El corte de la discordia
Pol¨¦mica en Alemania despu¨¦s de que un tribunal considere delito de lesiones la circuncisi¨®n Jud¨ªos, musulmanes y cristianos se oponen al fallo
En los barrios berlineses donde viven m¨¢s inmigrantes de ascendencia turca, como Kreuzberg o algunas partes de Neuk?lln, a menudo se ven ni?os vestidos con trajes blancos y brillantes de fantas¨ªa, como de pr¨ªncipe otomano. Si sonr¨ªen y parecen aliviados, ser¨¢ que han superado su circuncisi¨®n (s¨¹nnet) y ya disfrutan de las atenciones y homenajes familiares por haberse ¡°hecho un hombre¡±. Los sunitas de Anatolia, de donde vinieron las oleadas migratorias turcas hacia Alemania, celebran el ritual religioso cuando los muchachos ya est¨¢n crecidos, unos a?os antes de la adolescencia. Despu¨¦s de que una sentencia judicial amenazara con convertir estas ceremonias en delitos punibles, el portavoz Steffen Seibert anunci¨® el viernes que el Gobierno de la democristiana Angela Merkel (CDU) garantizar¨¢ su legalidad: ¡°Queremos vida religiosa jud¨ªa y vida religiosa musulmana en Alemania¡±.
El Ejecutivo respond¨ªa as¨ª a la pol¨¦mica desatada hace unas semanas por un tribunal de Colonia, que sentenci¨® que la circuncisi¨®n de un ni?o musulm¨¢n de cuatro a?os era un delito de lesiones. El fallo podr¨ªa sentar jurisprudencia y desterrar esta pr¨¢ctica de Alemania. Tanto los jud¨ªos como los musulmanes, de los que viven m¨¢s de cuatro millones en el pa¨ªs, practican la circuncisi¨®n por razones religiosas.
El Consejo Central de los Jud¨ªos calific¨® la sentencia de ¡°intervenci¨®n inaudita y dram¨¢tica¡± en asuntos religiosos. El Consejo Central de los Musulmanes habl¨® ¡°vulneraci¨®n de la libertad de creencias y de los derechos de los padres¡±. M¨¢s dr¨¢stico, el presidente de la Conferencia Europea de Rabinos, el ruso Pinchas Goldschmidt, alert¨® el jueves de que la sentencia es ¡°el m¨¢s grave atentado contra la vida jud¨ªa desde el Holocausto¡±. Palabras mayores.
Los jud¨ªos circuncidan a los varones en obediencia de la Tor¨¢, que estipula en el libro del G¨¦nesis la separaci¨®n ¡°de la carne del prepucio¡± ocho d¨ªas despu¨¦s del nacimiento. Los musulmanes tambi¨¦n someten a los chicos a la circuncisi¨®n, aunque esta no se menciona expl¨ªcitamente en el Cor¨¢n. Ambas religiones se remiten al patriarca Abraham y a su alianza b¨ªblica con Dios que, seg¨²n la creencia, se renueva en cada ceremonia. Los jud¨ªos llevan miles de a?os con esta pr¨¢ctica. En Alemania viven unos 200.000. Practicantes o no, suelen cumplir la tradici¨®n de circuncidar. Pese a su n¨²mero m¨¢s bien modesto, lo concerniente a la religi¨®n jud¨ªa en Alemania es un asunto sensible por el recuerdo de las persecuciones racistas y del asesinato sistem¨¢tico de seis millones de jud¨ªos entre 1941 y 1945.
Muchos de los casi cuatro millones de inmigrantes o descendientes de turcos en Alemania conservan la costumbre de circuncidar a los ni?os entre los 7 y los 10 a?os. Suele ser motivo de una celebraci¨®n familiar, parecida a la primera comuni¨®n en las regiones cat¨®licas. El 4 de noviembre de 2010, un m¨¦dico musulm¨¢n de Colonia identificado por el juzgado como ¡°doctor K¡± circuncid¨® a un ni?o de cuatro a?os, tambi¨¦n musulm¨¢n, por razones meramente religiosas. No hab¨ªa indicaciones cl¨ªnicas para la operaci¨®n, que termin¨® sin complicaciones y con cuatro puntos de sutura en el pene del ni?o. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el chico empez¨® a sangrar. Los padres acudieron con ¨¦l a la cl¨ªnica universitaria de la ciudad, donde pararon inmediatamente la hemorragia y dieron el alta al ni?o. La sencilla intervenci¨®n tuvo consecuencias legales cuando una persona no identificada notific¨® el caso a la fiscal¨ªa.
Tras dos a?os de proceso, los jueces declararon al ¡°doctor K¡± inocente de cualquier error o negligencia, pero consideraron que la operaci¨®n en s¨ª fue ilegal: seg¨²n interpretan, las leyes alemanas proh¨ªben operar a menores de edad si no lo necesitan por motivos puramente m¨¦dicos. El consentimiento paterno no convierte en legal la intervenci¨®n. Seg¨²n la sentencia, tampoco los motivos higi¨¦nicos que adujo la defensa bastan para justificar una ¡°alteraci¨®n irreversible¡± en el pene de alguien incapaz de decidir. De modo que los cirujanos est¨¢n lesionando al ni?o que circuncidan y cometiendo as¨ª un delito penal.
?Tiene un ni?o derecho a conservar su prepucio hasta alcanzar la edad suficiente para decidir por s¨ª mismo? ?Es una mutilaci¨®n esa ¡ªsin duda irreparable¡ª p¨¦rdida? El escritor jud¨ªo Doron Rabinovici public¨® un curioso art¨ªculo al respecto en el diario muniqu¨¦s S¨¹ddeutsche Zeitung donde asegura que los europeos ¡°perciben a los circuncisos como una amenaza a la propia masculinidad¡±. El ¡°miedo a la castraci¨®n¡±, dice, est¨¢ detr¨¢s de algunas concepciones racistas.
En cambio, diversas organizaciones laicistas han celebrado la sentencia como un avance en las libertades individuales. La Asociaci¨®n Internacional de Ateos y Laicos (IBKA) planteaba abolir estas ¡°lesiones permanentes¡±. La sentencia, dicen, ¡°refuerza los derechos de los ni?os¡±, a los que la ley ¡°deber¨ªa proteger de influencias religiosas parciales hasta que cumplan 15 a?os¡±. Hasta entonces, piden, deber¨ªan recibir solo una educaci¨®n imparcial sobre las diversas religiones, sus rituales y su historia. El que quiera, que se haga circuncidar cuando sea mayor.
Seg¨²n reconocen en las asociaciones m¨¦dicas alemanas, la mayor¨ªa de los cirujanos ur¨®logos han practicado circuncisiones por motivos solo religiosos. El rechazo a la sentencia es mayoritario entre los m¨¦dicos. Temen que muchos musulmanes y jud¨ªos recurran a cirujanos sin licencia o sin los conocimientos y recursos necesarios para operar. Aseguran que aumentar¨ªan los accidentes y las infecciones. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) estima que casi uno de cada tres hombres en todo el mundo est¨¢ circuncidado. Ha aconsejado la circuncisi¨®n voluntaria en algunas regiones azotadas por el sida y otras enfermedades infecciosas.
A las cr¨ªticas de jud¨ªos, musulmanes y asociaciones m¨¦dicas se sum¨® la Conferencia Episcopal alemana. Los obispos consideran la sentencia una ¡°vulneraci¨®n de la libertad religiosa¡±. Tambi¨¦n las iglesias evang¨¦licas se oponen al fallo. Con estas protestas de fondo y tras la declaraci¨®n de intenciones del portavoz Seibert, la pelota est¨¢ en el tejado de los legisladores, que deber¨¢n discutir en el Parlamento la posibilidad de amparar estas costumbres religiosas con posibles reformas legales. Seibert dice que la libertad religiosa ¡°es un bien muy preciado¡± en la sociedad democr¨¢tica. No obstante, la ministra de Justicia, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger (FDP), recuerda que ¡°en un Estado de derecho, las dudas legales planteadas por una sentencia no se resuelven de la noche a la ma?ana¡±.
Tambi¨¦n el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle (FDP) se distanci¨® de la sentencia en una entrevista: ¡°Alemania es un pa¨ªs abierto y tolerante, en el que la libertad religiosa est¨¢ arraigada y donde la circuncisi¨®n se respetar¨¢ como una expresi¨®n de la diversidad religiosa¡±. De la oposici¨®n de centro-izquierda tambi¨¦n puede esperarse apoyo al corte: el presidente socialdem¨®crata, Sigmar Gabriel, dijo que ¡°una tradici¨®n milenaria de millones de personas¡± tiene que quedar regulada por ley. La jefa de Los Verdes, Claudia Roth, tambi¨¦n ataca la sentencia, ¡°alejada de la realidad¡±.
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