C¨®mo evitar los da?os colaterales de la pesca
Un mill¨®n de tortugas, aves, cet¨¢ceos y tiburones protegidos caen al a?o en artes de pesca Algunas medidas alternativas permiten reducir estas capturas en un 90%
P¨¦rtigas con corta-sedales para evitar que se enreden tortugas marinas; anzuelos circulares que impiden la muerte de estos reptiles, adem¨¢s de tiburones y cet¨¢ceos, y sistemas para hundir r¨¢pidamente los cebos de palangres y que no atraigan a aves marinas. Son solo unos ejemplos que reducen una captura anual de especies protegidas no objetivo de pesca que, seg¨²n c¨¢lculos de WWF, puede llegar al mill¨®n de ejemplares entre cet¨¢ceos, tiburones, tortugas y aves marinas. De estas ¨²ltimas caen 300.000 ejemplares al a?o de 26 especies diferentes, y artes prohibidas, como las redes de deriva, a¨²n se usan y en aguas de Marruecos acaban con 100.000 tiburones por temporada.
La pasada semana, durante la celebraci¨®n del D¨ªa Mundial de los Oc¨¦anos, el 8 de junio, se presentaron los talleres que se imparten a pescadores de palangre dentro del proyecto Life+ Indemares, en los que se les explica y adiestra en el uso de p¨¦rtigas corta-sedales que permiten liberar a tortugas marinas que caen en este arte. ¡°A los pescadores les decimos que no tiren del sedal, porque lo que mata es el tir¨®n, no tanto el anzuelo dentro de la tortuga, que se puede enquistar, pudrir y hasta expulsar¡±, resume Ricardo Sagarminaga, director cient¨ªfico de KAI Marine Services, una de las entidades que junto a la Fundaci¨®n CRAM (Conservaci¨®n y Recuperaci¨®n de Animales Marinos) colaboran con la Fundaci¨®n Biodiversidad en esta l¨ªnea de trabajo de Indemares. Sagarminaga apostilla que ¡°incluso el sedal, si se corta, pero se deja largo (unos tres metros), puede acabar enredado entre las aletas de la tortuga o que esta lo ingiera, con un resultado mucho peor¡±.
Las redes de deriva acaban con 100.000 tiburones por temporada en aguas de Marruecos
Aunque no se han comenzado a adoptar medidas hasta hace poco (las mortales redes de deriva no se prohibieron hasta 2002 en la Uni¨®n Europea), los problemas se detectaron varias d¨¦cadas atr¨¢s. En Espa?a, gracias al Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO), se tienen datos de la interacci¨®n palangres-tortugas marinas desde 1982. Las investigaciones de este organismo, las campa?as de Greenpeace y la colaboraci¨®n de los pescadores, en especial de la flota espa?ola de palangre del Mediterr¨¢neo, favorecieron el conocimiento del problema, que acarreaba la captura de 20.000 a 30.000 tortugas en este mar. ¡°A pesar de la investigaci¨®n acumulada ¨Crecuerda Ricardo Sagarminaga¨C, no fue hasta 2005 cuando comenzaron a ponerse en pr¨¢ctica medidas como la sustituci¨®n de cebos con calamares y pota, que atraen m¨¢s a las tortugas, por peces; o sumergirlos a mayor profundidad, para que no sean detectados por ellas, especialmente en condiciones de mucha luz¡±. El resultado de esta combinaci¨®n de alternativas ha supuesto un descenso de mortalidad del 80%.
El anzuelo circular, que tambi¨¦n se usa para frenar la mortandad de tortugas, ha tenido mucho ¨¦xito en otras pesquer¨ªas del Atl¨¢ntico Norte, donde ca¨ªan tiburones y cet¨¢ceos, especialmente calderones, y en otras del Pac¨ªfico Oriental, donde los principales beneficiados son los reptiles. Tanto en las investigaciones en Espa?a, como en estas otras zonas, resulta de gran utilidad la labor de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) del Gobierno de Estados Unidos. Este pa¨ªs cuenta con una estrategia nacional al efecto que, entre otras cosas, recoge datos muy aproximados de los animales capturados accidentalmente en sus pesquer¨ªas. En 2011 superaron los 21.000 ejemplares, entre mam¨ªferos marinos, aves y tortugas. Estas ¨²ltimas, con 11.772, fueron las m¨¢s castigadas.
El anzuelo circular que protege a los cet¨¢ceos tambi¨¦n se usa para frenar la mortandad de tortugas
Menos estudios, y no tan precisos, existen sobre la incidencia de artes fijas de red y el palangre en aves marinas en Espa?a, aunque se sabe que especies como las pardelas cenicienta y balear, las gaviotas patiamarilla y de Audouin y el alcatraz encuentran en esta interacci¨®n una de las causas principales de su declive. Maite Louzao, investigadora del Centro Oceanogr¨¢fico de Gij¨®n, y Salvador Garc¨ªa-Barcelona, que trabaja en proyectos sobre pesquer¨ªas de grandes pel¨¢gicos desde el Centro Oceanogr¨¢fico de M¨¢laga, propon¨ªan en el n¨²mero de abril de la revista Quercus algunas medidas para frenar este impacto. La primera es regular las pesquer¨ªas para que reduzcan su actividad durante los per¨ªodos y zonas geogr¨¢ficas en las que la incidencia es m¨¢s frecuente. ¡°Es muy interesante el uso de medidas disuasorias de probada eficacia en los palangres, adaptables a cada embarcaci¨®n, como las l¨ªneas de espantap¨¢jaros o pesos en el arte que ayuden a sumergirlo m¨¢s r¨¢pidamente¡±, apuntan los investigadores.
Otras de las ideas surgen del concurso que WWF puso en marcha en 2009 para ¡°buscar soluciones novedosas, sencillas y pr¨¢cticas que se puedan aplicar en la pesca con el fin de reducir la captura accidental de especies que no son objetivo comercial¡±. Durante la ¨²ltima edici¨®n, la de 2011, result¨® ganador el dise?o de Kazuhiro Yamazaki, capit¨¢n de un atunero japon¨¦s que present¨® una l¨ªnea madre de doble peso que hunde los anzuelos fuera del alcance de las aves marinas e incluso tambi¨¦n reduce las lesiones y muertes en las tripulaciones, causada por el r¨¢pido calado de los anzuelos. En 2010, m¨¢s de 95.000 l¨ªneas de este tipo redujeron la pesca accidental en un 89% en comparaci¨®n con l¨ªneas sin modificaci¨®n; y sin efectos negativos sobre las tasas de captura de peces. De cara a la rentabilidad de la pesca este dato es importante, al igual que ocurre con las tasas de pesca de atunes, picudos y tiburones en los que se emplean anzuelos circulares, que han demostrado ser tan eficaces como los anzuelos convencionales en forma de jota.
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