Bodas de occidentales por conveniencia
Brasil, el pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero de Latinoam¨¦rica, detecta un aumento de uniones por inter¨¦s La dificultad de lograr visado para vivir y trabajar empuja al fraude
Luis, un publicista espa?ol de 36 a?os, cambi¨® Berl¨ªn por S?o Paulo hace solo tres meses y ya tiene planes de boda. Su prometida, una mulata de 36 a?os que trabaja como empleada dom¨¦stica, le ha abierto las puertas de su casa con la mejor de sus sonrisas. En unas semanas se tomar¨¢n sus primeros retratos de pareja y en menos de dos meses se casar¨¢n ante un notario. Despu¨¦s, una firma, un beso y hasta la vista.
Luis es homosexual y se comunica con su futura esposa por Facebook. Su boda es solo un medio para lograr el permiso de residencia y trabajar legalmente en Brasil, donde se exige que dos tercios de las plantillas de las empresas sean aut¨®ctonas. La estrategia empieza a abundar entre los europeos que emigran sin visado y en busca de otra oportunidad al pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero de Latinoam¨¦rica. El mismo truco que comenz¨® a preocupar a las autoridades europeas a finales de los noventa. En Espa?a se pagaba hasta 10.000 euros por casarse con un espa?ol.
¡°Tengo un poco de miedo, pero conozco tres alemanes en R¨ªo de Janeiro y un americano en S?o Paulo que hicieron lo mismo¡±, dice Luis, inmerso en el papeleo y en buscar empleo. Cuando la Polic¨ªa Federal visite su casa, como parte del proceso para autorizar su residencia, los agentes preguntar¨¢n por ellos a los vecinos, escrutar¨¢n sus fotos y hurgar¨¢n en sus cajones para comprobar cu¨¢nto ama a su mujer. Si pasan la prueba, Luis podr¨¢ pedir la nacionalidad brasile?a en un a?o.
Pero si reconocen el fraude, la pareja se enfrentar¨ªa a los delitos de falsedad ideol¨®gica y documental, castigados con hasta cinco a?os de c¨¢rcel. Adem¨¢s, expulsar¨ªan a Luis de Brasil. A ¨¦l no le preocupa demasiado: la alternativa es vivir sin papeles, lo que le impide salir y entrar del pa¨ªs y ganar un salario regular.
Las autoridades, alertadas, est¨¢n agudizando los controles
Las peticiones de visado permanente basadas en matrimonios con brasile?os aumentaron un 95% de 2009 a 2010. Hubo 6.303 solicitudes, seg¨²n el Ministerio de Justicia. En 2011, el n¨²mero se estabiliz¨® y fueron 3.479 extranjeros los que solicitaron su visado. Se lo denegaron a un 13%.
Nada m¨¢s llegar a S?o Paulo, Carlos se reuni¨® con un abogado para regularizar su situaci¨®n y comprob¨® lo dif¨ªcil que era conseguir un visado. ¡°Hay que demostrar que la funci¨®n que t¨² desempe?as no puede hacerla un brasile?o y la burocracia es infinita. El abogado me habl¨® de la posibilidad de la uni¨®n estable con una brasile?a. Nunca habl¨® de fraude, pero ¨¦l sab¨ªa que no est¨¢bamos juntos¡±. Carlos habl¨® con su compa?era de piso: ¡°Tengo un trabajo para ti y este es mi presupuesto¡±, le dijo. Y le pag¨® 3.000 reales (1.200 euros).
Carlos estuvo cuatro meses reuniendo la documentaci¨®n y sus amigos le ayudaron a plasmar en fotos su falso romance. ¡°Montamos nuestra relaci¨®n seg¨²n los sellos que ten¨ªa en mi pasaporte, porque no pod¨ªa demostrar que llev¨¢bamos mucho tiempo conviviendo¡±, recuerda.
Las uniones estables se van popularizando entre los extranjeros. En 2009, 222 inmigrantes pidieron un visado tras establecerse como pareja de hecho. En 2011 hubo 403 solicitudes. Los espa?oles ocupan el tercer lugar en la lista de interesados, tras los franceses y los ingleses, seg¨²n el Consejo General de Inmigraci¨®n del Ministerio de Trabajo.
Hace dos semanas, Luis conoci¨® por casualidad a Carlos, un programador barcelon¨¦s de 34 a?os que tambi¨¦n invent¨® un noviazgo con una brasile?a. ¡°Al llegar a Brasil supe que quer¨ªa quedarme y tuve claro c¨®mo hacerlo¡±, explica. ?l opt¨® por la uni¨®n estable. Esta figura ¡ªque admite las uniones gais¡ª requiere m¨¢s exigencias que el matrimonio (demostrar una vida en com¨²n, una cuenta corriente o seguro de vida a nombre de los dos¡), pero las autoridades no les vigilan, a no ser que haya indicios de fraude.
Para los europeos, que sufren un 10,4% de paro, Brasil ¡ªcon la mitad de tasa de desempleo¡ª es tierra de oportunidades. M¨¢s a¨²n para los espa?oles, cuyo pa¨ªs tiene un 24,6% de paro. En Brasil hay 100.622 espa?oles, seg¨²n el INE, un 28% m¨¢s que hace tres a?os.
La monta?a de inscripciones de matrimonio entre espa?oles y brasile?os, que se acumula sobre la mesa del Consulado de Espa?a en S?o Paulo, refleja c¨®mo los papeles han cambiado. En la Embajada de Brasilia, aunque no se explican la causa, apuntan un descenso del 30% de esos registros que sirven validar el matrimonio en Espa?a. En el Consulado de Francia en S?o Paulo s¨ª han constatado un aumento de uniones mixtas y una fuente diplom¨¢tica de otro pa¨ªs europeo reconoci¨® extraoficialmente la tendencia.
Encontrarse en Brasil sin papeles ha supuesto un cambio en la vida de muchos espa?oles. ¡°Las empresas evitan contratar a un extranjero por la burocracia que supone tramitarle el visado, as¨ª que la gente prefiere casarse primero para poder presentarse con los papeles en regla¡±, explican desde el Consulado franc¨¦s.
Pedro, un espa?ol de 28 a?os licenciado en Educaci¨®n F¨ªsica, tambi¨¦n ha optado por cortar por la tangente. ¡°He decidido casarme para salvar la burocracia, por no tener que volver a Espa?a, tramitar el visado y gastarme un dinero que no tengo¡±, relata por tel¨¦fono desde la casa que comparte con su futura mujer en Campinas, en el Estado de S?o Paulo.
Su familia no sabe que Pedro se va a casar con una brasile?a. Todos los que hablaron para este reportaje prefirieron ocultar su identidad, salvo Maxi D¨ªaz, ge¨®grafo espa?ol de 31 a?os. Hace dos a?os y medio se enamor¨® de una brasile?a en Barcelona, pero ella decidi¨® volver a R¨ªo porque no encontraba empleo. ¡°Yo a¨²n ten¨ªa trabajo, pero ella me dec¨ªa: ¡®Ven a vivir conmigo a Brasil, aqu¨ª hay trabajo¡¯. Mientras lo pensaba, mi empresa quebr¨® y eso me dio el empuj¨®n final. Vend¨ª todo y me march¨¦. Nuestra boda fue medio convenida y medio en serio, solo llev¨¢bamos a?o y medio saliendo. Al llegar, antes de empezar a buscar trabajo, ya ten¨ªa uno¡±.
"Una persona cualificada lograr¨¢ visado"
¡°Hay muchos espa?oles que vienen desesperados por la situaci¨®n que viven en su pa¨ªs. Vienen sin patrimonio y dependen de un trabajo en Brasil para poder subsistir. La gran burocracia que existe en este pa¨ªs puede ser un impedimento para alcanzar sus objetivos, pero casarse con un extra?o me parece una estupidez que acaba trayendo problemas. En alg¨²n momento el que te hace el favor puede querer su parte¡±. La advertencia es de Fabio Mortari, miembro de la junta directiva de la C¨¢mara Oficial de Comercio en S?o Paulo. El abogado aconseja encontrar un empleo antes de instalarse en Brasil.
¡°Una persona con cualificaci¨®n suficiente puede tener los medios para conseguir un visado de trabajo conforme dicta la ley, pero hay que asesorarse. Desde mi punto de vista, las restricciones no son tan exageradas, solo pretenden no disminuir el nivel del brasile?o ante un extranjero con la misma cualificaci¨®n¡±, explica. Pero los requisitos que el Ministerio de Trabajo exige a las empresas y a los extranjeros acaban siendo una traba para su contrataci¨®n.
Grover Calder¨®n, abogado y presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Extranjeros e Inmigrantes en Brasil, afirma que ¡°contratar a un extranjero acaba siendo una peregrinaci¨®n¡±. ¡°La empresa est¨¢ obligada a contar con dos tercios de trabajadores brasile?os en su plantilla, a pagar al trabajador el mayor salario que corresponda a su categor¨ªa profesional y a garantizarle un seguro m¨¦dico, adem¨¢s de los viajes de ida y vuelta a Brasil¡±, explica por tel¨¦fono desde su pa¨ªs de origen, Per¨².
¡°El problema surge cuando hay empresas que no est¨¢n dispuestas a compartir su historial con el Ministerio de Trabajo o no quieren pagar los salarios exigidos. Es ah¨ª cuando el inmigrante opta por una v¨ªa que facilite todo este camino: los matrimonios fraudulentos. Lo que la empresa y el trabajador quieren es trabajar, pero no con las condiciones que el Ministerio de Trabajo exige¡±, concluye Calder¨®n, precursor de la Ley de Amnist¨ªa que en 2009 permiti¨® legalizar a miles de inmigrantes irregulares en el pa¨ªs.
Mortari insiste: ¡°Brasil sufre una carencia de personas cualificadas, hay f¨®rmulas para conseguir un visado. Casarse es encontrar una soluci¨®n, pero convivir con un problema¡±.
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