Las medusas, due?as de la costa

Mar¨ªa se lo piensa antes de meterse en el agua. Asegura que no se f¨ªa. Esta cordobesa, de vacaciones en M¨¢laga, teme que le pique una medusa. ¡°He visto unas cuantas¡±, afirma. Al igual que esta visitante, los ba?istas que este mediod¨ªa han estado en la playa de El Dedo se han acercado recelosos a la orilla despu¨¦s de que este fin de semana una plaga de estos invertebrados se adue?ara de la costa malague?a.

Desde el viernes hasta el domingo, se recogieron en la capital casi cuatro toneladas de medusas y, hasta las 15.00 del lunes, 1.200 ba?istas tuvieron que ser atendidos tras sufrir picaduras, seg¨²n el Ayuntamiento. ¡°El s¨¢bado, en la playa de Torre del Mar, vimos a unas cuentas personas que sal¨ªan del agua y se echaban tierra en el brazo o en la pierna. Les hab¨ªa picado una medusa¡±, apunta Mar¨ªa, quien, tras quince minutos, a¨²n sigue pens¨¢ndoselo.

La plaga, que ha comenzado a remitir, ha tenido especial relevancia en la zona del levante malague?o, en concreto en las playas de El Dedo, el Pe?¨®n del Cuervo y La Ara?a. Asimismo, la bandera roja onde¨® este fin de semana en municipios como Rinc¨®n de la Victoria, Estepona y Marbella. ¡°Esta llegada masiva se produce por un c¨²mulo de motivos. A las altas temperaturas y a la escasez de lluvias registradas esta primavera que provocan que las medusas se reproduzcan mucho m¨¢s se suman la progresiva desaparici¨®n de los principales depredadores de estos invertebrados por la sobreexplotaci¨®n pesquera y las incontrolables corrientes marinas que los arrastran hasta la orilla¡±, afirma el bi¨®logo del Aula del Mar de M¨¢laga, Juan Jes¨²s Mart¨ªn. ¡°La contaminaci¨®n derivada de la falta de depuraci¨®n de las aguas residuales es otra causa¡±, agrega, tras apuntar que tambi¨¦n se han registrado casos en playas del litoral granadino y almeriense.

La mayor¨ªa de los invertebrados recogidos en estos d¨ªas pertenece a la especie Pelagia noctiluca, ejemplares de 3 a 4 cent¨ªmetros de tama?o, de color violeta y de picadura intensa. Adem¨¢s, en algunas playas malague?as, se hallaron otros ejemplares de mayor tama?o como la Rhizostoma luteum, de medio metro de di¨¢metro pero cuya picadura es menos dolorosa. ¡°Esta plaga solo se produce en playas concretas, no en toda la costa, y depende de la orientaci¨®n que tengan¡±, se?ala el bi¨®logo, quien resalta el car¨¢cter ¡°imprevisible¡± de este tipo de estas concentraciones que dificulta predecir que ocurrir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas.

La plaga comienza a remitir porque el cambio de viento, ahora de poniente, lleva estos animales al fondo del mar

El cambio de viento es la principal raz¨®n para que la proliferaci¨®n haya comenzado a desaparecer ya que, si durante el fin de semana el levante predominaba en el litoral, ahora es el viento de poniente el que sopla y lleva estos animales al fondo del mar. ¡°Al ser unos invertebrados con una capacidad de movimiento muy limitada, se dejan arrastrar por las corrientes¡±, explica Mart¨ªn. A pesar de esta mejorar¨ªa, esta ma?ana a¨²n se han registrado algunos casos de picadura. ¡°Un hombre sali¨® del mar con su hijo diciendo que le hab¨ªa picado una medusa. El ba?ista se quej¨® porque la bandera que ondeaba era verde y no amarilla, por lo que la familia desconoc¨ªa el peligro¡±, afirma una trabajadora del punto de informaci¨®n de la playa de El Dedo. Otros ba?istas, sin embargo, no se han percatado de la presencia de estos organismos invertebrados. ¡°Llevamos media hora en el agua y no nos ha pasado nada¡±, afirma Francisco, vecino de El Palo.

Desde hace tres a?os, el Ministerio de Medio Ambiente, a trav¨¦s de la Demarcaci¨®n de Costas, no pone en marcha un dispositivo especial para actuar ante plagas como esta, tal y como recuerdan desde la Junta. La recogida en M¨¢laga de estos invertebrados la est¨¢ realizando Ecolmare, una empresa especializada en la limpieza de aguas, a pesar de que no sea su competencia, seg¨²n afirma su coordinador en la comunidad. ¡°Para llevar a cabo esta recogida es necesario un dispositivo especial. Para nosotros es como si recogi¨¦semos una bolsa de pl¨¢stico¡±, se?ala Antonio Galiano.