¡°Hollande cuaj¨® como la mayonesa¡±
Criada en la periferia de Par¨ªs, fue candidata en las municipales de 2008 pero perdi¨® ante Rachida Dati
El cambio es ahora. Con este manido eslogan, los socialistas franceses han acabado con una d¨¦cada de Gobiernos de derechas y 17 a?os de presidencias conservadoras. El 6 de mayo, Fran?ois Hollande consigui¨® el sue?o de convertirse en el segundo jefe de Estado socialista de la V Rep¨²blica. Su victoria ante Nicolas Sarkozy fue m¨¢s convincente que amplia, ¡°pero nunca estuvo en peligro¡±. Eso dice Agn¨¨s Gaubert, simpatizante socialista y militante ecologista que colabor¨® con el equipo de Hollande, primero en las primarias socialistas y luego en las presidenciales, como chica para todo y experta en energ¨ªas renovables. ¡°Fue una campa?a larga y Hollande, como la mayonesa, fue cuajando poco a poco¡±, recuerda. ¡°Antes de las primarias casi no hab¨ªa gente en los m¨ªtines, luego vimos aumentar las multitudes d¨ªa a d¨ªa¡±.
Gaubert a?ade que en ning¨²n momento sintieron ¡°miedo a perder¡±. ¡°Verdes y socialistas conviv¨ªamos en paz. Hollande y Martine Aubry quisieron unir al partido, a la izquierda y a los ecologistas, y esta uni¨®n hizo la fuerza¡±.
Esta mujer alta y de sonrisa t¨ªmida entr¨® en pol¨ªtica en 2007, cuando Sarkozy gan¨® las presidenciales. ¡°Pens¨¦ que era el momento de comprometerse y empec¨¦ a militar en el Partido Socialista. La derrota de S¨¦gol¨¨ne Royal fue un choque. Con el tiempo vimos que lo de Sarkozy era una gran agitaci¨®n de fachada. Si miramos atr¨¢s, vemos que se movi¨® mucho, pero hizo muy poco¡±, dice Gaubert mientras toma un panach¨¨ (cerveza con limonada), en el abarrotado Caf¨¦ del March¨¦ de la calle Buci, cerca del bulevar Saint Germain.
Sarkozy hizo reformas in¨²tiles, no cambi¨® nada sustancial"
Aunque los defensores de Sarkozy aseguran que hizo reformas valientes, Gaubert no siente piedad por su obra: ¡°Reformas in¨²tiles, no cambi¨® nada sustancial. El ¡®trabajar m¨¢s para ganar m¨¢s¡¯ se ha abolido y tampoco cambiar¨¢ gran cosa. No sirvi¨® para crear empleo. Sarkozy defendi¨® los privilegios de las ultra¨¦lites financieras, pol¨ªticas y sociales. Solo fue duro con los m¨¢s d¨¦biles¡±. Hollande tiene ahora un reto radicalmente nuevo: Francia es un islote socialdem¨®crata en medio de un continente neo y ultraliberal; su presidente, una especie de Quijote de la justicia social que fantasea con un mundo extinguido, mientras Europa arrasa el Estado de bienestar. Gaubert reflexiona en su blog del Nouvel Observateur sobre ¡°la eclosi¨®n de un nuevo proletariado de j¨®venes, mujeres y precarios de toda condici¨®n¡±. Y cree que Hollande es la ¨²nica esperanza: ¡°Es un hombre de di¨¢logo, tiene 60 compromisos con Francia y los cumplir¨¢. Y es realmente de izquierdas. Si no, no habr¨ªa ganado¡±.
Criada en la periferia de Par¨ªs, diplomada en la Grand ?cole de Commerce, Gaubert fue candidata en las municipales de 2008 pero perdi¨® ante Rachida Dati, musa del sarkozysmo en los primeros tiempos. En 2010 volvi¨® a probar suerte en las regionales, tambi¨¦n sin ¨¦xito. Hoy, su batalla es la igualdad y la lucha contra los privilegios de la casta pol¨ªtica y el machismo. ¡°Queda mucho por hacer. Pero Hollande lo har¨¢¡±.
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