicos obtendr¨¢n un subsidio estatal a partir de 2013. El a?o que viene ser¨¢ de 100 euros mensuales por cada hijo de entre 13 y 24 meses. A partir de 2014, las familias que cuiden sus ni?os en el hogar percibir¨¢n 150 euros mensuales por cada hijo en su segundo o tercer a?o de vida. La medida es pol¨¦mica por dos aspectos: primero, porque supone un notable gasto p¨²blico decidido por un Gobierno que predica la austeridad entre sus socios. La administraci¨®n federal pagar¨¢ 300 millones de euros en 2013 y de 1.100 millones de euros en 2014. Pero la cr¨ªtica m¨¢s extendida es que este dinero incentivar¨¢ que las madres alemanas se queden en casa en lugar de ir a trabajar fuera.
El Consejo de Ministros ha enviado el proyecto de ley al Parlamento, donde va a encontrar la resistencia enconada de la oposici¨®n y, seg¨²n se perfil¨® el jueves, tambi¨¦n de algunos diputados de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel. Su coalici¨®n de centro-derecha (CDU y el liberal FDP) aprob¨® la norma el mi¨¦rcoles, despu¨¦s de varios a?os de controversia sobre lo que sus detractores llaman la ¡°prima del fog¨®n¡±.
La oposici¨®n y los sindicatos acusan a Merkel de hacer ¡°clientelismo¡± desviando la atenci¨®n y el dinero de las verdaderas necesidades en las guarder¨ªas p¨²blicas. La ciudad-Estado de Hamburgo, regida con mayor¨ªa absoluta por el Partido Socialdem¨®crata, SPD, quiere querellarse contra la norma ante el Tribunal Constitucional. Considera que el Gobierno excede sus competencias. Esta duda alcanza tambi¨¦n a la jefa de la Comisi¨®n parlamentaria de Familia, la liberal Sibylle Laurischk. El experto en pol¨ªtica familiar de la CDU Thomas Jarzombek admiti¨® posibles enmiendas a la ley: ¡°Ninguna norma sale del Bundestag igual que entr¨®, este subsidio no ser¨¢ una excepci¨®n¡±. Pide que el subsidio se extienda ¡°a todas las familias con ni?os peque?os¡±, usen o no guarder¨ªas, para no promover que las mujeres se desconecten del mundo laboral.
El SPD quiere paralizar la nueva ley. Los socialdem¨®cratas quieren que el dinero de la pol¨¦mica subvenci¨®n se destine a nuevas plazas p¨²blicas de guarder¨ªa. La ministra de Familia Kristina Schr?der (CDU) asegura que la nueva ley no est¨¢ re?ida con la promoci¨®n de las guarder¨ªas alemanas. Schr?der, que es uno de los elementos m¨¢s conservadores del Gabinete de Merkel, reconoce que ¡°lo importante¡± ahora es invertir tambi¨¦n en guarder¨ªas. Seg¨²n c¨¢lculos de los municipios alemanes, en todo el pa¨ªs hay un d¨¦ficit de unas 160.000 plazas p¨²blicas para ni?os peque?os. Para la jefa parlamentaria de Los Verdes, Renate K¨¹nast, el Gobierno ¡°ha actuado de acuerdo con una ideolog¨ªa, sin tener en cuenta los problemas de la gente¡±.
La fiscalidad castiga los dos sueldos y faltan 160.000 plazas de guarder¨ªa
El debate sobre la incorporaci¨®n de las mujeres al mercado laboral alem¨¢n viene de largo. El 63% de los trabajadores con contratos precarios, los llamados minijobs con sueldos de 400 euros mensuales, son mujeres. Dos tercios de las empleadas trabajan a tiempo parcial. En cambio, s¨®lo el 6% de los hombres tiene este tipo de contrato. La tasa de mujeres trabajadoras en Alemania es m¨¢s alta que la media europea, pero sigue siendo m¨¢s baja que la de los hombres. Adem¨¢s, existe brecha salarial: los hombres ganan m¨¢s que las mujeres. El 25% de ellos percibe m¨¢s de 4.000 euros mensuales, un porcentaje que cae al 11% en el caso de las mujeres.
La cr¨ªtica no viene solamente de los sindicatos. El presidente de la Patronal, Dieter Hundt, ha asegurado estos d¨ªas que ¡°los nuevos subsidios entorpecen los esfuerzos para que trabajen m¨¢s mujeres¡±. Hundt, que ha apoyado en diversas ocasiones al Gobierno de Angela Merkel, le afea que no se avance en ¡°armonizar la vida laboral con la profesional¡±.
La Fundaci¨®n Hans B?ckler, cercana a los sindicatos, destaca que la diferencia entre los porcentajes de hombres y mujeres que trabajan se dispara entre los 28 y los 37 a?os de edad. Es el periodo de maternidad y crianza. Despu¨¦s, la brecha disminuye, pero no vuelve a los niveles de los trabajadores de 24 y 25 a?os, edades en las que trabajan el 71,5% de los hombres y el 68,4% de las mujeres. Tres puntos de diferencia. A partir de esa edad supera los 10 puntos.
Las leyes fiscales alemanas tambi¨¦n contribuyen a alejar a las mujeres del mercado laboral. En hogares con dos ingresos, una de las modalidades de declaraci¨®n de renta conjunta permite ahorrar impuestos al c¨®nyuge que m¨¢s gana. Cuando se usa este modelo y los ingresos del otro son mucho menores, el IRPF los merma de tal modo que casi deja de merecer la pena que vaya a trabajar. Las que menos ganan suelen ser las mujeres. Esta disuasi¨®n fiscal ha sido criticada recientemente por el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Olli Rehn, que pidi¨® a Alemania que promueva mejor la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo. No ser¨¢ a trav¨¦s de leyes como la reci¨¦n aprobada por el Gobierno.
Pocos kindergarten y pocos ni?os
Kindergarten es una de las palabras que el alem¨¢n ha exportado a otras lenguas. Y con ella, lo que representa: centros de atenci¨®n a los peque?os por debajo de la edad escolar. Pero cuando el t¨¦rmino se ha extendido por el mundo, en casa del herrero hay cuchillo de palo: faltan escuelas infantiles y el Gobierno apuesta porque se cuide a los ni?os en casa, en lugar de crear nuevos servicios de atenci¨®n a la infancia. El problema a?adido es, adem¨¢s, que los ni?os escasean.
El pa¨ªs que gobierna Angela Merkel est¨¢ a la cola de la Uni¨®n Europea en fecundidad. Es uno de los que tiene un promedio m¨¢s bajo de hijos por mujer en la UE: 1,36 en 2009. Una proporci¨®n similar a la espa?ola y que la sit¨²a por debajo de la media comunitaria (1,6). Adem¨¢s, ni de lejos sirve para el reemplazo generacional (2,1 hijos).
El declive de la natalidad (nacen unos 675.000 beb¨¦s al a?o, la mitad que hace medio siglo) y el aumento de la esperanza de vida al nacimiento (78 a?os para los hombres y 83 para las mujeres) hacen de Alemania uno de los pa¨ªses m¨¢s envejecidos y con mayor desequilibrio entre ni?os (el 13,4% de la poblaci¨®n tiene menos de 15 a?os) y mayores (el 20,6% de los habitantes han cumplido los 65).
Con este panorama, las muertes superan a los nacimientos. La inmigraci¨®n, que durante a?os permiti¨® el crecimiento demogr¨¢fico germano, ha dejado de tapar el saldo vegetativo negativo desde hace m¨¢s de un lustro. Alemania, el pa¨ªs m¨¢s poblado de la UE (81,7 millones), pierde habitantes. Y as¨ª seguir¨¢: lo prev¨¦n las proyecciones y lo asume el Gobierno.
El pasado abril, el Ejecutivo aprob¨® una estrategia para hacer frente al cambio demogr¨¢fico, que pasar¨¢ una pesada factura. Este documento, titulado Cada edad cuenta, asume el declive de poblaci¨®n y apuesta por la inmigraci¨®n cualificada, la mejora educativa y la mayor presencia laboral de las personas mayores. ?Y la natalidad? Mal, gracias. Nadie parece pensar en favorecerla con pol¨ªticas que permitan evitar que trabajo y maternidad sean excluyentes o no rentables. Una situaci¨®n que afecta en especial a las mujeres, porque los hijos son, sobre todo, cosa de ellas.
En Alemania se dan la mano la falta de guarder¨ªas y la penalizaci¨®n fiscal para las parejas con dos ingresos, lo que retrae a las mujeres para trabajar fuera de casa. Esto ¨²ltimo se potenciar¨¢ a¨²n m¨¢s si prospera la iniciativa del Gobierno de pagar a las familias que cuiden a los ni?os en el hogar.
De nada parece haber servido el reciente tir¨®n de orejas de la UE para que el Gobierno germano cambie ciertas pol¨ªticas. Le ha pedido que abandone la disuasi¨®n fiscal a los hogares con dos ingresos, promueva las guarder¨ªas y los colegios con jornada continuada (una pieza clave para la conciliaci¨®n) y aumente la participaci¨®n laboral femenina (las alemanas tienen una tasa de empleo inferior en casi diez puntos a la de los hombres, 67,7% frente a 77,3% seg¨²n Eurostat, y protagonizan los empleos precarios).
Medidas como las que plantea la UE quiz¨¢ contribuir¨ªan a aliviar la penuria demogr¨¢fica germana, pero adem¨¢s incrementar¨ªan la autonom¨ªa econ¨®mica de las mujeres (m¨¢s empleo, de mayor calidad y, por ende, mejor jubilaci¨®n). Pero nein.
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